Manga/anime retro: «Campeones: Oliver y Benji»

Allá van con el balón en los pies

y ninguno los podrá detener

el estadio vibra con la emoción

de ver jugar a los dos, a los dos.

Solamente juegan para ganar,

pero siempre con deportividad,

y no hay nadie mejor

para la afición.

Oliver Benji

los magos del balón.

Benji Oliver

sueños de campeón.

Benji Oliver

el fútbol es su pasión.

Oliver Benji

los magos del balón.

Benji Oliver

sueños de campeón.

Benji Oliver

el fútbol es su pasión

hay que marcar otro gol.

Del primero al último jugador,

y empezando por el entrenador,

tienen que saber su papel,

para salir a vencer,

a vencer.

El orgullo de luchar a morir,

por su equipo, su ciudad, su país.

No se puede contar,

es algo especial.

Oliver Benji

los magos del balón.

Benji Oliver

sueños de campeón.

Benji Oliver

el fútbol es su pasión.

Oliver Benji

los magos del balón.

Benji Oliver

sueños de campeón.

Benji Oliver

el fútbol es su pasión

hay que marcar otro gol.

Benji Oliver.

Benji Oliver.

Benji Oliver.

Benji Oliver

sueños de campeón.

Benji Oliver

el fútbol es su pasión.

Oliver Benji

los magos del balón.

Benji Oliver

sueños de campeón.

Benji Oliver

el fútbol es su pasión.

Letra de la canción completa <<Oliver y Benji>> obtenida de la web música.com, que formó parte de la intro de la serie animada tal cual fue conocida en España.

Canción compuesta por Carlos Toro e interpretada por Miguel Morant (quien también canta las canciones del personaje de Aladdin en la película Disney del mismo nombre).

Música original con licencia de FUBA y Radio Televisione Italiana, quienes la utilizaron para la intro de la serie Lupin L’incorreggibile en 1979, siendo comprados los derechos de dicho tema musical cuatro años después para <<Captain Tsubasa>> (el nombre original de la serie <<Oliver y Benji: Campeones>>) aunque en Japón la intro tuviera un tema distinto.

¡Saludos oh buena persona lectora que vives en el universo situado al otro lado de la pantalla! Que alegría volver a escribirte después de tanto tiempo, pero por fin he podido volver con otro viaje interdimensional en forma de post creado expresamente para ti. Desde ya mismo te animo a relajarte, respirar hondo, ponerte bien cómodo y servirte una agradable bebida a tu elección para que te acompañe durante la lectura. E incluso si se tercia, no estaría mal que te pusieras la camiseta de tu equipo favorito, pues hoy vengo a escribirte sobre fútbol.

Aunque siendo sincero contigo, debo admitir que la cosa no ha sido precisamente fácil, no solo porque hoy hay mucha tela que cortar sino porque además se da la circunstancia que este que te escribe no es precisamente muy seguidor del llamado deporte rey. Sin embargo una cosa es innegable, y es que una afición que mueva tantas pasiones y sentimientos entre tantos seguidores alrededor del mundo debe tener algo sí o sí. Razón por la que me dispuse a hacer un pequeño experimento para poder descubrir que es este <<algo>> y tratar de disfrutar este deporte. De modo que siendo servidor bastante más joven que ahora, me dispuse a ver un partido entero hasta el final, tomando partido por uno de los equipos y estando bien atento a las jugadas. Pero no hubo nada que hacer y todo parecía indicar que servidor no está hecho para disfrutar del balompié. Y eso que mi equipo ganó el encuentro.

Sin embargo, no estaba dispuesto a rendirme tan fácilmente y vi dos partidos más, uno de ellos en muy buena compañía de amigos más duchos en este deporte, pues todo experimento que se precie debe repetirse al menos un par de veces para poder contrastar resultados y asegurarse que estos no han sido fruto del azar.

Pero no hubo nada que hacer. Por más que lo probara, tuve que rendirme ante la evidencia de que el fútbol y un servidor no parecemos tener buen feeling. Sin embargo, también te digo que es una afición que respeto profundamente y me niego en redondo a aceptar el tópico negativo que rodea a los alegres aficionados a este deporte, pues algunas de las personas más divertidas, bondadosas, sabias, cultas, inteligentes y hasta espirituales que he tenido el placer de conocer en esta vida siguen a un equipo en concreto de este deporte con una pasión que realmente admiro.

¿Y a donde quiero ir a parar con todo esto? Te estarás preguntando con esta sagacidad que te caracteriza, oh buena persona lectora. Pues a las primeras emisiones del canal privado Telecinco allá por marzo de 1990, gracias a las cuales nos llegó una serie animada de origen japonés centrada en dicho deporte y que se emitía por la mencionada cadena alrededor de las 20:30 (ojo al dato que eso es un horario de máxima audiencia y no precisamente infantil y lo cual ya indica que TeleCinco creía estar apostando a un caballo ganador), causando furor entre los chavales de la época incluyendo un servidor. Tanto es así que no me perdía ni un solo capítulo, completé el álbum de cromos Panini, rogué a mis padres que me compraran una camiseta con los personajes de dicha serie, y en el recreo me juntaba con otros compañeros de clase para comentar el capítulo anterior además de ver como había algunos que trataban de imitar las técnicas mostradas en este grandioso anime, como el tiro del halcón por mencionar alguna. Esta serie no era otra que キャプテン翼 Captain Tsubasa, más conocida en España como Campeones: Oliver y Benji, o Supercampeones según desde dónde me estés leyendo.

Y precisamente a esta serie va dedicado el viaje que te traigo en este nuevo post. De modo que sin más dilación ni rollos macabeos, vayamos al grano y espero que te guste.

Érase un chaval a un balón pegado

Para poder narrarte adecuadamente la trama de este anime, es necesario que nos remontemos hasta un universo alternativo muy parecido al nuestro y concretamente hasta el año 1982 del mismo, justo en el momento que Italia se levanta con la Copa del Mundial de Fútbol que se celebró precisamente en España (si, si, el de Naranjito). El mundo es un clamor unánime por este deporte, y Japón no podía ser menos.

Y es precisamente en el país del Sol Naciente en dónde conocemos al protagonista de nuestra historia, un chaval de apenas ocho años de edad que vive con verdadera pasión el fútbol y todo lo relacionado con el mismo. Tanto, que estima a su balón de fútbol hasta considerarlo su mejor amigo desde que este le salvara la vida cuatro años antes, llevándolo siempre a los pies desde entonces, entrenando tanto como le sea posible con la esperanza de convertirse en un campeón mundial. ¿El nombre de este niño? Tsubasa Ôzora, el cual nosotros conocimos como Oliver Atom debido a que todos los personajes de esta serie nos llegaron con nombres occidentalizados. De este modo, en el primer episodio vemos como Oliver se muda con su madre a la ciudad de Fujisawa (en la prefectura de Kanagawa) en parte con la ilusión de matricularse en una de las escuelas de la zona que ofrezca mayor posibilidades de inscribirse en un equipo de fútbol con otros niños de su edad para empezar a hacer realidad su sueño, y de paso hacer los amigos que le faltaron en su colegio anterior. De este modo, nada más llegar a su nuevo hogar, Oliver decide salir a explorar con la compañía de su inseparable balón… ignorando que un adulto desconocido le sigue los pasos.

Pero volviendo al amistoso y simpático Oliver, este no tarda mucho en llegar a un campo de fútbol en donde parece producirse una disputa entre varios chavales que tratan de decidir quien tiene derecho a entrenar en el mismo, siendo el centro de toda la discusión un imbatible y portentoso portero algo crecido en humos que responde al nombre de Benji Price (Genzô Wakabayashi en su versión original) quien además es el capitán del equipo San Francis (Shutetsu), rival acérrimo del equipo que parece estar llevando todas las de perder en dicha trifulca: el New Team o Newpi (Nankatsu). Tras observar la increíble destreza de Benji como guardameta, Oliver interviene en la discusión tomando partido por el New Team y tomando la decisión de inscribirse en el colegio al que pertenece dicho equipo para poder entrenar junto a sus nuevos amigos, llegando al punto que, con toda la ilusión del mundo y la modestia que le caracteriza pese a su más que notable habilidad con el balón pese a su corta edad, Oliver decide mandar un desafío a Benji.

Ignorándolo él, pero sabiéndolo nosotros, este será el punto de partida para las andanzas del pequeño Oliver en su periplo con tal de llegar a convertir su sueño en realidad junto a grandes amigos como Bruce Harper (que en su versión original se llama Ryo Ishizaki y que es uno de mis personajes favoritos por su función de alivio cómico en la serie), y el también modesto aunque sobradamente talentoso Tom Baker (Taro Misaki o Tom Misaki según desde dónde me estés leyendo), quien acaba de llegar a la ciudad para acompañar a su padre en su oficio como pintor. Pero Oliver también deberá enfrentar a fieros y decididos adversarios como el ya mencionado Benji Price, los carismáticos gemelos James y Jason Derrick (¿recuerdas su técnica de la <<Catapulta Infernal>>?), o Mark Lenders (Kojiro Hyuga) en una serie de partidos de fútbol llenos de emoción.

Y hasta aquí te puedo contar sobre la trama de esta historia. Si quieres saber más, ya sabes lo que te toca, descubrirlo por tus propios medios, porque yo no te lo pienso contar.

Si quieres saber más sobre los personajes que intervienen en esta serie anime, te dejo un link al muy recomendable artículo del blog <<El condensador de fluzo>>, que no solo han sido de lo más amables al permitirme hacer uso de dicho link, sino que además escribe con más detalle al respecto de los mismos: Personajes.

Por otra parte, si quieres ver la serie, te dejo otro enlace de lo más interesante a cierto canal de YouTube para que puedas ver el anime desde el principio (aunque te aviso que están desordenados): Capítulos.

Campeones a mogollón

Estrenada en su país de origen en octubre de 1983 en la cadena nipona TV Tokyo y producida por Tsuchida Productions, la serie cuenta con 128 capítulos con una duración aproximada de veinte minutos que fueron emitidos hasta el final de la misma en 1986.

Y ni que decir que se convirtió en un verdadero pelotazo… nunca mejor dicho.

Tanto es así que llegó a emitirse en más de 25 países entre los que se encuentran Alemania, Italia, Polonia y Francia por mencionar algunos, y con bastante éxito. De hecho, en España fue emitida de manera ininterrumpida hasta 1991, momento en que pasó a ser emitida en la cadena Antena 3 y también en La 2. Y como es de suponer, con la popularidad que alcanzó esta serie animada dentro y fuera de su país de origen, el merchandasing que se produjo a partir de la misma no se hizo esperar, llegando a ponerse a la venta los álbumes de cromos y las camisetas que te comentaba al principio, además de videojuegos a porrillo, gorras con la -N- característica del New Team, juegos de cartas para móviles, figuras de acción, un juego de Monopoly, e incluso un libro editado por Diábolo ediciones y escrito por Néstor Rubio y Miguel Martínez (autores de otros volúmenes literarios dedicados al impacto de animes como Los Caballeros del Zodiaco y Dragon Ball) llamado <<Los magos del balón. Todo sobre Oliver y Benji>>.

De hecho, la historia de Oliver Atom no termina en este anime ni mucho menos, sino que esta sigue adelante en forma de más series y OVAs (es decir, capítulos y películas distribuidas directamente en formato doméstico), muchas de las cuales incluyen nuevos personajes, tramas, algún que otro remake, y hasta líneas narrativas alternativas a la de la primera serie… ¡cágate lorito!.

Vamos, un auténtico desmadre que puede dar más de un dolor de cabeza a la hora de intentar seguir la historia de nuestro protagonista hasta el que de momento parece ser el desenlace final a sus aventuras futboleras en la animación. De modo que para facilitarte la tarea, voy a intentar relatarte a continuación el orden aproximado en que debe seguirse la historia de <<Campeones>>. Para no liar la cosa demasiado, voy a dejar al margen las historias paralelas a la trama principal, como es el caso de las OVAs Captain Tsubasa: Sekai Daikessen!! Jr. World Cup, Captain Tsubasa: Saikyou no Teki! Holland Youth y la colección de tres breves películas cuya historia empieza con  Captain Tsubasa: Europe Daikessen para seguir con Captain Tsubasa: Ayaushi! Zen Nihon Jr. y terminar con Captain Tsubasa: Asu ni Mukatte Hashire! aunque no necesariamente de forma secuencial, pues en esta trilogía abundan los flashbacks de hechos pasados. Aún así, espero que no se me escape ningún detalle importante por el camino por que la cosa desde luego tiene miga. Si este es el caso, y puedes aportar información valiosa al respecto, te agradecería que contribuyeras a ello a través de la caja de comentarios que, como siempre, está a tu entera disposición.

Escrito lo escrito, vayamos al lío.

-Shin Captain Tsubasa: Que también es conocida como New Captain Tsubasa. Desarrollada por Nipon Animation y estrenada en julio de 1989, esta serie de 13 OVAs sigue inmediatamente después de la primera serie, explicando el periplo de Oliver y sus amigos en tierras europeas como parte de la selección Sub-16. En su camino, deberán hacer frente a grandes equipos, incluyendo la selección con el mejor jugador del continente en la mencionada categoría, el cual pondrá en más de un aprieto a nuestros protagonistas.

-Captain Tsubasa J: Ojo al dato que aquí es donde empiezan las filigranas. Llevada a cabo por Studio Comet y viendo la luz por primera vez en octubre de 1994, esta serie cuenta con 47 episodios que, del primero hasta el número 33 sirve de repaso a lo ya visto hasta ahora, mientras que los 14 episodios restantes (conocidos como Captain Tsubasa J: World Youth) cuentan una historia completamente nueva que introduce a nuevos personajes así como partidos contra diversas selecciones que no se habían visto anteriormente. Por desgracia la serie se canceló antes de mostrar un final que enlace con la siguiente y última parte de la historia general.

-Captain Tsubasa: Road to 2002: Esta serie para televisión saltó al campo en octubre de 2001 en una colaboración entre Group TAC y Madhouse para su animación. Y si lo dicho anteriormente parecía algo lioso, agárrate porque vienen curvas. De los 52 episodios que tiene en total, los primeros 19 (Road to Dream) son una especie de reboot de la serie original, mientras que los once siguientes (Road to Sky Goal) nos presentan lo ya visto en Shin Captain Tsubasa y, finalmente, los episodios restantes (conocidos como Road to Victory) sí que nos presenta un final definitivo a la historia general en formato animado, revelando el destino de personajes como el propio Oliver así como Benji y Mark Lenders en lo que es la cúspide de sus carreras deportivas en la edad adulta al formar parte de equipos en primera división.

  Y bueno… esto parece ser todo. O eso pensaba yo al momento de escribir estas líneas hasta que descubrí que aún queda otra serie de Campeones. De hecho es la más reciente de todas (pues se estrenó en abril del 2018), la cual recibe el título de Captain Tsubasa 2018. Esta serie, que nos vino gracias al trabajo de las buenas gentes de David Productions, es una especie de remake que nos relata los eventos de la primera serie de Captain Tsubasa desde el principio, solo que con ciertas variaciones respecto a la trama del material original.

  Vamos, que si te animas a ver todo lo comentado, no cabe duda que tienes fútbol para rato.

¡Y empieza el partido!

  Pero volviendo de regreso a la serie original que tantas alegrías nos dio de pequeños, surge la pregunta clave: ¿Cómo empezó todo? Al fin y al cabo es bastante insólito que exista un manga/anime tan popular dedicado al fútbol teniendo en cuenta que los japoneses tienden a preferir otros deportes como el béisbol.

  Pues lo cierto es que se trata de una historia de lo más curiosa, pues el creador del manga que empezó todo este lío, el señor Yōichi Takahashi (nacido el 28 de julio de 1960 en Katsuhika), se pasó gran parte de su infancia soñando con llegar a ser un célebre… ¿futbolista?… ¡pues no! El tenía muy claro que quería ser jugador de béisbol. De este modo pasó su niñez y buena parte de su adolescencia deseando liarse a batear, hacer home runs e hincharse a marcar carreras como si no hubiera un mañana. Pero un día, llámalo destino o llámalo suerte, ocurrió que el joven Takahashi vio un partido de fútbol que cambiaría su vida de una forma que jamás habría imaginado al ver jugar al delantero argentino Mario Alberto Kempes <<Matador>> durante el Mundial de Fútbol de 1978 (muy posiblemente este partido fuera la final contra Holanda y en el cual dicho jugador marcó dos de los seis goles que marcó en todo el campeonato). Desde entonces, Takahashi se quedó entusiasmado con el deporte rey, y como ya en aquel momento estaba demostrando sobradas cualidades para el dibujo, decidió crear una historia dedicada al fútbol. Tardó un tiempo, porque quieras que no, guionizar y dibujar una historia no es cosa de risa, pero finalmente terminó un primer borrador del género spokon, o manga deportivo, que presentó a la editorial nipona Shueisha y que le sirvió para quedar muy bien clasificado en la 10ª edición de los premios Fresh Jump.

  ¿El nombre de la obra presentada? Seguro que lo adivinas… se trataba de Captain Tsubasa.

  A raíz de este primer éxito, Takahashi recibió el encargo de convertir aquel primer borrador en una historia regular que se publicó por primera vez en 1981 en la célebre revista Weekley Shonen Jump, destacadísima publicación del mundo manga que ha visto nacer auténticas leyendas como Boku No Hero Academia,Yuu Yuu Hakusho, Death Note, Dragon Ball o mi queridísima One Piece.

  Había nacido una estrella.

  El éxito y la buena acogida de Captain Tsubasa fue sencillamente arrollador. Tanto, que Yōichi Takahashi llegó a contar con el respaldo de la Asociación de Fútbol japonesa para llevar a cabo su obra que, apenas tres después, daría el salto a la pequeña pantalla para convertirse en el anime que tantos conocimos y admiramos aunque tardara cerca de seis años en llegar a Europa y America Latina.

  Volviendo al manga, este llegó a tener la friolera cantidad de 37 volúmenes que se fueron publicando de forma ininterrumpida desde 1981 hasta 1988. Pero no te creas ni por un momento que la historia de Oliver Atom/Tsubasa Ôzora en las viñetas se quedó ahí ni mucho menos.

  De este modo, y ciñéndonos solamente al canon de la historia central sin contar tramas paralelas independientes o historias cortas, el manga de Captain Tsubasa están compuesto de las siguientes series regulares:
 

-Captain Tsubasa World Youth: Compuesta de 18 volúmenes publicados entre 1994 y 1997 que seguramente fueron el material base del que partió el anime Captain Tsubasa J.

  -Captain Tsubasa Road to 2002: Con 15 volúmenes que vieron la luz entre 2001 y 2004.

  -Captain Tsubasa Golden-23: Siendo una continuación directa del anterior y llegando más lejos en su trama de lo que hizo el anime. Contó con 12 volúmenes publicados entre 2005 y 2008. Dicho de otro modo, si te has visto todas las series animadas y OVAs y tienes ganas de más, que sepas que el manga siguió adelante con la historia de Oliver y compañía. Posteriormente a Golden-23 se publicaron dos historias paralelas, aunque canónicas llamadas Kaigai Gekito Hen en dos partes. Una de dos volúmenes publicados en el 2009 y otra de 6 volúmenes que fueron publicadas entre 2010 y 2012.

  -Captain Tsubasa Rising Sun: De lejos, es la serialización más larga de todas. Empezó en 2013 y, por lo que he podido averiguar, parece que sigue publicándose al momento de escribir estas líneas. No obstante, se rumorea que a principios de este año 2023, el propio Yōichi Takahashi dijo que el próximo arco de Rising Sun (que curiosamente se llamará The Final) sea la conclusión de la historia central de su obra magna.

  Y es que con más de cuarenta años que han pasado desde que empezó esta historia, igual ya va siendo hora de que Oliver, Benji, Tom y los demás se den un merecido descanso.

  Conclusionando: Quien más quien menos, todos nos hemos reído alguna vez con los clásicos memes que circulan por internet y que tan alegremente bromean con el hecho de que en los campos de fútbol que vimos en el anime tienen horizonte (hay incluso quien se ha parado a calcularlo para llegar a la conclusión de que los personajes deberían correr a 150 km/h para recorrer el campo de punta a punta en un capítulo y que los estadios deberían medir 18 kilómetros de largo… ¡increíble!), que un chaval de 10 años pueda chutar a tal potencia que el balón rompa la red de la portería, o con las fantásticas acrobacias y piruetas que eran capaces de hacer los protagonistas. Y todo esto está muy bien. Son un indicativo de que la serie caló muy hondo entre el público así como de la gran popularidad de la que gozó hasta el punto de quedarse en nuestro recuerdo. Aparte que la serie también tenía sus puntuales momentos cómicos.

  Por otra parte, también me gustaría resaltar que, aparte de ser emocionante, divertida y dejarte muchas veces con el corazón en vilo, la serie original nos dejó grandes lecciones que siempre viene bien recordar, como el afán de autosuperación pese a todos los obstáculos y dificultades, que si se tiene un sueño uno debe empaparse bien del mismo y dedicarle todo el tiempo posible con tal de mejorar y seguir aprendiendo. Oliver, Benji, Tom, Bruce, Mark y los demás, sea cual sea el nombre con que los conociste, nos enseñaron acerca de la amistad, de la constancia, de que todos tenemos nuestras historias personales y nuestras circunstancias, e incluso que <<rivales>> no significa <<enemigos>>.

  Recuerdo verla con gran ilusión cuando era niño, pero ahora de adulto, tras ver varios capítulos otra vez y escribirte este post, creo que también nos estaba haciendo mejores personas.

  Pensándolo bien, y aunque no sea del modo habitual, creo que el fútbol si me gusta.

  Y hasta aquí llega este post.

  Pero, ¿qué me cuentas tu al respecto?, ¿recuerdas haber visto esta serie?, ¿con que te quedas después de haber emprendido este viaje interdimensional en forma de post? Como siempre, ya sabes que la caja de comentarios está a tu entera disposición para lo que quieras compartir y que me encanta leer tus historias.

  Cómo recomendación de la semana quiero hablarte nuevamente una de estas iniciativas que tanto me gustan y que se sirven de los videojuegos como medio para hacer un gran bien a quienes más lo necesitan. Me estoy refiriendo a Fundación Juegoterapia, cuya finalidad me parece más que admirable. La idea salió en 2010, cuando a su fundadora Mónica Esteban se le ocurrió darle una PlayStation a un niño ingresado por un tratamiento de quimioterapia. En un ambiente tan atemorizante como este, echar unas partidas cambió el modo en que este joven aventurero vivió su experiencia. Desde entonces, el proyecto Juegoterapia se dedican a recoger consolas y videojuegos para donarlos a los hospitales, además de recaudar donativos de socios, y voluntariado, para crear jardines, áreas de juegos, y hasta cines para que los niños con cáncer. Te dejo el link directo con todas sus actividades, proyectos, información, y modos en que se puede colaborar con su gran labor.

www.juegaterapia.org/

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