Como ya he comentado en alguna ocasión en este mismo blog, la cadena de televisión Tele5 triunfaba a lo grande en sus inicios, pues en ella se emitieron programas muy novedosos para los estándares del momento (como El Informal, Pressing Catch, o el ya reseñado en un post anterior Humor Amarillo), y que con el tiempo se convertirían en programas tremendamente populares que alcanzarían la categoría de míticos.
Entre ellos, estaban algunos disparatados concursos que seguramente muchos de vosotros (especialmente los que ya peináis alguna que otra cana como este servidor vuestro que ahora os está escribiendo), recordaréis con cariño y una sonrisa por lo rompedor de los mismos dentro de la sociedad española de los 90.
Uno de ellos fue, evidentemente, Su media naranja. El cual se emitía todas las noches después de las noticias, y estás después del popular anime Oliver y Benji si no recuerdo mal.
Dirigido por Germán Bueno, este programa contó desde 1990 hasta 1994 con el mismo presentador, el carismático y entrañable Jesús Puente, el cual llevó las primeras temporadas de este concurso con gran acierto y lo convirtió en todo un fenómeno de audiencia con su carácter bonachón y risueño. Y es que las cosas como son, el programa tenía su gracia, pero sin este hombre no se habría convertido en lo que fue, pues sabía cómo ganarse al público, tanto por su voz como su carácter cercano. Es más, seguro que muchos lo recordaréis por haber sido también el presentador del programa Lo que necesitas es Amor de Antena 3, y sobre todo por dar este toque divertido y original en los anuncios en dónde aparecía, como el del atún en lata Calvo, o el famoso anuncio de cierto producto para conservar el cabello de cuyo nombre no puedo acordarme, en el cual Jesús Puente entonaba su famosa frase ¡Ay!, si te hubiera conocido antes con una divertida nostalgia mientras se pasaba manos por su brillante calva.
Eso por no hablar de las divertidas parodias que le dedicaban el dúo cómico Cruz y Raya a través de su personaje Bartolo.
Pero eso ya es otra historia.
¡Ya me estoy liando de nuevo!
Sin más rodeos, voy a explicaros la singular mecánica de este concurso.
En cada programa, acudían tres matrimonios que ya llevaran un mínimo de tiempo casados, y cada una de ellas se sentaba en un sofá de dos plazas en el que figuraba un cartel con sus nombres. Cada una de estas parejas competía con las otras dos para alcanzar la mayor cantidad de dinero posible a través del programa, y la que lo lograra, volvía al día siguiente para seguir jugando y acumulando premios en metálico.
Para ello, ambos miembros de cada pareja debían demostrar hasta que punto se conocían el uno al otro y como estaban de compenetrados mediante una serie de preguntas, de tipo más bien personal sobre su matrimonio.
Cada programa constaba de dos rondas de tres preguntas en las que se invitaba a los maridos o las esposas a salir un momento, siendo invitados a ello mediante la frase popularizada por el presentador Señoras (o señores)… ¡al jardín!. Una vez estos habían salido del plató, se les hacía tres preguntas al miembro de cada matrimonio que se quedaba en el sofá, y éstos debían responder lo que pensaban que respondería su pareja más tarde cuando volviera “del jardín” y se les hiciera la misma pregunta. De modo que en una ronda salían los maridos para que las esposas respondieran lo que creían que responderían ellos al volver al plató, y en la segunda ronda lo mismo pero intercambiando los roles.
Cada pregunta acertada era premiada con 50.000 pesetas (lo cual no está nada mal si tenemos en cuenta que esto hoy serían unos 300 € aproximadamente). Sin embargo, la tercera pregunta de la segunda ronda, y la última de cada programa, se pagaba con 100.000 pesetas. Lo cual podía causar que una pareja que hubiera menos respuestas que las demás, igualmente lograra clasificarse para volver al día siguiente.
Hasta aquí está bastante claro, ¿no?
La gracia estaba en que, como decía antes, las preguntas eran sobre el matrimonio de los participantes así como su vida personal y en común, de modo que en muchas ocasiones estas tenían un doble sentido que ocasionaba la vergüenza de los participantes así como la hilaridad de los espectadores. Especialmente cuando las parejas no se cortaban un pelo y respondían sin ningún pudor a dichas preguntas, causando que en más de una vez fuera el propio Jesús Puente quien, en calidad de presentador, se llevara las manos a la cabeza e intentara disimular una carcajada.
Entre algunas de las preguntas reales que se emitieron durante el programa había las típicas de cuál es su plato favorito, cómo se conocieron, y otras similares de aire más bien inocente o romántico. Pero también encontramos algunas como las siguientes:
– ¿En que momento de su matrimonio, usted quiso haber podido decir “¡tierra trágame¡”?
–Desde que están casados, ¿Cuál fue la primera vez que usted dijo “¡que barbaridad!”?
– ¿Qué miembro de su familia (o amistad) le cae peor a su marido/esposa?
–Usted se derrite cuando su marido/esposa…
– ¿Cómo sabe usted que su pareja le está ocultando algo?
– ¿Qué anécdota de su viaje de novios recuerdan como la más vergonzosa?
Como podréis suponer, las preguntas que tendían a seguir esta línea eran la mayoría, y por supuesto no faltaban las referencias a suegros, suegras, cuñados, hijos, compañeros de trabajo, altibajos en la vida en común, preguntas sobre el tiempo que estuvieron como novios, y todos los tópicos que os podáis imaginar alrededor de la vida en pareja en los años 90. Muchas de ellas formuladas expresamente para que tuvieran un doble sentido, y como cada miembro de cada pareja pillaba las preguntas a su manera, pues terminaba saliendo de todo.
Aunque no faltaba quien lo criticara por diferentes razones, ya os digo que el show tuvo una audiencia muy fiel durante las cuatro primeras temporadas presentadas por Jesús Puente, llegando a ser un éxito no solo en España, sino en todos los demás países en dónde este programa se emitía.
Y es que si bien esta fórmula funcionó muy bien en la España de principios de los noventa, el show es original de Estados Unidos, en dónde se conocía como The Newlywed Game y se estrenó en la cadena ABC en 1966. Presentado originalmente por Bob Eubanks, el concurso estuvo en el aire hasta que fue cancelado en 1998.
Como muestra de su popularidad, podemos comentar que tanto la versión norteamericana como la española de este programa, fueron parodiadas repetidas veces en otros programas o series de televisión. De este modo, la serie cómica Kenan & Kel tiene un episodio en dónde estos dos buenos amigos se hacen pasar por pareja aprovechando que saben todo el uno del otro, para ganar el concurso y llevarse el premio. Para lo cual, uno de ellos tiene que disfrazarse de mujer, pero acaban perdiendo al fallar una pregunta muy fácil relacionada con uno de los gags más recurrentes de la serie.
Mientras que en la serie española Ay señor señor, el personaje del actor Andrés Pajares (que interpreta a un sacerdote “modernillo”) finge ser el marido de una feligresa para ayudarle a solventar un apuro económico, mientras que su compañero sacerdote más tradicional, (interpretado por Javier Cámara) debe recorrer toda una serie de peripecias para que el obispo no vea el programa.
Y hasta aquí llega este post.
Como recomendación de la semana, quiero recordaros la existencia del canal de YouTube Nostálgicos Retro. Y es que me encantan sus videos, pues se les nota que tienen un gran cariño a lo que hacen que me hace verlo muy cercano. Recientemente han subido videos como Datos que no conocías de Space Jam, El mundo de Beackman: Datos curiosos y dónde está el elenco actualmente, así como el de Las mejores series de Cartoon Network. De verdad que este canal es una maravilla.
www.youtube.com/channel/UC9XuUUleHFLzxOf3LCbW6Vg
Solo me queda despedirme, con el aviso habitual de que publico nuevo contenido todos los domingos. De modo que si nada lo impide, volvemos a vernos el próximo día 28 de junio.
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Hasta que nos volvamos a ver, cuídate mucho y pásalo bien.
Ánimo, salud, y éxito.
¡Qué recuerdos, T.A.! Desde luego que la llegada de la televisión privada a España nos queda ya un poco lejos, pero quién de nuestra época no recuerda este programa, las Mama Chicho y todo ese canal espectáculo que fue Tele 5. Este era muy entretenido y Jesús Puente un presentador entrañable. Otro programa de este estilo, quizá más gamberro, era uno de Bertín Osborne. ¡Ay, qué mayores somos ya! Un abrazo!!
¡¡Hola David!!, que alegría de verte, ¿como te va todo? 😀
Desde luego eran otros tiempos, otro modo de pensar… otro Tele5 muy distinto al actual. ¡¡Qué programas aquellos!!, nos marcaron a más de uno. Y el de Jesús Puente era de estos que dejaban huella. ¡Hasta los chavales le imitábamos en el cole!, la verdad es que tenía mucha gracia para presentar este programa. Y las preguntas se las traían jajajaja.
Si te soy sincero, Bertín Osborne no me cae muy simpático por regla general, pero el concurso de parejas que presentaba en aquel entonces (creo que se llamaba «Contacto con tacto») tenía su gracia y ya era otro nivel. ¿No tenía una piraña disecada en el plató, o algo así?
Desde luego, un poco experimentados estamos ya… ¡pero que alegría haber vivido estos momentos y lo bien que lo pasábamos!
Un abrazo bien grande 😀
Madre mía que recuerdos, era un adolescente entonces, buen y nostálgico post, un saludo compi 😁
¡¡Hola honorat79!!, ¿qué tal todo?, me alegro de saludarte 😀
Desde luego fue un programa que nos impactó a muchos jajajaja :D. Desde el peligro que tenían las preguntas, hasta el carisma y el buen hacer de su presentador, lo cierto es que dejó recuerdo en muchos de nosotros.
Me alegro que te gustara el post, gracias por tu simpático comentario y pasar tanto a leer como saludar, eso siempre es bienvenido.
Un abrazo bien grande 😀