Videojuegos retro: Lemmings

 Una muy buena manera de aprender más sobre videojuegos, es viendo a un buen youtuber.

  La mayoría de ellos combinan los diversos temas que tratan en este medio con un humor muy personal, cada cual a su modo. Logrando así que pases un rato de lo más agradable y encima te hagas unas buenas risas.

  Aunque claro, como todo en la vida hay que saber elegir bien, y de la ingente cantidad que hay para elegir, tengo claro que uno de mis favoritos es el canal de Parmerion Show, en el cual podremos encontrar varios vídeos dedicados al coleccionismo, reviews, divertidísimos gameplays, y todo ello tanto en temática retro como más actual, entre otro contenido muy interesante, incluyendo una serie (en colaboración con el también muy recomendable canal de El escritorio de Jou) en que reúne a muy respetables creadores de contenido para que, en cada vídeo, presenten sus juegos favoritos sobre un género en concreto.

  Y todo ello con un sentido del humor hilarante, fresco, y sobre todo, original a la par que cercano.

  Pero ojo, que este aspecto de comicidad es solo una parte del canal para que todo se haga más ameno. Pues basta con ver varios de sus trabajos (como las Heridas de Nintendo, los vídeos dedicados al Viva Piñata, o sus unboxings para poner algunos ejemplos), para darte cuenta enseguida de que nos encontramos ante alguien que sabe muy bien lo que tiene entre manos, un gran entendido en el mundo de los videojuegos al que se le nota que conoce y siente pasión por este gran medio.

  Sin más, te dejo link a su canal para que puedas comprobar todo lo dicho por ti mismo:

www.youtube.com/channel/UCfCJ7folNmPBp-P_wXOybUg

  De entre sus trabajos que más me han gustado hasta el momento, se encuentran aquellos dedicados a la divertida saga Pikmin. Un juego de puzles muy dinámico, cuyas mecánicas implican que interactuar con las criaturas llamadas “pikmin”, las cuales cuentan con un aspecto que me resulta la mar de simpaticote y que son capaces de llevar a cabo tareas muy concretas, de manera que me recuerda vagamente a otra saga de videojuegos con la que he llegado a disfrutar mucho y que hoy vengo a presentaros.

  Buenas gentes, sin más dilación, hoy vamos a hablar de los Lemmings.

  Igual estoy equivocado, pero me parece  que se trata de uno de los juegos mas conocidos en la historia de este gran medio que son los videojuegos. Así como también podría ser uno de los títulos que se mayor cantidad de veces se ha porteado, y sobre el que existen mayor cantidad de versiones. De echo, las primeras veces que tuve la suerte de conocer tan genial juego de puzzles fue en su versión para Super Nintendo y Game Boy, aunque también existe para Mega Drive, móviles Android, X-Box, NES, Master System, Commodore, Spectrum, Dream Cast, 3DO, Amstrad, MS-DOS, PS1, PS2, PS3, Atari ST, e incluso se llegó a crear una recreativa con la participación de Data East en el año 1991 (MAs desgraciadaMEnte, nunca llegó a los salones de arcade pero si se encuentra disponible por otros medios, ejem, ejem). Vamos, que mucho se habla de las veces que se ha adaptado el Doom a distintos dispostivos, incluyendo algunos bastante originales (te recomiendo el artículo del genial blog “Isla de Monos” al respecto), pero a los Lemmings casi casi que solo les falta un port para microondas.

  Bromas aparte, no cabe duda de que este juego cuenta con una fiel legión de seguidores, lo cual se debe en buena parte a sus curiosas mecánicas. Permite que te las describa, pues me parecen de lo más original.

  En este juego de puzzles e ingenio, estamos al cuidado de una simpáticas criaturas llamadas lemmings. La verdad es que se trata de unos bichines la mar de graciosos y entrañables, e incluso podríamos decir que son muy mañosos, aunque lo cierto es que son tan inocentes como despistados, por lo que si los dejamos a su aire, empiezan a andar de frente sin detenerse ante nada, y lo más probable es que terminen lanzándose de cabeza a un destino fatal sin apenas darse cuenta mientras buscan el modo de llegar a casa, por lo que es responsabilidad del jugador el cuidar de ellos, conseguir que estos animalitos tan graciosos vivan para contarlo, y dirigirlos a su ansiado hogar.

  Al principio de cada nivel aparece una pantalla con la siguiente información:

   -Mapa a pequeña escala de lo que nos espera.

   -Número de nivel y el nombre del mismo.

   -Cuantos lemmings tenemos en total en el nivel.

   -Qué porcentaje de lemmings debemos salvar COMO MÍNIMO para superar la fase.

   –Frecuencia de entrada de los lemmings al nivel (con 1 hay unos segundos de tiempo entre uno y otro, mientras que con 99 caen todos a mogollón).

   -De cuanto tiempo disponemos para llevar a cabo nuestro propósito. De modo que cuando el reloj llegue a cero, todos los lemmings en pantalla serán eliminados automáticamente.

-En que nivel de dificultad estamos jugando de entre los cuatro disponibles: Fun (el más sencillo de todos y cuyos primeros niveles sirven como tutorial para aprender a manejar las habilidades y conceptos básicos del juego), Tricky (normalito), Taxing (considerable), y Mayhem (solo para expertos).

Después de esto, empieza el show. La trampilla, o trampillas, del principio de nivel se abrirán, los lemmings empezarán a caer, y si sobreviven a la caída (pues en algunos niveles el suelo está muy distanciado de la entrada y nuestros simpáticos roedores pueden fallecer nada más empezar), comenzarán a andar hacía la derecha SIN IMPORTAR QUE PELIGRO PUEDA HABER EN SU CAMINO, o hasta que un obstáculo les obligue a cambiar de dirección.

En este momento es cuando debes empezar a mover el cursor del juego y otorgar una o varias de las limitadas habilidades de las que dispones para otorgarlas a un lemming, y lograr construir un camino seguro hasta la salida del nivel, teniendo en cuenta que cada vez que usas una habilidad en uno de estos animalitos, se resta del número de las que dispones, y que la mayoría de las veces están contadas. De modo que tendremos que hacer lo posible con lo que se nos da, y aunque muchas veces pueda parecer evidente el como superar una fase en concreto, a medida que vamos superando pantallas la dificultad aumenta gradualmente y tendremos que exprimir las neuronas al máximo para sacar el máximo provecho de las habilidades de que disponemos en cada nivel. Ah, y recuerda que el tiempo juega en tu contra.

Las habilidades de las que disponemos a lo largo del juego, y cuyo número varía de un nivel a otro, son las siguientes:

      –Escaladores: Permite subir por paredes, aunque estas sean totalmente verticales.

      –Paraguas: Sirve como un paracaídas que permite al lemming en cuestión sobrevivir a cualquier caída sin importar cuan alta sea.

      –Explosivo: Tras una cuenta regresiva de cinco segundos, el lemming en cuestión explotará, muriendo en el proceso y dañando las estructuras que estén a su alrededor, pero no a sus compañeros. Que pena me daba usar este, pero a veces algunos niveles te obligan a ello sin más remedio.

      –Bloqueador: Los lemmings que se topen con aquel al que designes esta habilidad, cambiarán el sentido de su marcha. Una vez convertido un lemming en bloqueador, solo hay dos cosas que se pueden hacer al respecto: cavar un tunel a sus pies para que la caída le convierta en un lemming caminante normal, o convertirlo en un lemming explosivo.

      –Constructores: El lemming al que otorgues esta habilidad construirá un solido puente ascendente por el cual pueden pasar los demás, pero ojo que los escalones son limitados. Si quieres seguir construyendo, debes otorgar de nuevo la habilidad al lemming en cuestión. De lo contrario, este se encogerá de hombros y echará a andar de nuevo sin importar lo que exista al final del último escalón, incluyendo grandes vacíos, pozos de lava, trampas, o aguas turbulentas.

      –Tuneladores: El lemming escogido creará un túnel horizontal en la dirección que esté mirando, y solo parará cuando no tenga nada más que cavar o se le asigne una nueva tarea. Ojo que no sirve con las estructuras metálicas y algunas superficies solo pueden ser perforadas en una dirección concreta.

       –Mineros: Sirve para cavar una galería en diagonal descendente. Al igual que los tuneladores, no tiene efecto en estructuras metálicas, y cuando no hay más suelo que cavar… pues no hay más, y el lemming en cuestión caerá al vacío.

        –Excavadores: Igual que los anteriores en todos los sentidos, salvo la dirección. El lemming al que se le otorgue esta habilidad empezará a cavar de inmediato en linea recta vertical bajo sus pies hasta que se acabe el suelo o le des otra cosa que hacer.

  También contaremos con un icono de suma y otro de resta para ajustar el ratio de entrada de lemmings en el nivel (aunque no podemos usarlo en todos los niveles), el botón con forma de huellas para activar la pausa, la destrucción total (para poder empezar de nuevo el nivel si las cosas se ponen realmente feas hasta el punto de no tener arreglo), y un pequeño mapa general del nivel.

  Al final de cada nivel, obtendremos un pequeño comentario del juego al respecto de nuestra “actuación” en el nivel jugado, y un password al siguiente nivel si hemos logrado la victoria aunque fuera por los pelos, el cual era muy recomendable de apuntar físicamente en algún lugar ya que en este juego no se podía guardar la partida.

  Si no has jugado nunca este título, todo esto puede parecer poca cosa para evitar que los lemmings sufran una muerta segura. Pero no te dejes engañar por las apariencias, porque  aquí es dónde se ve realmente uno de los puntos fuertes a este título: el diseño de niveles. Especialmente en los más complicados es dónde se ve la genialidad que esconde este juego y el trabajo que se llevó a cabo para elaborar y crear cada una de las diferentes fases, logrando una curva de dificultad progresiva muy lograda que se nota pero no agobia, ofreciendo todo un desafío para todos aquellos que quieran ver puestas a prueba sus neuronas, así como la capacidad y creatividad en la gestión de recursos, pero sin llegar a tirarse de los pelos.

  Por si esto fuera poco, ofrece una amplia variedad de escenarios distintos y muy vistosos, como zonas subterráneas, bosques, montañas, puentes, pozos de lava ardiendo, regiones industriales, cuevas, construcciones dedicadas a civilizaciones antiguas, minas de cristales, e incluso niveles especiales dedicados a otros juegos. Pero dónde personalmente lo he apreciado mucho es con sus divertidos efectos FX (incluyendo sus aflautadas pero chistosas voces), así como las melodías del juego, las cuales son en gran parte adaptaciones de piezas conocidas de la música clásica y la cultura popular. Te dejo un link para que las conozcas, o bien las recuerdes si ya has tenido la suerte de jugar a este título en su momento.

  Personalmente, me encantan los temas de Twang, Lend a helping hand, o Smile if you love Lemmings. Espero que los disfrutes.

    ¿Pero de dónde sale este juego? ¿cómo llegó a producirse y quienes están tras su creación?

Para responder a esta pregunta, debemos remontarnos hasta el año 1988 de nuestro universo, en dónde un joven británico llamado David Jones se estableció en Escocia para crear unos pequeños estudios de programación. De echo eran tan pequeños, que todas las oficinas ocupaban dos habitaciones. ¿Su nombre? DMA Design.

 Su primer título fue un juego llamado Menace (aunque originalmente estaba previsto que se llamara Draconia). Dicho título llamó la atención de un nombre que tendrá mucho que ver en esta historia, me estoy refiriendo a cierta compañía inglesa y con sede en el Wavertree Tecnhnology Park de Liverpool (Inglaterra) que se ocupaba tanto del desarrollo como distribución de videojuegos.

El nombre de esta compañía era Psygnosis, la cual seguro muchos de vosotros recordáis por su característico logo de un búho de color blanco, y por juegos como Shadow of the Beast, DiscWorld, WipeOut, Barbarian, o Destruction Derby.

Ellos no lo sabían, pero la unión de ADM Design con Psygnosis se convertiría en un hito de los videojuegos, pues ambas estaban destinados a hacer historia.

Aunando fuerzas, las dos compañías lograron que el juego Menace para ordenadores Amiga superara la nada despreciable cantidad de 14000 unidades vendidas (recordemos que estamos a finales de los ochenta y los juegos no tenían la tirada que tienen hoy en día). Fue un éxito “modesto” pero relevante que les llevaría a crear dos nuevos títulos: Un shot’em up muy interesante llamado Blood Money, y un juego de disparos llamado Walker en el que manejaríamos un vehículo muy similar a los AT-AT del universo Star Wars.

Pues bien, fijémonos en este título de Walker por un momento, pues contiene un elemento que se volvería clave para la pequeña desarrolladora DMA Design: los pequeños hombrecillos que aparecían de vez en cuando durante la acción de la partida. Scott Jhonson, principal creador de Walker, creó dichos hombrecillos en un formato de 16×16 pixeles, lo cual tiene mucho mérito. Pero fue Mike Dailly quien haría saltar la liebre al asegurar que estos mismos personajes podrían ser creados en un tamaño que requería la mitad de pixeles, y para demostrar su teoría, creo una serie que animaciones junto a Gary Timmons (que también pensaba que tal cosa era perfectamente posible). Finalmente, obtuvieron lo siguiente:

Al contemplar su obra, decidieron usar el trabajo realizado en un videojuego, pero no se les ocurría en que modo podrían enfocarlo. Finalmente, surgió la idea a partir de un nefasto documental del año 1958 que no merece mayor mención, y en el cual se asusta a varios roedores de la tundra ártica para que saltaran al vacío desde un acantilado y dar mas sensacionalismo a dicho documental, promoviendo el falso mito de que los miembros de esta especie animal es capaz de suicidarse voluntariamente para regular el número de individuos en épocas de hambruna.

Al margen de que lo ocurrido en el documental es una salvajada, los desarrolladores de ADM Design pensaron que la idea era interesante para un nuevo videojuego que involucrara estos hombrecillos que tanto esfuerzo les llevó crear, y decidieron bautizar a su creación con el mismo nombre de estos roedores de la tundra ártica para que su historia no cayera en el olvido: Lemmings. Supongo que fue a partir de esto que decidieron otorgar un aspecto de roedor con hocico redondeado a su nuevo videojuego.

Al final, el tamaño medio de estos graciosos ratoncillos virtuales terminó siendo de 10×10 pixeles, pero eso es lo de menos. La cuestión es que el fundador de DMA Design, David Jones, quedó entusiasmado en el proyecto y se involucró de lleno en la programación del mismo mientras que el resto del equipo (incluyendo Gary Timmons) se ocupaba del apartado gráfico del mismo y el diseño de las distintas fases.

Este título salió finalmente a la venta en febrero de 1991.

Solo en su primer día, el nuevo juego vendió más de 50.000 copias en el Reino Unido y se convirtió en todo un éxito.

Había nacido una estrella.

A partir de este momento se desató una verdadera Lemming-mania que se apoderaría del mundo entero, incluido España, en dónde el juego tardaría casi medio año en llegar aunque no por ello tendría menos impacto que en el resto de países dónde se puso a la venta. Por lo que no es de extrañar que el tandém ADM Design y Psygnosis decidiera seguir explotando este fenómeno.

Para abrir boca a lo que estaba a punto de venir, en diciembre de este mismo año salió el juego X-Mas Lemmings, dónde podíamos ver a los simpáticos ratoncillos en escenarios nevados y llevando disfraces de Papá Noel. Este juego no fue comercializado, sino que bajo la vieja premisa de  “quien regala bien vende”, este diskette de solo cuatro niveles fue un obsequio gratuito de tiendas y convenciones como promoción de lo que llegaría en febrero de 1992: Oh-no! More Lemmings. Un disco de expansión que, añadido al juego original, aportaba más niveles y nuevas melodías.

Como seguro podréis intuir con esta sagacidad que os caracteriza, oh sapientes buenas gentes lectoras, los Lemmings siguieron cosechando un éxito tras otro y los dineros empezaron a entrar a punta pala, por lo que tanto DMA Design (que invirtió en unos estudios más grandes e incrementó su plantilla) como Psygnosis, se vinieron arriba y prepararon su siguiente jugada.

De este modo, a finales de 1992 repitieron la táctica de regalar un juego navideño con unos pocos niveles, que obviamente fue llamado X-Mas Lemmings 1992. Este título tenía toda la intención de ir preparando a los fans para lo que vendría el primer día del año de 1993: Lemmings 2: The Tribes. Con una historia mucho más compleja, 8 atuendos distintos para los ratoncitos virtuales favoritos de todo el mundo (encontrando así a los Lemmings de circo o los egipcios), y 51 habilidades distintas en lugar de las 8 que traían los títulos anteriores, además de otorgar al jugador el poder de controlar la dirección del viento y sacar más provecho a  algunas de estas nuevas habilidades, como el ala delta.

Voy a ser sincero con vosotros. He jugado a este juego y no está nada mal… pero muchas de las habilidades resultaban poco prácticas, mientras que otras hacían prácticamente lo mismo que unas ya existentes. Aparte que en muchas ocasiones terminaba siendo mucho más confuso jugar a un juego que ya tiene una mecánica un tanto compleja de por si. Por lo que la avaricia terminó rompiendo el saco, y este título tuvo peores ventas que los anteriores.

Pero que nadie se vaya a pensar que DMA Design y Psygnosis se rindieran ante este tropiezo, sino más bien todo lo contrario.

 En diciembre de 1993 salió el especial navideño de todos los años, esta vez si a la venta pero con más niveles que sus anteriores ediciones. Otro tanto ocurrió a finales de 1994, en que salió un pack en forma de paquete de regalo que incluía también el título del año 1993 y que hoy es toda una pieza de coleccionista. Pero de ningún modo se repitieron las ganancias de los primeros títulos, por lo que X-Mas’94 fue el último juego de la franquicia que conservaba el aspecto y mecánica del juego original, además de ser el último con temática navideña.

Las dos compañías decidieron jugárselo todo a una última carta, y en febrero de 1994 apareció All new world of Lemmings (también conocido como Lemmings Chronicles según desde dónde me estés leyendo). Este juego fue porteado únicamente en Amiga 1200 y 4000, además de tener una nueva mecánica de juego basada en items de habilidades que debían recogerse en lugar del estilo de juego original, además de un aspecto visual que recordaba más al juego Lemmings 2: The Tribes que a los primeros títulos.

Este juego iba a ser el primero de una colección de cuatro… pero los tres siguientes juegos que se habían previsto nunca llegaron a ver la luz, pues A new world of lemmings resultó ser el último clavo del ataúd. En vista de las circunstancias, ADM Design decidió abandonar el barco y vender la franquicia a Psygnosis, la cual decidió seguir al atacando con Lemmigs 3D (que fracasó), Lemmings Paintball (que no estaba mal pero tampoco funcionó en ventas), y un juego de plataformas llamado The Adventures of Lomax (que siendo sinceros es un juego muy correcto y divertido pero que tampoco logró hacer mucha caja, por lo que cayó en el olvido).

El último juego oficial de la franquicia fue Lemmings Revolution, el cual fue un trabajo de Take Two Interactive, el cual volvió a las raíces de los primeros juegos, con las ocho habilidades por todos conocidas, pero transportando las mecánicas originales a un formato de fases cilíndricas que no terminó de convencer.

Y aunque este fue el final de la franquicia, con adaptaciones para más de treinta plataformas distintas, 115 versiones diferentes, y más de 15 millones de copias vendidas entre 1991 y 2006, Psygnosis aún siguió trabajando en más versiones del juego, como la anteriormente mencionada la de SNES.

Por su parte, la desarrolladora DMA Design cambió de nombre y se convirtió en la compañía que hoy conocemos como RockStar North, los cuales saltarían a la fama por desarrollar la mítica saga Grand Theft Auto… pero esta, es otra historia.

Sea como sea, no cabe duda del impacto que tuvieron los primeros juegos protagonizados por estos divertidos animalitos, y por mi parte no puedo de menos que dar las gracias a sus creadores por tantas horas de juego y diversión salvando a los encantadores y despistados lemmings de las garras de la muerte.

¿Tu llegaste a jugar alguno de ellos? ¿que te parecieron?

Y hasta aquí llega el post.

Como recomendación de la semana, quiero presentarte el que ha sido mi más reciente descubrimiento en materia de combinar videojuegos con buenas obras.

Te presento la web “Videojuegos sin fronteras”, la cual aún no ha sido del todo traducida a nuestro idioma, pero que en su versión española también incluye un link directo a la plataforma original en inglés, la cual recoge toda una serie de geniales iniciativas con las que hacer un mundo mejor gracias a medios como los videojuegos y la animación. Entre sus actuales proyectos he visto campañas contra el analfabetismo, en beneficio del desarrollo sostenible, recaudación para la investigación del covid-19, y mucho más.

Si estás interesado en sus proyectos, en la misma web se detallan los modos en que se puede colaborar en sus diversas causas, y la verdad es que vale la pena echarle un vistazo.

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  Sin más que añadir, cuídate mucho y pásalo bien.

  Salud, ánimo, y éxito.