Editorial: Salamanadra // Título original: Hundraåringen som klev ut genom fönstret och försvann // Primera edición: 2009 // 416 páginas // Tapa blanda // Autor: Jonas Jonasson (Per Ola Jonasson)
Hay libros que sin conocerlos absolutamente de nada, impactan solo leer el nombre.
Por un momento no estás seguro de haber leído bien el título, y lees de nuevo.
Habías leído bien.
Luego te preguntas si el título será simbólico o si, por increíble que parezca, será un título que indica literalmente alguna parte importante de la trama. Sea una cosa u otra ya da lo mismo, porque llegado a este punto el libro ya te ha llamado la atención lo suficiente como para que te decidas a leer la contraportada.
¿Te ha pasado alguna vez?
En el caso de este El abuelo que saltó por la ventana y se largó, yo no solo leí la contraportada, sino que encima salí de la librería con el volumen metido en una bolsa de papel con publicidad del establecimiento. Cómo es lógico, el siguiente paso fue colocarlo al montón de libros pendientes, y cuando le llegó su turno lo leí.
¿Pero te gustaría a ti?
Permíteme que te describa la trama de este libro y puedas decidir por ti mismo.
La novela empieza el día en que su protagonista, Allan Karlsson, cumple 100 años.
En el comedor de la residencia de ancianos dónde vive, están todos sus compañeros esperándole, junto a esta enfermera con quien se lleva tan mal, así como la prensa local y el alcalde de la ciudad. Todos ellos pendientes de que Allan salga de su habitación para cantarle cumpleaños feliz y celebrar el acontecimiento con una gran tarta.
Sin embargo, Allan no tiene ningunas ganas de participar en esta farsa. Solo piensa en alejarse tan lejos sea posible de tan triste lugar y encontrar un sitio tranquilo dónde tomarse una copa. De modo que no se lo piensa dos veces, se viste con su mejor traje, y salta por la ventana de su habitación al patio trasero de la residencia, marchándose pasito a pasito hasta la estación de autobuses, dispuesto a tomar el primer vehículo de línea que vaya hasta… bueno, que vaya hasta lo que den de sí los pocos euros que tenía ahorrados. Mientras espera en la estación, un joven muy maleducado le pide que le vigile la maleta mientras atiende “una urgencia” en el lavabo.
Al poco llega el autobús, pero el joven aún no aparece, por lo que Allan decide que el mejor modo de vigilar la maleta es llevársela consigo. Y con este pensamiento en la cabeza, sube al vehículo tan feliz mientras arrastra la maleta.
En su camino conocerá al hombre más preparado de Suecia, viajará con un elefante, comerá la sandía más cara del mundo, leerá una versión de la biblia con un final más bien chocante, y, sobre todo, hará nuevos amigos a quienes narrar la historia de su vida, y de cómo su amor por hacer explotar cosas le sirvió para ver bailar a Franco, emborracharse con el presidente Truman, conocer el hermano tonto de Albert Einstein, o pedirle a Kim Jon-Il que le organice las vacaciones, entre otras peripecias.
Nuestro protagonista se las ve tan feliz hasta que descubre que el contenido del misterioso maletín que le da el joven maleducado. Un contenido por el cual una peligrosa banda de delincuentes le busca para matarle, mientras que la policía también le busca para llevarle de vuelta a la residencia.
Y hasta aquí voy a contaros. Si queréis saber como siguen las peripecias de Allan, tendréis que leerlo. Por supuesto, algunos habrá que piensen que con ver la película homónima estrenada el 2013 ya vale. Pues voy a dar un consejo predecible: mejor léete el libro. Desde luego que eso de “lo del libro es mejor” es una frase manida y muy poco original, pero créeme, el libro es mucho mejor que la película. O al menos en este caso. Piénsalo de esta manera: la película se hizo en base al éxito de la novela, pero la película no tuvo tanta suerte.
Aunque bueno, eso de que el libro es mejor, es discutible. Personalmente, yo me divertí mucho leyéndolo y tiendo a recomendarlo. Pero también soy plenamente consciente de que no es un libro para todo el mundo, lo cual es una lástima.
El libro combina la aventura de Allan en el presente, con todas las peripecias que ha protagonizado a lo largo de toda su vida en compañía de personajes histórico de los últimos cien años. En ambas líneas narrativas, se producen toda una serie de situaciones absolutamente disparatadas llena de personajes exageradamente pintorescos, y cuyo conjunto de todo tiende a rozar un surrealismo desbordante que va creciendo a medida que se avanza en la lectura. Tanto, que para muchos lectores llega cierto punto en que la novela parece un cuento absurdo sin pies ni cabeza, en vez de una comedia de enredos que pretende explicar una historia divertida y optimista.
Pero uno de los mayores problemas que le veo, es con la trama de la vida de Allan a través de los últimos cien años. Pues la novela se toma un gran número de libertades creativas con ciertos acontecimientos y personajes históricos. Lo cual hará que unos lectores se rían con grandes carcajadas, mientras que otros tiendan a fruncir el ceño pensando que todo es una gran burla.
De hecho, con todas las personas que conozco que se han leído este libro, nunca me he encontrado con un punto medio. O bien se odia o se ama. Por lo que si te pica la curiosidad y tienes dudas al respecto, todo lo que puedo decirte es que lo leas, pero con la mente bien abierta y teniendo en cuenta que solo es un libro con intención de contar una historia divertida sin más, de modo que no te lo tomes muy en serio.
Si consigues esto, te encontrarás con una novela ágil, amena, y cercana, con el único propósito de explicar una historia divertida, llena de situaciones paródicas por su extravagancia, y con un conjunto de personajes tan variopintos que solo puedes llegar a quererlos. Empezando por el propio Alan: un optimista a prueba de bomba que siempre termina encontrando soluciones tan divertidas como originales para superar todas las terribles dificultades y desgracias que se llegan a presentar en su vida.
Porque si algo tiene este libro de positivo, si logras encontrarle el punto, será gracias a su desbordante optimismo. Más que novela cómica, es más bien un cuento para adultos que sustituye la magia por surrealismo y que parece gritarte en todo momento que nunca te rindas, que por mal que estén las cosas, tarde o temprano, y de un modo u otro, siempre se puede encontrar una solución. Muy posiblemente esta fuera la intención de su autor Jonas Jonnasson al escribirlo.
De lo contrario, si te lo tomas muy en serio, terminarás irremediablemente por tomarle manía al libro y es posible que lo aborrezcas o ni siquiera lo termines, argumentando que es una trama sin ton ni son que se burla de la historia. Lo cual sería una verdadera lástima.
Y hasta aquí llega esta entrada.
Como recomendación de esta semana, te dejo la oportunidad de visitar un supermercado virtual friki. Encuentra todo tipo de comestibles y merchandising que puedes comprar en la web y recibir en casa. Aunque eso sí, mírate bien la información de cada producto, porque algunas cosas son caras e igual no son tan grandes como crees.
lafrikileria.com/es/140-supermercado-friki?p=2
Te recuerdo que publico nuevas entradas del blog cada domingo, por lo que nos volvemos a ver el próximo día 3 de mayo. También puedes seguirme por twitter, en dónde publico nuevo contenido prácticamente a diario (@TALlopis).
Cuídate mucho y pásalo bien.
Ánimo y éxito.
¡Hola, T. A.! Pues fíjate que lo tengo en la estantería en la sección pendientes. Me lo regalaron por un Sant Jordi y lo dejé ahí. Tu reseña me ha motivado a sacarle el polvo, lo que apuntas me gusta. Si algo debe conseguir una novela es una reacción en el lector. El humor también es un aliciente y, bueno, nunca he sido demasiado escrupuloso con los errores históricos. Me basta con que la trama funcione.
Por lo que comentas, me parece muy del estilo de David Saffier. No sé si andaré muy errado. Un abrazo!
Hola David, siempre es un honor y un placer que dejes caer por estos lares. Bienvenido de nuevo :D. Ay, esta sección de «pendientes» que a más de uno se nos acaba convirtiendo en una montaña jajajaja. Al respecto de este libro solo puedo recomendarte que pruebes a leer unos capítulos y a ver que te parece, eso sí, este libro exige tener la mente muy abierta. La verdad es que disfruté mucho de este «El abuelo que saltó por la ventana y se largó», y ahora que lo dices, si que le encuentro muy parecido a David Saffier, sobretodo en libros como «¡Maldito Karma1» o «Jesús me quiere». Sin embargo, luego leí «La analfabeta que era un genio con los números» y ya ofrece una perspectiva mas dura dentro de su línea, e igual ocurre con «El matón que quería entrar en el cielo», y aunque tienen su gracia y sus momentos que son agradables de leer, en general no me gustaron tanto. Un abrazo bien grande :D.
Un lectura un tanto inquietante cuando he leído el título. No sabía que también hacías reseñas. (¡Si es que eres un artista!)
No lo he leído, pero es el tipo de mensaje, que buscaría para estos días. Lo posible. Ya bastante mal está el percal cómo para estar de tristeza (qué también es válida) pero que tengo ganas de reírme un rato. No me atrevo a pedir nada en estos días porque los repartidores también se arriesgan al contagio, así que por un uso responsable, no voy a pedir nada en Amazon.
Me ha parecido una lectura muy divertida y con ese punto de locura que nos hace falta algunos (a mi, ¡presente!) Que lo de estar confinado, ya se pasa tres cuartos. Así que si tengo oportunidad, lo adquiriré.
Felices días!!
Hola Keren, encantado de verte por aquí, ya sabes que siempre eres más que bien recibida :D. Bueno, tanto como «artista» no se *^_^*, hago lo que buenamente puedo, pero muchas gracias por tus bellas palabras, comentarios como este son los que dan buena energía y motivan para seguir :D. Lo cierto es que (insisto) si se tiene la mente abierta, realmente este libro aporta un mensaje muy positivo bajo el ejemplo de optimismo inalterable de Allan. Los sentimientos son los que son, todos sirven para algo, todos tienen un trabajo que hacer en cada uno de nosotros, tanto los que son agradables como los que no son tanto, pero si que es verdad que ahora igual viene bien algo de buen humor, optimismo, y unas buenas risas.
Tengo que felicitarte de nuevo, no solo eres valiente, sino que muestras una gran empatía. Ojalá que más personas hicieran como tu respecto a pedir por mensajería mediante Amazon o la web que sea, y aunque entiendo que algunas personas no tienen más remedio al margen del confinamiento, lo cierto es que los repartidores también están expuestos (como bien dices). Lo cierto es que cada noche cuando salgo de trabajar, siempre veo algún repartidor de Glovo y me sabe mal por ellos, por el modo en que también se arriesgan. Y si su trabajo tuviera un salario digno y unas condiciones adecuadas, aún, pero es que ni eso.
Pero me estoy liando.
Este libro realmente es una lectura distinta a lo habitual, y si que también aporta este puntito de locura a veces tan necesario, especialmente ahora. Pero bueno, piensa que el confinamiento puede ser difícil de pasar, pero si vale la pena, bienvenido sea. Mientras, pasamos el tiempo como buenamente se pueda, y me alegra ver que dentro y fuera de internet hay gente que está sacando lo mejor de sí mismos y contribuyen que todos seamos un pilar de apoyo mutuo para superar este proceso.
Un abrazo bien grande y mucho éxito en todo lo que te progongas:D.
A mi me gustó muchísimo. Lo leí en una época que necesitaba reír y no me tomé al pie de la letra los hechos históricos. Me resultó muy divertido. Sé que tiene una segunda parte pero aún no me he lanzado a buscarla. Saludos
Hola Beatriz, encantado de saludarte :D. No deja de ser curioso como a veces acuden a nuestra vida los libros (u otros) que más necesitamos según el momento, ¿no te parece? La verdad es que a mi también me llegó este libro en un momento que me hacía falta reír, pero sobretodo en que el optimismo de Allan me vino de maravilla. Espero que actualmente te encuentres mejor y que nunca pierdas la risa. La verdad es que es un libro que puede resultar muy ameno.
¿Al decir «segunda parte» te refieres al libro «El abuelo que volvió para salvar el mundo»? No lo he leído (aún) ni tampoco se nada sobre él, pero puede estar interesante.
Muchas gracias por tu simpático comentario. Un abrazó :D.
¡Hola! Si, creo que es ese el título de la continuación.
Por cierto que ya tengo tu blog fichado, nos iremos viendo por aquí 😉
¡¡Hola Beatriz!!, encantado de saludarte y volver a verte por aquí :D. ¿Qué tal estás?
Verás, he estado buscando al respecto y me he encontrado con algo muy curioso. Resulta que hay una segunda entrega de la película y que se llama «El abuelo que no pagó la cuenta y se largó», pero me parece que tiene poco o nada que ver con la secuela del libro que, efectivamente, se trata de «El abuelo que volvió para salvar el mundo», el cual aún sigo sin haberme leído, pero he encontrado esta información que puede ser de tu interés.
www.salamandra.info/libro/abuelo-que-volvio-salvar-mundo
Me hace mucha ilusión que me tengas «fichado» y me encanta tenerte por aquí. Eres más que bienvenida al blog siempre que quieras dejarte caer.
Un abrazo bien grande :D.