Retro-Biografías: Constantino Romero.

  <<Yo… he visto cosas… que vosotros no creeríais>>

                                                                                               Roy Batty en Blade Runner.

Quien haya visitado, o viva, en la localidad de Ciutadella de Menorca, sin duda conocerá uno de los puntos más emblemáticos del pueblo junto a las vistas del puerto, la catedral, la plaza del obelisco, el Paseo Marítimo, la zona de Ses Voltes, o bien el palacio de Ca’s Comte. Me estoy refiriendo a la plaza de Es Pins, dónde siempre es agradable pasear escuchando las risas de los niños jugando en el parque infantil, ver a los jubilados jugar petanca, disfrutar de alguno de los eventos que de vez en cuando se dan en dicho lugar, o simplemente dejarse llevar por el aire mediterráneo que desprende este pinar situado en pleno corazón de la localidad cuando el buen tiempo acompaña.

Pues a finales de los noventa, en una de las cafeterías que se encuentran en la actual zona peatonal al lado de esta plaza, un familiar muy próximo estaba disfrutando de una charla con unas amistades mientras degustaban de sus correspondientes bebidas. El ambiente en el local era alegre y distendido, con el sonido tan característico de los cubiertos contra tazas y platos, la cafetera en pleno funcionamiento, y la conversación de los parroquianos allí presentes. Todo iba como siempre hasta que entró un forastero en el lugar. Un hombre alto, sobre el metro ochenta, calvo, con gafas, un señor bigotazo, y un porte que llevó a alzar la cabeza a más de uno de los comensales allí presentes, pues no fueron pocos a quien el rostro del recién llegado les resultaba de lo más familiar.

El hombre se acercó a la barra, se sentó sobre uno de los taburetes, y con muy buenos modales entonó las siguientes palabras:

-Póngame un café cortado, por favor.

Un silencio sepulcral inundó el establecimiento y ahora eran todos quienes se giraron para observar al recién llegado. Y no es para menos, pues todos habían escuchado su característica voz, grave pero cálida, en algún momento de su vida.

Se trataba de Constantino Romero.

Y precisamente de este astro indiscutible es al que va dedicado el post que te estoy escribiendo, oh buena persona lectora. Un texto con el que repasar la labor de toda una leyenda no solo en el campo de la televisión y el doblaje, sino también en el teatro, la radio, e incluso algún que otro trabajillo en cine.

Sin más dilación, te invito a que te pongas bien cómodo, respires hondo, y te sirvas una agradable bebida que te acompañe en la lectura porque el primer post enteramente retro-biográfico de Tallopis Escribe está a punto de empezar. ¿Y quien mejor para tal estreno que el hombre conocido como La Voz por tantos medios? El gran Constantino Romero García.

Espero que te guste y se bienvenido al blog.

Días de radio, superhéroes y películas del oeste

  Al momento de nacer el protagonista indiscutible de este post, su padre Ángel trabajaba como funcionario de prisiones (muy seguramente en el Centro penitenciario de Alcalá de Henares-Meco), por lo que su familia vivía en Alcalá de Henares cuando Constantino vino al mundo un 29 de mayo de 1947, en el número 5 de la calle Nebrija de dicha localidad. Sin embargo, él mismo se consideraba albaceteño debido a que poco después se trasladaron al pueblo de Chinchilla de Montearagón (comarca de La Mancha de Montearagón en la Comunidad autónoma de Castilla-La Mancha), de donde era natural su madre Antonia, y en dónde Constantino pasó casi toda su infancia.

Sin embargo, las cosas no es que les fueran especialmente bien, pues al enviudar su madre cuando Constantino solo nueve años de edad, esta tuvo que buscarse la vida y emigrar a Barcelona para ganarse los garbanzos, entrando a trabajar como sirvienta en una casa de la zona de Sarrià-Sant Gervasi (quien viva en Barcelona ya sabe que es uno de los barrios mas caros), mientras que el pequeño Constantino ingresó en el internado del Colegio de los Salesianos situado en el Paseo de Sant Joan Bosco, dónde entró a estudiar con una beca y cantaba con el coro eclesiástico de dicha escuela.

Aparte de compartir clase con el que sería otro actor de doblaje famoso, ni más ni menos que Jordi Estadella, los maestros de Constantino Romero se dieron cuenta enseguida de que este tenía una muy buena voz y sabía declamar a las mil maravillas, por lo que con frecuencia se le encargaba leer fragmentos de la biblia para los demás niños, micrófono en mano.

En aquel momento nadie lo sabía, pero estaba empezando una más que meteórica carrera.

De hecho, fue a partir de estas lecturas en el colegio que Constantino empezó a sentir un gran interés por trabajar en la radio. Vamos, que como todos los grandes empezó a destacar en lo que sería lo suyo desde muy joven. Y así, con solo 16 añitos pero ya dotado de su característica voz grave que todos conocemos, empezó a trabajar como locutor de radio. ¡Pero es que además lo hizo a lo grande!, pues se convirtió en todo un pionero al presentar el programa Radio Young (bajo el nombre artístico de Tino Romero) para Radio Barcelona, en el cual traía por primera vez en nuestro país todo un repertorio de música cantada en inglés junto con otros dos amigos con quienes compartía profesión De este modo, y gracias a una suscripción al BillBoard de la Cadena SER (a la que por aquel entonces pertenecía Radio Barcelona), Constantino tenía acceso a una serie de discos anglosajones por los que nadie más parecía tener interés en lanzar al aire… salvo el mismo y sus dos compañeros en las ondas. Cada uno de ellos apenas cobraba unas mil pesetas por ello, pero no cabe duda de que fue un comienzo arrollador para Constantino Romero. Pues tanto por su tono de voz y los matices que sabía dar a la misma, así como por su gran humanidad y las novedades discográficas con las que trabajaba, muy pronto siguió en otros proyectos de la misma emisora como el Tino Show y Trotadiscos. De este modo, trabajó en Radio Barcelona hasta 1975 (un año después de casarse con su prometida Joana Vila), momento en que se le abrieron las puertas para ejercer de locutor en Radio Nacional con programas de trayectoria similar a los anteriores como Recordisco, el espacio matinal Cambia la cara, o Amor Discos.

A continuación podría explicarte como a lo largo del tiempo también participó en montajes de textos amateurs, como ocurrió en Historia de una escalera para el programa de Estudio 1 de TVE en 1971, Llama un inspector de John Boynton Priestley (1984), o Deja que los perros ladren de Sergio Vodanovic Pistelli (2001) . Y también podría escribirte acerca de como fue fichado por su amigo y director teatral Márius Gas para que interpretara al papel protagonista en la obra L’Òpera dels tres rals (La ópera de los tres céntimos de 1984), que para Constantino representó su debut no solo teatral sino como actor. De los nervios que pasó por creer que no estaba a la altura del proyecto, un tiempo después reconoció en una entrevista que, al momento, se sentía incapaz de llevar a cabo los ensayos. Pero creo que es más adecuado si nos quedamos un rato en 1966, pues si por algo destaca este año en la vida de nuestro protagonista, es porque fue en aquel entonces cuando las buenas gentes de Voz de España (el principal estudio de doblaje del país) le propuso llevar a cabo su primer trabajo como actor de doblaje… y no adivinarías dónde. Si te soy sincero, me he quedado de piedra al saberlo mientras me documentaba para escribirte este post.

A ver como te lo explico… ¿recuerdas la serie televisiva de Batman en los años 60? Ya sabes, aquella que solían ver nuestras abuelas y que contaba con el actor Adam West para dar vida a Bruce Wayne/El Hombre Murciélago. Pues resulta que Constantino Romero puso voz al personaje principal en el doblaje al castellano, tal y como puedes comprobar en el siguiente vídeo.

Era un pequeño principio, pero casi casi que ya puedo escribir aquello de <<Había nacido una estrella>>, porque desde entonces fue un no parar en este mundillo y en 1970 llevó a cabo su primer trabajo como actor de doblaje para el cine al interpretar al personaje principal de una película ambientada en la segunda guerra mundial y que en España se conoció como Los violentos de Kelly, momento en el que Constantino Romero pasó a ser la voz oficial en nuestro país para Clint Eastwood, y con el tiempo haría otro tanto con actores tan reconocidos como James Earl Jones o Arnold Schwarzenegger.

A lo largo de toda su carrera interpretó centenares de papeles en series como En Ruta (del año 1974  y también conocida como Movin’On), o Raíces (al poner la voz a un adulto Kunta Kinte) por poner solo unos ejemplos. También prestó su voz a no pocos anuncios televisivos (como colchones Lo Mónaco o Juguetes Febber), y por supuesto en cine. Al principio empezó con westerns y películas de acción o históricas como Razzia (La Redada), El más fabuloso golpe del far-west o Duelo a muerte en el O.K. Corral (todas ellas de 1972), además de otras producciones como  En nombre de la ley (1971) al poner la voz a Burt Lancaster, la película de Miguel Strogoff Correo del Zar (en el doblaje que se llevó a cabo en 1971 pese a que la película es de 1956) y Las aventuras de Gerard (1970), hasta llegar a ser conocido por todos gracias a su actuación de voz en films como  Blade Runner, Terminator 1 y Terminator 2: El día del juicio final (como olvidar este <<sayonara baby>> que se sacó de la manga), además de tomar el papel de Juez Frolo en El jorobado de Nottre Dame de Disney o Mufasa en El Rey León, ser el James Bond de Roger Moore, el narrador en La loca historia de las galaxias de Mel Brooks, o  ser la voz de Darth Vader en las primeras películas de Star Wars.

No se tú, pero a mi se me está poniendo la piel de gallina solo con rememorar estos fragmentos de películas, oye.

Y ojo, porque se dice que  muy pocas veces necesitó de hacer más de una toma para sus líneas. Si es que encima la clavaba a la primera y llegó a quitarle algún que otro papel al maestro del doblaje Pepe Mediavilla (echa un vistazo a su palmarés y cáete de espaldas, porque es otro de los grandes actores de doblaje que ha dado nuestro país).

Vamos, que es tanto, pero tantísimo el extenso trabajo que ha realizado Constantino Romero como actor de doblaje que es prácticamente imposible ponerlos todos los títulos en que ha participado a lo largo de toda su vida en un solo post, pero por si te interesa el tema, te dejo un link a la muy recomendable página eldoblaje.com, la cual consulto de forma habitual para muchos de los posts que te escribo, y en dónde podrás consultar todos sus trabajos al respecto.

Pero me estoy adelantando a los acontecimientos.

Entre concursos anda el juego

  Después del rollo que te acabo de soltar, habíamos quedado en que Romero empezaba a debutar como actor teatral, y pese a los nervios e inseguridades por las que pasó en su estreno sobre los escenarios, se ve que empezó a cogerle gusto a la cosa y no se paró ahí. Pues con el paso de los años participó en obras como A Elena le sienta bien el luto (en la representación del 2005), La Ronda (1986), No hay burlas con Calderón (que llevó a cabo en el Teatro Calderón de la Barca de Valladolid en 1985), o A little Night Music (2000) por solo citar algunas de las más de diez participaciones en el teatro que llevó a cabo este polifacético sujeto. Pero si quieres que te sea sincero, para mi no ha hecho mejor trabajo teatral que el que llevó a cabo en los musicales La pequeña tienda de los horrores en 1987 (dónde ponía voz a la maléfica planta Audrey II), y Sweeney Todd: el barber diabòlic del carrer Fletcher en 1995. Puede que te suene raro, especialmente si no sabes catalán, pero aunque no estés familiarizado con este idioma, te recomiendo un montón que le eches un vistazo al siguiente link y compruebes por ti mismo/a el arte que desprendía este señor al actuar y cantar sobre un escenario. ¡No me extraña nada que a este hombre se le llamara La Voz! De verdad que no tiene desperdicio.

Eso por no nombrar las contadas ocasiones en que participó como actor (en papeles secundarios y principales) en películas de producción española como La verdad oculta de 1988 (no confundir con la producción norteamericana Concussion del 2015), Olímpicamente Muerto de 1986 (donde da vida al detective Pepe Carvalho), o Lisistrata de 2002, solo por citar algunas.

Pero me estoy liando.

 Su labor en diferentes ramas de las artes interpretativas es realmente impresionante, pero si por algo saltó a la fama por méritos propios, fue gracias a su faceta como presentador de televisión. Ahí fue cuando empezó a hacerse un nombre y a ser querido por el público.  

El primero de ellos, y por lo tanto su debut televisivo,  fue el programa concurso <<Ya se que tienes novio>>, que presentó junto a Carmen Conesa de julio a octubre de 1986. Concurso que el mismo Romero definió en una entrevista posterior como <<bastante cafre>>. Lo cual no me extraña si tenemos en cuenta los tiempos que corrían y la premisa del mismo: enfrentar a dos ex-novios, cada uno de los cuales formaba equipo con sus nuevas parejas y familias, para que compitieran en diversas pruebas para lograr llevarse un apartamento completamente amueblado, de modo que el ganar cada evento del programa solo servía para conservar los premios otorgados desde el principio a cada uno de los dos ex, mientras que fracasar conllevaba la pérdida de dichos premios.

En definitiva. Un desmadre que buscaba el morbo del público y que no tuvo mucho éxito.

Pero por fin, en 1987, Constantino Romero salta al estrellato gracias al popular concurso de preguntas y respuestas El tiempo es oro. En el cual, el concursante jugaba contra reloj para superar una serie de desafíos sobre cultura general, y que en su ronda final era necesario consultar una enciclopedia junto a un equipo de dos amigos para poder alzarse vencedor.

Dicho programa tuvo tal éxito que se mantuvo en antena durante cinco temporadas antes de ser cancelado en 1992. Pero ojo, porque a lo largo de su trayectoria se llevó pa’la saca el premio TP de Oro al Mejor Programa en dos ocasiones además de nominar a Romero como Mejor Presentador (¿recordáis la revista TelePrograma o TP? ¿ que contenía la programación televisiva de toda la semana? Solo los más mayorcitos ya, ¿no? Ay… como pasan los años).

A partir de entonces, y gracias a la experiencia obtenida a lo largo de toda su trayectoria anterior en diferentes facetas del mundo de la comunicación, así como su portentosa voz y carácter afable, a Constantino nunca le faltó trabajo. De este modo, tras su paso por El tiempo es oro, le pudimos ver haciendo alguna que otra suplencia televisiva, ya fuera por vacaciones del presentador titular o por bajas de maternidad, como ocurrió con Julia Otero en el programa 3×4 (1988 y 1990) o cuando Silvia Jato tuvo que dejar de presentar temporalmente el programa Pasapalabra a finales de 2002 debido a su embarazo. Pero Romero también ejerció de presentador titular en TVE1 a través de programas como La vida es juego (concurso de cultura general sobre la vida de personajes históricos famosos y del que puedes ver un capítulo en este link) entre 1992 y 1993, así como el show Valor y Coraje, que presentó desde 1993 hasta 1995 y que trataba sobre las historias de héroes anónimos.

Sin embargo, en 1996 le vemos pegar otro gran salto en su carrera televisiva al pasarse a la cadena Antena 3 y empezar a presentar el programa musical La Parodia Nacional (basado en canciones que trataban ciertos temas sociopolíticos de España en forma de humor), y que duró hasta 2001. Pero cuidado, porque no se quedó ahí, pues durante este periodo también le vimos en Tele Risa (1997), Alta Tensión (concurso vespertino de cultura general que personalmente me encantaba y que se emitió entre 1998 y 1999), Tierra Trágame del 1999 y en homenaje al cincuenta aniversario del primer programa de cámaras ocultas Candid Cámera de procedencia estadounidense, y Una vez en la Vida (2001). Por si todo esto fuera poco, también ejercía como comentarista del show anual internacional de figuras creadas con fichas de dominó cayendo en cadena, el Domino Day (que de virgerias se veían en este programa oye), presentó no pocas galas televisivas, y fue comentarista de eventos como las olimpiadas de Barcelona’92. ¡Si es que no paraba quieto el tío!

<<That’s all Folks!>>

Entre su talento inigualable y el ritmo que llevaba en lo que a proyectos se refiere, lo de este hombre era algo fuera de serie.

Como guinda al pastel y terminar de repasar por encima su extenso currículum (créeme si te digo que me he dejado muchas cosas en el tintero para no alargarme demasiado), Constantino Romero presentó varios programas concurso en cadenas autonómicas, como La Silla para TeleMadrid, ETB y Canal Sur (concurso basado en un formato americano),  así como hacer acto de presencia junto a Jordi Hurtado en el programa de Saber y Ganar del 14 de julio de 2009, dedicado a los 50 años de historia de Televisión Española.

Finalmente, le pudimos ver por última vez en el programa Mucho que perder, poco que ganar en la cadena La Sexta, y escuchamos su voz por última vez en su actuación de doblaje para la película Un golpe de efecto (2012), en la que nuevamente ponía voz a Clint Eastwood, terminando con las palabras <<Hasta la vista>> . Tras lo cual anunció su retirada a través de su cuenta oficial de Twitter en diciembre de 2012, dando las gracias a todos por acompañarle en su carrera.

Desgraciadamente, la jubilación le duró muy poco y se nos fue demasiado temprano, pues pocos meses después, en mayo de 2013, se confirma su fallecimiento a los 65 años de edad debido a la ELA (esclerosis lateral amiotrófica), y es enterrado en el Cementerio Modernista situado en la ladera sur de Montjuic, dejando un legado enorme.

Conclusionando: Hay muchas cosas que podría añadir como despedida a este post al respecto de la figura de Constantino Romero. Que si fue la voz corporativa de Castilla-La Mancha Televisión y Radio, que si ganó el TP de Oro en 1996 y el Antena de Oro en 1999, que sus paisanos pudieron disfrutar de su labor en programas autonómicos como Un paseo por Castilla la Mancha (2005) o Nuestro campo bravo… que puso la voz aquí y allá… que le pusieron su nombre a una plaza del pueblo de su infancia… pero personalmente quiero quedarme con el cariño que demostraba a cuantos le rodeaban, a su pasión por el trabajo que realizaba, su gran humanidad, y sobre todo, estos momentos que se me han quedado en la mente con el paso de los años gracias a sus grandes doblajes. En pocas palabras, ya solo me queda por decir: Gracias por tanto Constantino Romero.

Y hasta aquí llega el post.

  Pero, ¿qué me cuentas tu al respecto? ¿tienes algún recuerdo especial de su trayectoria profesional?, ¿algún personaje al que prestara su voz y te dejara especialmente impactado? Para todo lo que quieras añadir, ya sabes que la caja de comentarios está a tu entera disposición y que me encanta leerte. También puedes encontrar más información sobre Constantino Romero en el brillante artículo que le dedican en el blog vozblaje.com, que no solo me ha servido de mucho para poder escribirte este post sino que encima está maravillosamente redactado y es todo un homenaje a su trabajo. Queda más que recomendado.

Como Recomendación de la Semana, quería hablaros nuevamente acerca de una de estas iniciativas solidarias que tanto me gustan, y que vienen a señalar que el frikismo no es incompatible (ni mucho menos) con realizar buenas obras que benefician a quienes más lo necesitan. Me estoy refiriendo a VIDEOJUEGOSPORALIMENTOS.ORG, una asociación sin ánimo de lucro que cambia videojuegos y periféricos a cambio de alimentos no perecederos para repartir entre las familias en riesgo de pobreza o exclusión social. Nada de dinero. Solo kilos de alimentos y te llevas un juego para casa, además de contribuir a una noble causa. ¿Qué más se puede pedir? En su web podréis encontrar una amplia descripción de su actividad así como su presencia en próximos eventos para que puedas ir a hacerles una visita.

Y como recomendación especial, te recuerdo que ya están disponibles las entradas para el 28º Salón del Manga de Barcelona, que este año se llevará a cabo entre los días 8 y 11 de diciembre en la Fira Barcelona de la Gran Vía. Puedes conseguir entradas anticipadas (lo cual es muy recomendable si piensas asistir y ahorrarte cola para comprar entrada) mediante este link.

 De nuevo, quiero recordarte que tú eres la otra mitad de este blog, y sin ti no existiría Tallopis-escribe. ¡GRACIAS POR ESTAR AL OTRO LADO DE LA PANTALLA!

Y un AGRADECIMIENTO ESPECIAL a todas las buenas gentes lectoras de bien que colaboran con el blog a través de la CAFETERÍA DE TALLOPIS-ESCRIBE o bien comprando mi libro de relatos cortos de ciencia-ficción <<Los Otros Tú>>. ¡¡Mil gracias por vuestro apoyo y ayuda en lograr que esta bitácora salga adelante!! Todo lo aportado servirá para sufragar los costes del blog, invertir en mejoras, novedades, y nuevos proyectos en los que estoy trabajando. También quiero hacer llegar un agradecimiento muy especial a JuanRas del podcast La Hora de los Marcianitos por darme la idea para esta entrada. ¡Gracias chavalote!

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  Y ya me despido de ti hasta la próxima. Cuídate mucho y pásalo bien.

  Salud, ánimo, éxito, y un abrazo bien grande.