<<Al este del rio Pecos, las pequeñas poblaciones son azotadas por la barbarie
y la violencia de una terrible banda de forajidos sin piedad: Los hermanos Zorton.
Hay que acabar con ellos.
Se necesitan valientes como tu dispuestos a todo.
Defiende a los inocentes. Desenfunda rápido, apunta bien, y dispara antes que ellos.
La paz en el oeste está en juego.
Enfréntate a la banda de los Zorton y acaba con ellos.
Este es el auténtico oeste.
Te aguardan grandes aventuras. Peligrosos duelos. Temibles emboscadas. Asaltos y persecuciones. >>
¿Sabes que es lo primero que me viene a la mente cuando pienso en el llamado <<salvaje oeste>>?
En estas pequeñas novelas sobre indios, vaqueros, bandidos, y demás, firmadas por una tal Estefanía. O bueno… cuando yo era niño estaba convencido de que era una mujer hasta que descubrí que el nombre completo del autor de estos libritos era Marcial Lafuente Estefanía. Pero sobre todo, recuerdo que a mi abuelo Miguel le encantaban y tenía una buena colección. Incluso mi padre me contó alguna vez que durante la mili también se aficionó a leer algunas de estas novelas cuando le era posible.
Pero de pequeño no solo me quedó el recuerdo del far-west a través de lo ya dicho, sino que como en mi familia siempre nos ha gustado mucho el cine, no fueron pocas las producciones del género que terminé viendo en su compañía.
De esta manera, y a través de películas como Por un puñado de dólares (1964), Solo ante el peligro (1952), El tren de las 3:10 (1957), o El bueno, el feo, y el malo (1966) por citar algunas, me lo pasaba en grande (que ganas de silbar su conocida melodía con solo escribirte el nombre de esta última). Tanto es así, que siempre estaba dispuesto a ver una de estas producciones cuando algún familiar proponía el plan e incluso me montaba mis propias aventuras con la oficina del sheriff de playmobil.
En definitiva. Puede que el género te guste más o menos, lo cual es muy respetable, pero no cabe duda que las historias de cowboys y cuatreros siempre han dado mucho de si en diversos medios… incluidos los videojuegos.
Y de eso trata precisamente este post, en el que vengo a presentarte un título que conocí para PC a mediados de los noventa, y al que rejugué no pocas veces.
Sin mas dilación, te animo a ponerte tu sombrero vaquero, ponerte bien cómodo, y prepararte una agradable bebida a tu elección para que te acompañe durante la lectura, porque ya mismo te invito a que me acompañes rumbo al horizonte, hacía la puesta de Sol, y hasta llegar al portal dimensional que nos llevará a un mundo de grandes aventuras y peligros donde impera la ley del más rápido.
Solo por si acaso… ¿Llevas un arma de fuego contigo?
Espero que te guste el post y se bienvenido/a a Tallopis Escribe.
Una historia del far west
La trama del videojuego Los Justicieros no tiene mayor complicación y básicamente se podría resumir en las dificultades que atraviesa un pequeño pueblo situado al este del río Pecos en la soleada Sonora (en el condado de Tuolumne de la actual California), limitando al norte con Arizona. Los habitantes de este lugar perdido en medio del desierto sufren constantes ataques y robos de un peligroso grupo de forajidos que se ha adueñado del lugar a base de tiroteos y violencia: la banda de los hermanos Zorton. Como jugadores y completos protagonistas de esta aventura, será nuestro deber ayudar al sherrif local a acabar con todos estos canallas y salteadores para que la paz vuelva a reinar en el pueblo. Sin embargo, no será tarea fácil, pues los Zorton prácticamente cuentan con un ejército de ladrones, pistoleros, y cuatreros dispuestos a disparar a todo lo que se mueva, además de que la ubicación de su refugio es un secreto que necesitará ser desvelado para dar con ellos y tener la oportunidad de acabar con sus fechorías.
Y hasta aquí llega el argumento de esta aventura.
Sin embargo, la historia tras el desarrollo de este juego si que tiene mucha más chicha.
Todo empezó en la empresa de origen vasco Picmatic, la cual se dedica a la producción y mantenimiento de maquinas recreativas. Aunque para ser más exacto, debería escribirte que esta historia empieza cuando Antonio Gallardo, director de la empresa hasta el 2011, viajó a Las Vegas para acudir a la feria del videojuego que se celebró en dicha ciudad en 1992. Allí descubrió un arcade en que el jugador debía usar una pistola simulada para disparar sobre los enemigos que aparecían en pantalla (posiblemente fuera Wild Gun Man, la misma que puede verse en la película Regreso al Futuro II). A Gallardo le encantó la mecánica de este juego, llegando a pensar que sería muy interesante llevar a cabo una máquina recreativa del mismo estilo pero que a la vez presentara un formato de imagen real con la que el jugador pudiera interactuar. Para ello se le ocurrió la idea de rodar una película para introducirla en el juego, y que mostrara diferentes escenas según si se acertaba a los enemigos o no.
Con este plan en la cabeza, Gallardo regresó a Bilbao dispuesto a ponerse manos a la obra y contactó con su amigo Mariano Vázquez (mas conocido como el cómico Mariano 1’85 y del cual te dejo una de sus actuaciones para que la veas bajo tu cuenta y riesgo) para que le ayudara con el proyecto. Los dos juntos escribieron el guión para Los Justicieros con toda la intención de que se pareciera a los spaghetti westerns que popularizó el director de cine Sergio Leone. Querían que hubiera acción, pero también un toque de serie B y mucho humor. De hecho, el vallisoletano Mariano 1’85 se implicó tanto en el proyecto que no solo colaboró con el guion, sino que interpreta a uno de los villanos de la aventura y además compuso la música para el juego.
Y si, he dicho interpretar. Pues como comentábamos antes, la intención de Gallardo era la de rodar una película del oeste a través de la cual avanzara el jugador… pero ninguno de los dos había dirigido nunca una película, por lo que les faltaba un director que se uniera al proyecto. ¿A quien elegir para tal labor? Quiso la casualidad que el año anterior (1991), Antonio Gallardo había visto la película Todo por la pasta del director Enrique Urbizu, quien mas tarde también dirigiría Como ser infeliz y disfrutarlo (1994), La Caja 507 (2002) y No habrá paz para los malvados (del 2011 y de la cual también fue guionista), por citar algunas. Y lo cierto es que a Gallardo le gustó el estilo del director y su modo de trabajar, por lo que rápidamente le propuso participar en el proyecto de crear la primera película interactiva española a imagen real.
Sin embargo había un pequeño inconveniente, y es que el joven director de cine no tenía ni idea de videojuegos ni máquinas recreativas (me imagino a Gallardo hablando de pistolas láser y pantallas mientras Urbizu pone cara de no entender ni papa). Así que con la intención de poner remedio a eso, Enrique Urbizu, que por entonces vivía en Barcelona, se acercó al centro de la ciudad para llevar a cabo un <<estudio sobre el terreno>> en un salón recreativo para entender con mas precisión la idea de Gallardo. Una vez comprendió por donde iban los tiros, y saber que su trabajo se limitaría a rodar un western en el Oasys-MiniHollywood de Almería (situado en el desierto de Tabernas), Urbizu accedió encantado. No solo por tener una excusa para escapar del agobio y la multitud que invadía la ciudad condal con motivo de la olimpiada de 1992, sino también por la oportunidad de trabajar en un lugar que rebosaba historia del cine por los cuatro costados, pues en el parque temático de Oasys-MiniHollywood y el desierto en que se encuentra, se han rodado películas al nivel de Lawrence de Arabia (1962), La muerte tenía un precio (1965), fragmentos de Indiana Jones y la última cruzada (1989), o Le seguían llamando Trinidad (1971) por nombrar unas cuantas (y las que me dejo en el tintero oiga). Eso además de servir de escenario para videoclips como el Personal Jesus de Depeche Mode, y recibir la visita de estrellas de renombre como Bud Spencer, Harrison Ford, Clint Eastwood, Brigitte Bardot, y muchas mas. Vamos, como para no querer rodar en un emplazamiento con tanto reconocimiento como este.
Dicho sea de paso, es una atracción turística que ofrece shows en vivo con escenas de riesgo realizadas por profesionales de la actuación y en donde se encuentran varias atracciones que seguro gustarán a los fans del cine. Si tienes la oportunidad de visitarlo, vale la pena.
Recreativas al Sol
Pues nada, ya tenemos a Gallardo, Mariano 1’85 y Urbizu listos para ir a Almería antes de empezar el rodaje para ver los escenarios, contratar a varios de los actores que trabajan habitualmente en los espectáculos del lugar (pues ya tenían experiencia en escenas de riesgo, acrobacias, caídas, y demás), y adquirir algunos materiales necesarios. Pues aunque todo esto se trate de producir un videojuego en formato de película interactiva, el rodaje de las diversas escenas para Los Justicieros se llevó a cabo como si fuera una producción cinematográfica en toda regla y que encima contaba con un presupuesto acorde a esta condición. Vamos, que la empresa Picmatic se estaba dejando una pasta gansa en el asunto.
En total formaron un equipo de unas veinte personas, sumando dos unidades de rodaje con cámaras Betacam con las que grabaron todas las secuencias de la película interactiva (era el mejor formato de vídeo que había en el momento pese a que salió a la venta una década antes), los especialistas y a todos los extras.
Eh, y espera, porque además contaron con un reparto de lo más variopinto para interpretar a los personajes que interactuan directamente con el jugador. Ya sean aliados, como el más bien poco valeroso Sheriff ( José Jaime Espinosa Contreras <<Don Pepito>>), como cierto personaje cuya función es recordarnos en tono de humor el fatídico destino que nos aguarda si seguimos permitiendo que los matones de los Zorton nos usen como funda para balas. De este modo, y de forma totalmente aleatoria, cada vez que nuestro personaje recibe un impacto aparece una breve secuencia en clave cómica con el personaje de El Enterrador del pueblo, interpretado por el actor Javier de Campos que participó en un gran número de películas españolas de los 70 aparte de hacer breves apariciones en la serie Los Ladrones van a la oficina.
Y aún teniéndolo todo listo, la verdad que las cosas no fueron nada fáciles para el equipo, que estuvo rodando en pleno desierto de Almería con temperaturas que superaban los 40 grados (sabiendo esto y viendo en las imágenes del juego como llevan tanta ropa, no sé como no les dió un jamacuco a todos). Aparte de eso, y por mucho que tuvieran un presupuesto mas propio de una película de cine de la época más que de un videojuego, lo cierto es que no fue posible contratar a un grupo mas numeroso de extras para que hicieran de enemigos en la pantalla, por lo que se decidió jugar mucho con las distancias respecto al punto de vista del jugador (poniendo enemigos situados a lo lejos y a los que no se les viera la cara) y cambiar constantemente de vestuario a los actores para que el jugador no tuviera la sensación de estar matando a los mismos enemigos constantemente.
Sin embargo, y en boca del mismo Urbizu, una de las dificultades mas duras fue el rodar las diferentes escenas que se pueden dar dependiendo de que el jugador acertara a los enemigos o fuera abatido, pues era necesario tener una escena de acierto y otra de fallo para cada enemigo que aparecía en pantalla. Pensemos por ejemplo en una de las primeras escenas del juego, en el Saloon del pueblo, en dónde hay 9 enemigos en pantalla. Pues para cada uno de ellos debe haber una secuencia en dónde sigue la acción si el jugador logra acertar el disparo sobre dicho enemigo y otra para cuando se falla el tiro y el jugador resulta herido, por lo que a lo largo de toda la producción tuvieron que hacer infinidad de tomas para cada escenario. La cosa llegó a tal extremo que muchos especialistas caían expresamente fuera de encuadre al rodar las secuencias en que eran disparados para que no se viera su cuerpo tirado en el suelo y agilizar el proceso de grabar nuevas tomas en la misma escena del juego. Además, si uno se fija, se puede ver como en una misma pantalla se produce un cambio de gráficos notorio al moverse el fondo de la zona por donde va a aparecer uno de los malhechores. ¿Que puede rechinar a la vista en ocasiones? No lo discuto, pero también sirve como pequeña ventaja para el jugador.
Para colmo, en un esfuerzo por otorgar mayor variedad de escenarios al juego y que la trama pudiera ser mas rica, Urbizu insistió en rodar escenas en todos y cada uno de los emplazamientos que ofrecía el Oasys-MiniHollyWood y alrededores, como la horca, la calle principal, el fuerte, el interior del banco, un barranco… ¡hasta se rodaron escenas de persecución a bordo de una carreta y construyeron un puente para volarlo realmente! Vamos, que no tuvieron trabajo ni nada para grabar todo lo que querían meter en el juego.
Una vez Enrique Urbizu ya había terminado su labor, el metraje de la película se envió a las oficinas que tenía Picmatic por aquel entonces en la calle Luis Briñas en Bilbao y quedó en manos de Brian Meitiner, quien fue el director de desarrollos de la compañía en aquella época. Y la verdad que tampoco lo tuvo fácil para construir los prototipos de las máquinas recreativas, pues aparte de que cada pistola necesitaba incorporar un lápiz óptico en su interior, cada unidad de mueble-arcade llevaba una Commodore Amiga 500 y un reproductor laserdisc. A su vez, y enchufada a la ranura de expansión del Commodore, había una placa diseñada por la misma empresa Picmatic que incluía un chip Motorola modelo 68000 con el programa que controlaba el arcade y una memoria ROM con todas las secuencias rodadas por Urbizu en el desierto de Tabernas y la información de los fotogramas de vídeo en los que el jugador acertaba y en los que no. De ese modo, cuando se lograba abatir a un pistolero enemigo o si el jugador resultaba herido, el programa indicaba al laserdisc a que secuencia debía ir a continuación para seguir el ritmo de la aventura correctamente.
¡Trabajo bárbaro!
Finalmente, tras varios meses de ardua labor, el prototipo de recreativa estaba terminado y se inició la producción en masa de los muebles arcade, creando dos modelos de distinto tamaño. Y por fin el juego se puso a la venta en 1993 en países como Francia, Corea del Sur e Inglaterra bajo el nombre de The Zorton Brothers. Mientras que en España se conoció como Los Justicieros.
Ya fuera por la novedad de jugar a un título de disparos que contenía enteramente imágenes reales, como por lo divertido y desafiante que podía llegar a ser el juego, lo cierto es que las recreativas fueron todo un éxito que llegó a vender más de 200 unidades solo en el Reino Unido y se llegaron a realizar tiradas de entre 500 y 1000 ejemplares, que para un arcade no está nada mal.
De hecho, Los Justicieros/The Zorton Brothers logró popularizar el género de película interactiva con disparos en primera persona.
Manual del buen pistolero
Fue tal el éxito de la recreativa, que Antonio Gallardo decidió que Picmátic repitiera la misma fórmula en videojuegos arcade como Marbella Vice (1994) y Tierras Salvajes (1995). Y ojo, que para Marbella Vice contaron con el mismísimo Alex de la Iglesia como director (¿Qué puedo decir del hombre que ha dirigido películas como El día de la Bestia, 800 balas, o Acción Mutante?) y además contaron con un reparto compuesto por la actriz venezolana Catherine Fulop, Alex Angulo y (agárrate) Santiago Segura.
Sin embargo, estos dos nuevos arcade no funcionaron tan bien como Los Justicieros (aunque a finales de los noventa siguieron llegando grandes títulos para máquinas recreativas, estas iban camino de desaparecer y el negocio no daba tanto como antes), por lo que Picmatic decidió lanzar su mayor éxito a PC, y si la cosa iba bien, ya harían lo mismo con Marbella Vice y Tierras Salvajes. Para lo cual se propuso a nombres como Electronic Arts o Erbe Software para que fueran las encargadas de la distribución de Los Justicieros en ordenadores domésticos, pero finalmente fue Dinamic Multimedia quien se llevó el gato al agua, además de desarrollar los minijuegos que trajo la versión de PC.
Si, lo has leído bien. Minijuegos. Pues aparte de pegar tiros a los enemigos antes de que estos hicieran lo mismo contigo, en la versión para PC de este título de disparos en primera persona se incluyeron varios minijuegos en forma de acertijos y juegos de lógica a los que podías acceder en cierto punto de la partida a través del tablón de ofertas de trabajo del pueblo, las cuales servían para ganar dinero con que comprar pistas al soplón del pueblo y averiguar en que emplazamientos se encontraban los trozos de mapa necesarios para llegar a la última parte del juego.
Como añadido especial, la versión para ordenadores de Los Justicieros también llevaba un mayor repertorio de <<secuencias de fallo>>, las cuales se tomaron del arcade Tierras Salvajes y estaban protagonizadas por Francisco García Lozano, mas conocido como Paco <<El Feo>> del dúo humorístico Los Hermanos Calatrava. Quien, ataviado con un disfraz de jefe indio, nos recordaba que más nos valía mejorar la puntería si no queríamos que nuestro personaje terminara bajo tierra (personalmente me partía de risa con las apariciones de este personaje y sus líneas de diálogo daban un mayor toque de humor al juego).
Con todos sus añadidos respecto a la versión de recreativa, y usando el ratón del ordenador para apuntar en lugar de una pistola con lápiz óptico, el juego en PC salió a la venta en marzo de 1996 por 2995 pesetas, pero se hizo especialmente popular al ser incluido en la edición dominical del periódico El Mundo en forma de CD para la Colección de Mejores Videojuegos de El Mundo, permitiendo que te llevaras el juego a casa por 995 pesetas al comprar dicho periódico. De este modo llegó a vender más de 100.000 unidades (lo cual no está pero que nada mal) y obtuvo varios elogios de la prensa especializada del momento.
Conclusionando: La colección de Los Mejores Videojuegos nos dejó verdaderas joyas de las cuales recuerdo con especial cariño el Risky Woods, la aventura gráfica Igor: Objetivo Wikokahonia, y la animación interactiva del Dragon’s Lair. Pero de todos los que salieron en la colección de 1996, siempre me acordaré de este Los Justicieros que tantos buenos ratos me hizo pasar. Puede que a día de hoy cante un poco al ojo, pero el atractivo que ofrece con su imagen real, sus voces en castellano, lo divertido que era, junto a sus toques de humor y ser uno de estos juegos que son sencillos de manejar pero complicados de dominar, hacen que este título siga siendo divertido y muy recomendable a día de hoy.
Si tienes ocasión de echarle el guante, no la desaproveches.
Y hasta aquí llega el post.
Pero, ¿Qué me cuentas tu al respecto? ¿Conocías la Colección de Videojuegos del periódico El Mundo? ¿Has jugado alguna vez a la versión para PC o recreativa de Los Justicieros? Ya sabes que la caja de comentarios está a tu disposición y que me encanta leerte.
Como Recomendación de la semana me gustaría hablarte del genial trabajo que lleva a cabo el podcast Los Viejos Frikis Nunca Mueren al comentar de forma tan amena como divertida a tantas buenas películas y videojuegos retro, además de traernos buenos temazos musicales de la época de los ochenta y noventa. La verdad que admiro el buen hacer de este programa y no puedo agradecer lo suficiente los buenos recuerdos que me trae.
Los Viejos Frikis Nunca Mueren en iVoox.
Es más, este podcast ya habló de el videojuego Los Justicieros en su momento y la verdad que hicieron un muy buen trabajo, además de que me sirvió de inspiración para escribir este post que acabas de leer. ¡Mil gracias!
Si quieres disfrutar de dicho programa, te dejo el link a continuación.
Los Viejos Frikis Nunca Mueren. Krull y Los Justicieros.
Como Recomendación Especial te hago saber que ya hay fechas para El Salón del Cómic de Madrid <<Madrid Comic Pop Up>>, que este año tendrá lugar del 4 al 6 de noviembre en el recinto ferial Ifema. Puedes conseguir tu entrada en este link.
De nuevo, quiero recordarte que tú eres la otra mitad de este blog, y sin ti no existiría Tallopis-escribe. ¡GRACIAS POR ESTAR AL OTRO LADO DE LA PANTALLA!
Y un AGRADECIMIENTO MUY ESPECIAL a todas las buenas gentes lectoras de bien que colaboran con el blog a través de la CAFETERÍA DE TALLOPIS-ESCRIBE o bien comprando mi libro de relatos cortos de ciencia-ficción <<Los Otros Tú>>. ¡¡Mil gracias por vuestro apoyo y ayuda en lograr que esta bitácora salga adelante!! Todo lo aportado servirá para sufragar los costes del blog, invertir en mejoras, novedades, y nuevos proyectos en los que estoy trabajando.
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Y ya me despido de ti hasta la próxima. Cuídate mucho y pásalo bien.
Salud, ánimo, éxito, y un abrazo bien grande.
Pues te la has sacado, amigo. He aprendido la tira sobre este juego, que está plagado de curiosidades, y todo ello con la más pura marca Tallopis.
¿Te puedes creer que nunca he probado este juego, y siempre le he tenido ganas? Y ahora con tu post esas ganas son mucho más fuertes.
Bravo, Bravo y bravo. ¡Eres el puto amo!
¡Señor Empepinao86! Tus si que eres el putísimo amo, copón ya.
La verdad que el post ha terminado teniendo mas chicha de la que me esperaba, pero la verdad que el juego es de lo más entretenido y desafiante. ¡Cada bala vale oro! Pero es gratificante como poco a poco vas dominando el juego y llegando más lejos con cada partida. Aparte que las secuencias que aparecen cada vez que el personaje es herido son un deshueve y las hay muy divertidas XD.
Ya me dirás que te parece si tienes la oportunidad de probarlo.
Un abrazo bien grande.