“Pero, ¿cómo es posible que no me acordara de esto? Si lo veía cuando era pequeño y me gustaba”
¿Esta frase te es familiar? ¿La has dicho alguna vez?
Para mi se volvió un hecho cuando recientemente, documentándome para otro post distinto, me encontré casualmente con esto.
Acabas de ver la intro de la serie de animación japonesa 紅三四郎 Kurenai Sanshirō, que se podría traducir como “Sanshirō Color Rojo Oscuro” (si no me equivoco), pero que fue conocida en los países de habla hispana como Sanshirō, el rey del judo o simplemente Judo boy.
Basada en el manga del mismo nombre que empezó a publicarse en la revista Shonen Jump en 1961. Aunque el anime no llegó hasta años más tarde, emitiéndose en su país de origen desde el 1968 hasta 1969, pero no llegó a España hasta 1990, en dónde fue emitida por el canal Antena 3.
Su trama no aporta nada nuevo, pues se han hecho cosas muy parecidas en muchas obras de ficción, y es la siguiente.
Nos encontramos con que el joven Sanshirō, o Sam como lo conocimos en España, es el hijo de un famoso experto en artes marciales que regenta el dojo Kurenai. Padre e hijo llevan una vida de lo más normal, hasta que un fatídico día se presenta un misterioso luchador que reta a al padre del protagonista y ambos mantienen una dura pelea. Desgraciadamente, Kurenai acaba sucumbiendo, mientras que el pequeño Sam entra en escena justo en el momento a su padre está agonizando por las heridas sufridas durante la pelea, y muriendo ante sus ojos.
Tiempo después, nos encontramos con que el protagonista de esta historia ha superado un periodo muy duro de duelo en el que incluso había decidido renunciar a las enseñanzas de artes marciales que aprendió de su padre, hasta que comprende que con este conocimiento puede cobrarse venganza contra el hombre que lo mató. Por lo que toma la decisión de recorrer el mundo y buscar al asesino para acabar con él. Sin embargo, no será tan fácil como parece, pues Sam solo cuenta con una pista: busca a un hombre tuerto que sabe artes marciales.
Aún así, se sube a su moto y emprende un arduo viaje para lograr su objetivo de encontrar a El Tuerto, al mismo tiempo que ejerce de justiciero y no duda en ayudar a quien encuentre en su camino y necesite sus servicios como experto judoka.
En sus aventuras le acompaña el pequeño Ken, un pequeño niño huérfano que ejercía de elemento cómico de la serie y al que se le daba muy bien limpiar zapatos. Ken admiraba con locura a Sam y le seguía a todas partes junto con su perro Boke, el cual tenía la curiosa costumbre de llevar gorra de visera y hacer sus necesidades sobre los villanos derrotados por Sam.
La serie era relativamente corta y contaba únicamente de 26 episodios. La verdad es que esto me parece un punto muy a favor no solo de un anime, sino de cualquier serie en general: que tenga un comienzo, y un final que no se haga de rogar tras alargar la serie innecesariamente o que incluso no se llegue a producir. ¿Qué puedo decir al respecto?, prefiero echar de menos a una serie y recordarla gratamente, antes que terminar aburriéndola. Aunque lo cierto es que en el caso de este Judo boy, muchos de los capítulos tendían a ser autoconclusivos, terminando con que Sam daba con una pista sobre el posible paradero de El Tuerto (lo cual ocurría en muy pocos casos), o descubriendo que el villano derrotado en el episodio en cuestión no es la persona que estaba buscando y debe seguir con su camino.
Pero no te vayas a pensar que por tener una trama basada en la venganza y en las artes marciales vayas a encontrarte con un épico manga de lucha, pues si bien las escenas de acción tenían su punto de interés, lo cierto es que estaba destinado a un público más bien infantil y se trataba de una serie bastante inocente en general, aunque muchas veces pareciera que los personajes corrían un peligro grave. De modo que, si no la has visto nunca, y aunque su clasificación también sea de shonen, no te creas que vas a encontrarte con algo en plan One Piece, Dragon Ball, o Naruto, ni mucho menos. Vamos, ni siquiera pienses en Ranma ½ ni en Cinturón Negro, sino que mas bien se parece a una vieja película de samuráis en formato animado y llevada a los tiempos de los años 60.
Por otro lado, dicen que las comparaciones son odiosas, pero creo que también inevitables en muchos casos. De modo que, sea cual sea en el anime o manga en que estés pensando ahora mismo y que pertenezca a tiempos más recientes, es obvio que el estilo de dibujo de Judo boy ha envejecido bastante mal, pero al mismo tiempo se le puede agradecer a títulos como este y al trabajo de su creador que fueran de los pioneros para las series de animación japonesa que disfrutamos todos hoy en día… y es que todos tenemos un origen.
Y hablando de esto. Observa bien el tipo de dibujo de este anime, ¿no le encuentras algo familiar?
Si es así, que no te extrañe, pues el manga en que se basa esta serie es uno de los primeros trabajos de Tatsuo Yoshida, el cual es también el creador de los animes que nosotros conocimos como Meteoro o Speed Racer, y Comando G entre otros muchos, además de crear el estudio de animación Tatsunoko Productions, responsables de Robotech (1985), Zillion (1987), Tekkaman (1975), y Psycho-Pass (2012) entre otros. De modo que insisto en lo de que podemos estar agradecidos al trabajo de este señor, pues no hay duda de que ayudó a convertir el manga en lo que hoy conocemos.
Como recomendación de esta semana, tengo el gusto de presentaros un blog que, a pesar de estar en activo desde el 2013, lo cierto es que he descubierto recientemente y no puedo dejar de recomendarlo, porque la verdad es que tanto en lo que se refiere a variedad de contenido como en el gran trabajo que hay detrás de cada post, es un blog muy recomendable que disfruto enormemente por la gran cantidad de curiosidades, de estas que tanto me gustan, que presenta. Me estoy refiriendo a:
mundoanimecritico.blogspot.com/
De verdad que leerlo es una gozada. En este blog encontrarás reviews y curiosidades no solo sobre anime, sino sobre cine, series, animación, videojuegos, así como artículos en detalle sobre componentes y tipos de personaje habituales en todas estas formas de explicar historias, aparte de mucho, pero que mucho más contenido variado y muy bien documentado.
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Y eso es todo de momento. Como siempre, te recuerdo que publico nuevo contenido todos los domingos. De modo que si nada lo impide, volvemos a vernos el próximo día 31 de este este mes de mayo. Hasta entonces, pásalo bien y cuídate mucho.
Ánimo y éxito.
Tu comentabas lo mío con los Telebugs pero estamos empatados, porque esta serie no me suena de absolutamente nada… estaría viendo alguna otra cosa.
Probablemente por lo corto de la serie y porque muchos de aquellos animes primigenios de Antena 3 jamás volvieron a ser repuestos.
Buen trabajo a la hora de rescatar las series olvidadas de aquellos tiempos, que son muchas y siempre tienen a recordarse las mismas (Lupin, Ranma…)
¡¡Hola David!!, ¿que tal todo? 😀
Vale, admito eso, «Judo boy» es una serie que también pasó a la lista de «Olvidadas» y que el empate con tu post rescatando los «Telebugs» es justo. Y muy seguramente sea debido a lo que comentas, que entre corta y que no volvió a ser repuesta, pues ahí se quedo. Aunque a veces se dan hechos curiosos, en que el anime llega al final (por la razón que sea) pero el manga sigue y muchos declarados fans de una serie nunca llegan a saber el final, como paso con Ranma 1/2 (aprovechando que lo comentas) o «Dragon Quest: Las aventuras de Fly». Creo que nunca lo repusieron (o al menos ahora no me suena) pero si que fue muy recordada.
Buen trabajo el tuyo con el post de «Telebugs» que publicaste en tu blog «sicosepia.wordpress.com«, pues se trata de un excelente artículo rescatando una serie olvidada. Creo que de vez en cuando hay que hacer posts como estos, precisamente para evitar que estos trabajos caigan en el olvido. Así que gracias por escribir sobre esta serie :D.
Un abrazo bien grande.
Ostras, pues mira, desconocía completamente que Fly continuara en formato manga… ¿llegó a finalizar? Porque no veas que palo cuando la serie quedaba colgadísima. AÑOS me tiré esperando a que la volvieran a hacer con «los capítulos que faltaban» hasta que descubrí que la dejaron colgadísima. Ahí hay material para post.
Recuerdo que a mi me pasó lo mismo: seguía la serie con muchas ganas y me encantaba. Un buen día los protagonistas llegan a un lago… y san seacabó. Créditos finales sin ningún aviso de que fuera el último, y esperar algo que jamás vendría.
De modo que respondiendo a tu comentario, me alegro de comunicarte que sí, hay un final en forma de manga a la historia de «Dragon Quest: Las aventuras de Fly». Y te lo recomiendo, porque es dinamita.
Si además de disfrutar la historia, ves que aquí hay material que te pueda servir para el blog, tu mismo compañero :D.
Investigaré sobre el manga, gracias. Sí que recuerdo rumores de un Fly adulto o algo así, pero a saber.
Sí que había un elemento diferente en ese último capítulo, si te acuerdas, al final de cada capítulo aparecían lo que, deduzco, era la palabra «continuará» en japonés. Pues bien, en ese último capítulo aparecía otra palabra, pero no «continuará».
Así tu intuías que pasaba algo, pero vamos, a saber.
¡Ostras! O_O, pues nunca me había dado cuenta de esto. Es quizás un poco sutil, pero si, es un indicativo de que algo iba a pasar. Felicidades por tu buen ojo y tu buena memoria… así haces estos pedazo de posts tan impresionantes que haces :D. Genial detalle y gracias por compartirlo.
Ni conocia este anime, bueno tambien es bastante antiguo y no esta entre los recordados… Es una pena porque no se ve mal, si la suerte me lo permite lo buscare para echarle aunque sea un ojo, porque a día de hoy es dificil acceder a estos contenidos para verlos
¡Gran articulo! ^^
¡¡Hola Thesevenspiegel :D!!> de David Carradine en el sentido de que el prota llegaba a un nuevo lugar, deshacía algún entuerto, y luego se marchaba para seguir buscando a El Tuerto), lo cierto es que tiene este toque especial que tiene la animación japonesa de los setenta y principios de los ochenta, como <> o >>Simba, el león blanco>>.
La verdad que tiene unos añitos *^_^*. Recuerdo verlo en A3 en sus inicios, no te digo más. Pero aunque la mecánica fuera un tanto repetitiva en ocasiones (vagamente me recordaba a <
Actualmente no me consta que esté en ninguna plataforma de streaming ni ninguna otra dedicada al anime, pero si que se puede encontrar el opening, y hasta algún capítulo suelto (en calidad discutible) por YouTube. La verdad es que me parece una auténtica lástima que este tipo de contenido pueda ser tan difícil de encontrar en la actualidad, no solo porque me facilitaría la labor para el blog en varias ocasiones, sino porque seguro que lo pasaría en grande al ver de nuevo algunas de estas series de mi infancia.
Me alegro que te gustara *^_^*
Un abrazo bien grande 😀
Muy buen artículo, no la llegué a conocer por edad. He practicado Judo algunos años y todo fue gracias la magnífica Ginger que supongo que todos la recordareis. Un saludo Llopis.
¡¡Hola Adri!!, ¿qué tal todo?, encantado de saludarte 😀
Tengo que admitir que esta «Judo Boy» es una serie que en su momento pasó muy desapercibida y sin pena ni gloria, y por lo tanto, fácilmente olvidable. De modo que incluso quienes vivieron el momento difícilmente se acuerdan… ¿pero quien dice que de alguna manera quizás abrió camino a las que vinieron posteriormente? 🙂
Aunque si que me acuerdo muy bien de Ginger de la serie «Cinturón Negro» (que yo conocí en un canal autonómico con el nombre de «Cinturó Negre»), y de como su abuelo la entrenaba duramente para las olimpiadas del 1992… ¡¡no ha llovido nada desde entonces, jajaja XD!!. Admiro mucho a quien practica artes marciales y las comprende, porque puñetazos y patadas puede darlos cualquiera, pero toda la filosofía y enseñanza que hay detrás de ello es admirable y muy interesante. ¿Te has planteado volver a practicarlo?
Muchas gracias por tu simpático comentario 😀