A principios de los 2000 había dado un cambio absoluto en mi vida, cogiendo mis trastos y largándome a estudiar a Barcelona.
Me lo pasé tan bien y disfruté tanto la experiencia… que años después me encuentro viviendo en la misma ciudad.
Y es que esta etapa (especialmente del 2003 en adelante) fue una liberación para mí, un cambio que me hacía mucha falta, y que además me sirvió para dejar salir un poco más mi vena friki.
Y para frikada absoluta, la que encontré durante la noche de los lunes en una de las cadenas autonómicas llamadas C33 (Canal 33), la cual dedicaba un breve segmento de su programación semanal a la animación adulta, el cual se dividía en diferentes “fases” y que empezaba alrededor de la una de la madrugada (no veáis que ojeras al día siguiente en clase).
Para empezar, un capítulo del anime Evangelion, siendo la primera vez que gozaba de este anime. Seguidamente salía en pantalla un programa llamado ToonToon (que inicialmente se emitía los lunes y luego pasó a los miércoles), después del cual se emitía un episodio de la descerebrada serie de animación Kevin Spencer.
Pues ojo a este programa de ToonToon, porque personalmente me parecía una pequeña gran maravilla. El programa estaba provisto de una estética psicotrópica con un estilo underground que en realidad era pura fachada para enganchar a la audiencia, pues como casi todo lo que se emitía (y supongo se sigue emitiendo… no se como será en la actualidad) en el C33, ToonToon tenía un trasfondo cultural/minoritario, aunque en el caso de este programa estaba destinado exclusivamente al mundo de la animación. De modo que cada programa era dedicado a un famoso animador (como Katsuhiro Ōtomo, Friz Freleng, Tex Avery, o Bill Plympton entre otros) y presentar su obra. ¡Lástima que solo duraba unos 25 minutos aproximadamente, porque era muy bueno!
Además, este programa presentaba pequeñas series de animación de apenas unos pocos minutos de animación por capítulo, como la disparatada ¡Space is Dumb! (las aventuras de un astronauta que busca planetas que puedan albergar franquicias de la cadena fast food para la que trabaja), o la surrealista Joe Paradise (un sicario a sueldo que quiere empezar una nueva vida como oficinista y que se encuentra con la oposición de otros sicarios rivales que se niegan a ello). Pero de todas ellas, la que más me llamaba la atención era precisamente Kozik’s Inferno.
Llamada así por la sencilla razón de ser una creación del artista Frank Kozik, el cual es conocido por ser el autor de numerosas portadas para álbumes de rock como Americana, What a pretty fly (for a white guy), Why don’t you get a job?, The kids aren’t all right, o She’s got issues, todos ellos pertenecientes a la banda Offspring, así como también el Haunt Me de Black Dhalia, o Hooch de Melvins, entre otros muchos.
Creada por la productora W!ldbrain.Inc, la serie no deja de ser una recreación deI infierno retratado en la obra poética-filosófica La Divina Comedia, con la principal diferencia (entre muchas otras) que el protagonista de esta serie es un cerdito antropomórfico que vive en la gran ciudad y que está locamente enamorado una cantante de ópera llamada Elizabeth. Ante la expectativa de lo que parece ser un amor imposible e inalcanzable, este cerdito (conocido en la serie como El Visitante) decide acabar con su vida en un callejón oscuro, pero en el momento que está a punto de apretar el gatillo del revolver apoyado en su cabeza, un ser desconocido emerge de un agujero en llamas seguido de La Muerte en persona, que le comunica al Visitante que ha sido escogido para ser conocedor de una horrible revelación: que el infierno existe. Y que tiene la oportunidad de conocerlo antes de seguir adelante con su decisión de quitarse la vida. De este modo, La Muerte (en el papel de Virgilio) guía al Visitante a través de cada uno de los círculos existentes en este lugar de perdición eterna.
Durante toda la serie, se observa un estilo de animación y de humor muy oscuros que no se cortan un pelo ante nada para enseñar imágenes de violencia, desnudez, y de escatología diversa. Pero al mismo tiempo cuenta con una gran ironía al poner todo tipo de mensajes positivos en lugares donde no casan para nada, así como un modo de explicar la historia con un sentido de la realidad retorcido y extraño que no solo implica la perdición del lugar, sino un alto grado de locura, como si se tratara de una realidad alterna en dónde nada tiene sentido. Y aunque se nota por todas partes y a cada momento que está basado en la famosa obra del poeta italiano Dante Alighieri, tanto en escenarios como en el modo que tienen los personajes principales de expresarse (“¿Quiénes son estos que con gran pesar y grandes ayes se lamentan? // Estas son las almas pecadoras provenientes de todas las patrias, condenadas a pagar por sus viles actos cometidos en vida”). Y sin embargo, la serie no deja de tomarse múltiples libertades para adaptar esta disparatada visión del infierno a tiempos más recientes, tanto a nivel de referencias de la cultura pop como de personajes históricos.
En definitiva, la serie era extraña incluso conociendo la obra original e interpretándola literalmente, plasmada de un modo muy personal y distinto a lo habitual que personalmente me daba una cierta sensación de incomodidad en ocasiones por lo sumamente extraño de la misma, pero no por ello estaba excenta de cierta gracia y ser fiel, al menos en lo que estructura y condenas de los pecadores de cada círculo del infierno se refiere, a como los relató Dante en su momento.
Desgraciadamente, y por más que lo he buscado, no he podido encontrar nada de esta serie en internet: Ni dónde verla ni dónde comprarla. Ya me ha costado lo mío encontrar unas cuantas fotos y un link al primer capítulo en YouTube. Pero nada más, ni en YouTube, ni en la propia web de W!ldbrain, ni buscando trabajos de este autor por Google. Conocí la serie gracias al programa de ToonToon durante el 2003, y después… ¡plaf!, nunca más se supo.
Si sabes algo sobre esta serie, sobre dónde localizarla o si también la has visto, ya sabes que puedes participar libremente en la caja de comentarios y dar tu opinión. Estaré encantado de leerla y comentarla. Al mismo tiempo, toda sugerencia para el blog, opinión, si quieres recomendarme algo que añadir como “recomendación de la semana” (una tienda, un blog, un local que conozcas de temática friki, etc), o bien participar explicándome alguna curiosidad interesante para la sección de “curiosidades” y en “Fechas frikis”, etcétera, será más que bienvenido.
Como recomendación de esta semana, os sugiero que os acerquéis a la tienda de cómics y merchandising “Alien, el octavo coleccionista”, del grupo Cosmic, y que se encuentra en el número 272 de la c/Castillejos en Barcelona (al lado de las paradas de metro Sant Pau-Dos de Maig en la L5 o bien Encants en la L2). Tengo que admitir que es una de mis favoritas de la ciudad y tengo ganas de ir a hacerles una visita bien pronto. Pero si te queda un poco lejos, quieres ver que otras tiendas Cosmic puedes tener cerca, o si quieres hacer un pedido online, no dudes en visitar su página web.
Ya solo me queda recordarte que publico nuevo contenido todos los domingos, por lo que si nada lo impide, volvemos a vernos el próximo día 7 de junio.
Hasta entonces, cuídate mucho y pásalo bien.
Ánimo y éxito.
Mira que a mí me gusta Kozik (el conejo del que hablas es un «labbit» Kozik ha diseñado multiples muñecos de vinilo basados en él) y no tenía ni la más remota idea de que esta serie hubiera existido y eso que yo me pasaba por el C33 por aquella época, por ejemplo guardo un buen recuerdo del irreverente Kevin Spencer.
Yo tampoco he tenido suerte buscando información sobre esa serie, ni en sitios oficiales ni extraoficiales, intuyo desavenencias.
¡¡Hola David!! Como siempre un placer saludarte 😀
Con razón el «labbit» aparecía en toda la serie, e incluso en una entrevista que le hicieron en que dejó ver su taller, había de estos «conejitos fumadores» por todas partes. Debe ser como una seña de identidad, una firma, easter egg o algo parecido, pero no sabía su nombre- Te agradezco el dato compañero… ¡¡si es que sabes de todo!!.
La verdad es que el C33 y la TV3 llegaron a emitir series muy interesantes. Recuerdo muy bien a Kevin Spencer y su ganso Alan que solo él podía ver, así como la decadencia intencionada de la serie para acompañar su humor tan salvaje, me alegra que alguien más la recuerde y le gustara :D. Así mismo, yo era muy joven cuando las emitieron por primera vez, pero recuerdo series como «The IT crowd» (Los informáticos), o «The Young Ones» (Los jóvenes), y las risas que me dí al verlas años más tarde. Eran irreverentes (no tanto como Kevin Spencer), pero igualmente eran divertidas.
Visto lo visto, lo más seguro es que tengas razón y borraran la pista de este «Kozik’s Inferno» debido a ciertas desavenencias. No sabes cuanto te agradezco que me ayudaras en la búsqueda. ¡Eres grande!.
Un abrazo y cuídate mucho 😀