Cine Retro: La Máscara (1994)

  <<Todos llevamos máscaras en un sentido metafórico>>

  En mi adolescencia leí <<El extraño caso del doctor Jekyll y Mr.Hyde>> del afamado autor Robert Louis Stevenson (al que también le debemos <<La isla del tesoro>>).

  Aunque uno nunca leyera el libro, lo cierto es que esta obra tuvo tal repercusión cuando se publicó allá en el año 1886, que casi de inmediato paso a formar parte no solo de la literatura universal sino de la cultura popular, por lo que su trama es de sobras conocida incluso hoy en día.

  Para no alargarme mucho, resumiré este libro como las desventuras de un abogado llamado Gabriel John Utterson, quien investiga lo ocurrido a uno de sus mejores amigos, el doctor Herny Jekyll, quien descubrió el modo de crear un bebedizo con la facultad de dejar a un lado la parte humana de cada persona y potenciar la versión más primaria y oscura de quien la ingería. De este modo, cuando el buen doctor se pimplaba la pócima de su invención, este se convirtió en un individuo mezquino, perverso, de gran fortaleza física y de mentalidad criminal llamado Edward Hyde.

  En definitiva, se transformaba en un ser poderoso y libre de toda inhibición, por lo que no sentía ningún reparo en dar rienda suelta al lado más sombrío del desventurado doctor para cumplir sus deseos más ocultos.

  Vamos, que es un pedazo de libro más que recomendable y no es de extrañar que sea tan reconocido, pues toca varios temas que siempre han fascinado a la humanidad, como es la eterna lucha entre el bien y el mal que se produce en el interior de cada uno de nosotros o el resistirse a los propios impulsos, a través de una trama inquietante y absorbente.

  En definitiva, me lo pasé bomba leyendo esta novela, que pese a su brevedad, plantea todo un cúmulo de cuestiones de lo más interesantes entre sus páginas y que da pie para muchos debates muy prometedores mientras se argumenta acerca de lo insinuado a través de sus líneas bajo la excusa de una trama de ambientación gótica con tintes policiales.

  Pero me estoy liando.

  A dónde quiero ir a parar es… ¿te imaginas que existiera un sistema para poder dar rienda suelta a ese lado de cada uno que permanece oculto, derribando toda inhibición, y dotar a quien lo llevara a la práctica de tal poder que pudiera hacer realidad incluso aquellos sueños que no nos atrevemos a confesar ni a nosotros mismos? Y por supuesto la siguiente pregunta que te planteo para que reflexiones sobre todo este tema es, ¿lo usarías si lo tuvieras al alcance?

  Da en que pensar, ¿verdad?

  Pues por sorprendente que parezca, todo este rollo psicológico-filosófico que te acabo de soltar en la intro del presente post, me viene de perlas para presentarte una de las películas cómicas más divertidas e hilarantes que se estrenaron en el año 1994: La Máscara (originalmente conocida como The Mask), la cual se convirtió en una de mis películas favoritas de los noventa. Tanto, que la vi un montón de veces.

  Escrito lo escrito, paso a comentarte ya mismo la trama de esta película, no sin antes sugerirte que te pongas bien cómodo, te sirvas una agradable bebida a tu elección, y te prepares para el torbellino que está a punto de desatarse.

  Bienvenido/a, buena persona lectora, y espero que te guste el post *^_^*.

  <<¡Démosle marcha a este local!>>

  Esta historia empieza con el empleado de banca Stanley Ipkiss (Jim Carrey). Y pese al manido tópico que existe sobre los banqueros, el amigo Stanley es un buenazo. Un gran chico con un corazón de oro, tímido, amable, humilde, y al que pocas cosas le gustan más que regresar a casa para poder jugar con su adorable perrito Milo (que en realidad se llama Max) y disfrutar de los clásicos animados que tanto ama.

  Con todo esto, y con la sagacidad que te caracteriza, seguro que ya te ves venir que Stanley es el típico sujeto al que todo el mundo le pasa por encima: su mejor amigo Charlie (Richard Jeni) le vacila, su jefe le pisotea, sus compañeros del trabajo se aprovechan de él, su casera, la señora Peenman (Nancy Fish) le menosprecia, en el taller mecánico donde lleva a reparar su coche le toman el pelo, le asaltan un grupo de maleantes, y encima no se come un colín por su falta de confianza en sí mismo. Pero por bueno que uno sea, todos somos humanos y Stanley no es la excepción, por lo que poco a poco se siente cada vez más frustrado pero siempre fiel a la filosofía de poner la otra mejilla.

  Sin embargo, ignorándolo él pero sabiéndolo nosotros, la vida del amigo Stanley está a punto de cambiar de forma totalmente imprevisible y alocada.

  Primero porque entra en su vida la cantante Tina Carlyle (Cameron Díaz), de la cual Stanley se enamora perdidamente, y que acude al banco donde trabaja nuestro protagonista con el pretexto de abrir una cuenta. Pero en realidad lo que pretende es hacer una grabación con cámara oculta para poder capturar las medidas de seguridad del lugar para que su novio pueda planear un audaz atraco al establecimiento. Me estoy refiriendo al peligroso delincuente Dorian Tyrell (Peter Greene), quien utiliza a la chica para llevar a cabo sus propios planes criminales con la intención de poder reunir el suficiente dinero como para arrebatarle el puesto a su despiadado jefe Niko (Orestes Matacena) y ocupar su lugar como el más grande líder mafioso de toda Edge City/Ciudad Límite, gobernando así toda la urbe con mano de hierro.

  Pero esto es solo la punta del iceberg, pues tras una noche de lo más desastrosa, Stanley se encuentra con una extraña máscara de origen desconocido, y que convierte a su portador en una versión potenciada de su lado oscuro, además de otorgarle impresionantes poderes sobrehumanos para que de rienda suelta a sus más ocultos deseos mientras dure la noche.

  De este modo, el bonachón Stanley se convierte en un ser todopoderoso, lleno de autoconfianza y seguridad en si mismo, dotado de cualidades sobrenaturales basadas en los dibujos animados que tanto admira, como convertirse en un torbellino humano o sacar objetos de la nada: La Máscara. En un principio Stanley decide usar sus nuevas habilidades para convertirse en un superhéroe vinculado al bien… pero la Máscara tiene sus propios planes y cada vez toma mayor control de Stanley. Tanto es así, que esta aprovecha para atracar el banco que pretendían robar los matones de Dorian antes que estos, logrando llamar la atención del ambicioso delincuente Dorian, al mismo tiempo que el teniente Kalloway de la policía de Ciudad Límite (Peter Riegert) trata de hacer todo lo posible por meter a Ipkiss en prisión por los actos llevados a cabo por La Máscara.

  Y hasta aquí te puedo contar, oh buena persona lectora que vives  en el universo situado al otro lado de la pantalla. ¿Cómo terminará todo este follón? ¿logrará Ipkiss demostrar su inocencia?  ¿será finalmente poseído por la Máscara? ¿Dará Dorian con él y con Tina antes de que puedan pararle los pies? ? ¿y que extravagantes aventuras vivirá Stanley con los poderes de este misterioso artefacto? Si no has visto la película, solo hay una manera en que puedas saber la respuesta a todas estas preguntas: ver la peli, por que yo no te lo pienso contar.

<<Con estos poderes podría ser ¡¡un súper héroe!! Lucharía contra el crimen, protegería a inocentes ¡velaría por la paz mundial!. Pero antes…>>

  Esta película dio mucho de que hablar en el momento de su estreno y fue todo un éxito de taquilla. Contando con un presupuesto de 23 millones de dólares, llegó a recaudar más de 350 millones en todo el mundo. Y más todavía con la llegada de la película al formato doméstico, primero en VHS, y posteriormente en DVD y un Blue-Ray que entre sus extras cuenta con varias escenas eliminadas de lo más interesantes.

  Personalmente no me extraña, porque nos encontramos con una divertida película de aventuras llena de momentos cómicos realmente hilarantes, situaciones tan rocambolescas como tronchantes, y con un buen montón de frases que se quedan en la mente de uno incluso tiempo después de ver la cinta debido a lo entretenidas e impactantes de las mismas. Entre algunas de ellas destacaría la visita de la Máscara al taller de reparaciones, cuando los agentes de Kalloway vacían los bolsillos de la Máscara, el momento en que Stanley se atreve a enfrentarse a su superior, el baile en el club nocturno Coco Bongo, o el estrambótico número musical de Cuban Pete, por citar solo algunos de ellos.

  Y además está el perrete Milo (Max), que es sencillamente adorable.

  Vamos, que no es una producción perfecta, pero las risas que se da uno viendo esta película bien valen la pena.

  ¿Pero de dónde sale este personaje?

  Pues si te digo la verdad, me sorprendió mucho descubrir que no se trata de una idea original para la película, sino que se basa en un cómic previamente existente, el cual fue ideado a principios de los ochenta por Mike Richardson (conocido por ser el fundador del sello Dark Horse Cómics), pero que no fue publicado hasta 1987, momento en que Richardson contó con el trabajo para el guión de John Arcudi (que no solo es una de las cabezas calientes tras Rumble, sino que ha trabajado en diversos títulos del noveno arte como Barb Wire, Two Moons, la adaptación en viñetas de los mundos de Terminator, Alien, y Predator, e incluso ha trabajado codo con codo con el gran dibujante Mike Mignola en su serie B.P.R.D… ¡casi nada). Mientras que el arte y dibujo ya es cosa de Dough Mahnke, quien también ha participado en diversos tomos de Green Lantern, la saga Trinity Wars de Justice League, y con otros grandes personajes de DC como Batman y Superman. Vamos, que ambos tienen un palmarés de lo más admirable en el mundo de las viñetas.

  Sin embargo, confieso que me siento de lo más sorprendido.

  Verás, a lo largo de esta última semana, he tenido la suerte de leer varios de los cómics originales de The Mask (no solo por documentación, que también, sino porque los cómics me chiflan *^_^*), los cuales sirvieron de inspiración para la película cómica, alegre, y divertida que nos ocupa. Y la verdad, no pueden ser más distintos.

  De hecho, el cómic de The Mask es mucho más oscuro que la cinta, además de contar con un contenido pensado exclusivamente para mayores de edad debido a la violencia explicita de la que hace gala, hasta el punto que el protagonista no se corta un pelo a la hora de aniquilar a quienes considera sus enemigos de las formas más brutales. Es más, incluso los personajes del cómic original que hacen acto de presencia en el film, como el teniente Kalloway (que llega a ser el protagonista en varios números) y Stanley Ipkiss, cambian totalmente para mostrarnos un aspecto mucho más resentido y sombrío en las viñetas. Especialmente me ha llamado la atención este último, pues mientras que el Ipkiss de la película es una persona encantadora y noble, su predecesor de las viñetas resulta ser un individuo mezquino, amargado, y resentido que aprovecha los poderes de la Máscara (o el Cabezón como es conocido en los cómics) para dar muerte a todas las personas que le humillaron alguna vez en la vida o fueron desagradables con él, incluyendo una maestra de escuela de cuando era pequeño, a la que no duda en dar una paliza frente a un grupo de aterrorizados niños.

  Sin embargo, el cómic tuvo un éxito bastante notable, por lo que tras los cuatro primeros números, se produjeron varias continuaciones en las que diferentes personajes se encontraban con la Máscara y hacían de las suyas, eso por no hablar de crossovers de lo más interesantes con personajes del cómic muy conocidos como El Jóker (o El Guasón según desde donde me estés leyendo), el cazarrecompensas galáctico conocido como Lobo,o  The Grifter (que en un principio era propiedad de Wildstorm Studios antes de pasar a DC Comics).

  Además, estas apariciones del personaje en las viñetas se repopularizaron tras el estreno de la película de 1994. De hecho, se puso a la venta un cómic oficial de la película, el cual recomendaría a todos los fans de la misma debido a que en este volumen se narran varias de las escenas eliminadas y se explican varios acontecimientos que no se ven en el montaje final de la cinta.

—————-Entrando en la Dimensión Spoiler. Sigue leyendo bajo tu responsabilidad—————–

  Vale, admito que no me gusta mucho visitar la Dimensión Spoiler (aún estás a tiempo de saltarte esta parte si no has visto la película), pero creo que muchas de estas escenas que te comentaba antes son demasiado jugosas como para dejarlas escapar así como así.

  Para empezar, en el cómic podemos ver el origen de la Máscara con mucho más detalle que en la película (en la cual se cuenta demasiado por encima) al mostrar como un grupo de navegantes vikingos llegan hasta las costas de lo que en un futuro será Edge City, atemorizados por el cargamento que llevan consigo: una caja que esconde un mal tan destructivo y sobrenatural (la misma que se ve al principio de la película), que deciden encadenar y lanzar al fondo del mar en tan remotas tierras para que ninguna persona la pueda encontrar.

  Pero más interesante es que nos paremos un momentito a comentar acerca de cierta reportera del periódico Edge City Tribune que vemos en la película: Peggy Brandt. Aparentemente esta hace buenas migas con Stanley, y que tiene mucho que decir en la película. Sin embargo, lo que nunca llegamos a ver en la cinta, pero si en el cómic oficial, es que Peggy tiene serios problemas económicos. Tanto, que su casero la amenaza con echarla de su piso salvo que pague todas las mensualidades que debe de alquiler, razón por la que la reportera no ve otro remedio que negociar con Dorian y traicionar a Stanley por una buena cantidad de dinero pese  a que lo aprecia. Además, en los primeros guiones de la película, Peggy moría asesinada de la misma manera que vemos en el cómic oficial, hasta que el director del film decidió omitir esta escena y poder aprovechar al personaje en una supuesta secuela de la película.

  Por último, y ya salimos de la Dimensión Spoiler, me parece interesante la escena del cómic en que vemos como Stanley es atracado por unos matones frente a los cuales no tiene más remedio que entregarles la única posesión valiosa que lleva encima para que le dejen en paz: un reloj de pulsera. Esto aparece en el cómic oficial pero no en la película y es una lástima, porque pese al riesgo de cortar el ritmo de la película, da mucho más sentido al momento en que el jefe de estos malvivientes chorizos se acerca al Stanley/Máscara preguntándole la hora, y dando pie a la conocida escena de los globos y la amtetralladora… la cual también aparece en los primeros cómics del personaje, pero con un mortífero final para los matones.

————————-Saliendo de la Dimensión Spoiler y regresando a Tallopis-Escribe——————

  Volviendo a la película, esta tuvo tanto éxito que no solo fue un éxito de taquilla, sino que el tema Cuban Pete de su OST se mantuvo mucho tiempo en las listas de éxitos en varias emisoras de radio aparte de ser incluido en varios recopilatorios musicales, incluyendo mixes de música electrónica y en CDs dedicados a bandas sonoras del cine de los noventa. Eso por no hablar de la serie de animación (estrenada en 1995 en la cadena CBS y manteniéndose en el aire por tres temporadas), así como el videojuego para SNES, inspirado en dicha serie animada, que por cierto no estaba mal, y daba más protagonismo a personajes como la reportera Peggy Brandt (interpretada por  Amy Yasbeck en la película y con voz de Heidi Shannon en dicha serie de dibujos), crear otros nuevos como el villano Pretorius (al que pone voz el actor Tim Curry… si, si, el mismo de la serie setentera de IT y la cinta Rocky Horror Picture Show), y reaprovechar otros que ya salían en el cómic de Dark Horse como Walter, que es un villano recurrente en el show animado.

  También se llevó a cabo una secuela en 2005 llamada El hijo de la Máscara de la que mejor no sigo escribiendo (seguro que tienes cosas mucho más importantes que hacer antes que visualizar esta producción, créeme).

  Pero me estoy liando.

<<Será una noche perfecta para una juerga a lo grande>>

  Buena parte del éxito de esta divertida y cómica película se debe a su director Chuck Russell, que previamente había rodado Extraña Seducción (1982), DreamScape (1984), Noche Infernal (1981), The Blob: El terror no tiene forma, o La mancha voraz según desde dónde me estés leyendo (el remake de 1988, no la original), y Pesadilla en Elm Street 3: The Dream Warriors. Vamos, que antes de dirigir La Máscara, este hombre ya tenía sus tablas en la cosa esa de ser director de una película, y más en el género de terror. Lo cual hace más sorprendente su decisión de negarse a convertir La Máscara en una película de miedo más fiel al cómic original (tal y como estaba planeado en un principio), en la cual el teniente Kalloway sería el héroe de la historia mientras que Ipkiss se convertiría en un despiadado antagonista y asesino. En lugar de hacer eso, Russell decidió que la historia tenía suficiente potencial como para convertirse en una película más familiar (pese a su restricción de edad +13), y sobre todo, cómica. Decisión en la que que se mantuvo más firme todavía cuando se supo que la cinta sería protagonizada por Jim Carrey.

  Y hablando de Jim Carrey, puede que te guste más o te guste menos como actor, lo cual es muy respetable, pero cuantas más veces veo esta película, más convencido estoy de que este hombre nació para protagonizarla. Y vaya año que fue para el amigo Jim el 1994, cuando se estrenó esta cinta que nos ocupa, pues fue el mismo en que se estrenaron Ace Ventura y Dos Tontos muy Tontos (también conocida como Tonto y Retonto), que aparte de tener sus propias series animadas, fueron el trampolín para la fama y el estrellato de este actor. De modo que pasó de ser un hilarante stand up comedian (te dejo su show Unnatural Act a modo de muestra), e interpretar un papel secundario en la serie In Living Color (estrenada en 1990), y llevar a cabo roles secundarios en cintas como El cadillac Rosa (1989), Mordiscos Peligrosos (1985) o Las chicas de la Tierra son fáciles (1988), a convertirse en el actor más cotizado de Hollywood tras el estreno de Batman Forever en 1995 (espero me perdones si no me paro demasiado a escribirte sobre ella).

  Además de todo esto (otro día si quieres ya seguimos hablando del amigo Jim Carrey), no cabe duda de que este actor se esforzó al máximo para llevar a cabo el papel protagonista en esta La Máscara. Tanto, que todas las escenas de baile son protagonizadas por él mismo, además de que se aventuró a añadir varias líneas de diálogo totalmente improvisadas que enriquecieron la película, como todo lo dicho en la escena del cacheo en el parque o el momento <<bolsillo equivocado>> con el preservativo (como nadie del equipo de rodaje se lo esperaba quedaron todos alucinados al verlo). Pero además de todas sus muecas cuando interpreta a la Máscara, todos los movimientos, gesticulaciones, y trabajo en general, lo que me parece especialmente meritorio es que Jim Carrey practicó durante horas para poder hablar de forma normal mientras llevaba puesta la prótesis dental de su transformación en el Stalney Ipkiss/Máscara. Prótesis que estaba diseñada en un principio para aparecer en las escenas donde el actor no tenía guión debido a lo incómodo de la misma. ¡Con un par, Jim!

  Vamos, que este actor se las apañó para dar más potencia al guion escrito por Mark Verheiden (que anteriormente había participado en Terror Squad de 1987 y TimeCop del mismo año 1994), y el escritor Micahel Fallon (que antes de La Máscara solo había participado en la película Hardware de 1990 pero como autor fue nominado al premio Hugo a la mejor presentación dramática… poca broma con esto último con esto porque ya lo quisieran muchos). Guion que, por cierto, puede que no sea de una profundidad intensa (no es ese tipo de película, ya te lo digo ahora), pero que es tan funcional, como ágil, y lleno de momentos tremendamente divertidos, que es de lo que va esta producción.

  Y hablando de grandes trabajos, muy digna de mención es la labor de la actriz Cameron Díaz en el papel de Tina Carlyle, el cual va más allá de ser una simple chica guapa para demostrar que tiene su aporte en la película. Y eso que no fue la primera opción para interpretar al personaje. Curiosamente, esta cinta fue su debut en la gran pantalla, ya que anteriormente solo había realizado trabajos como modelo y una aparición en cierta película softcore que no puedo mencionar aquí (que dentro de lo posible estoy intentando llevar un blog family friendly, por favor). Uno podría pensar que aparece en esta producción solo por la percha, pero si fue seleccionada en películas posteriores en lugar de quedarse solamente en esta producción, por algo será.

<<Y para mi último número…>>

  Conclusionando: Para no ser algo que podamos llamar un peliculón, se nota un gran esfuerzo, dedicación, y mimo en la producción de esta cinta. No solo por todo lo dicho, sino por el novedoso uso del CGI que lleva a cabo la celebre Industrial Light & Magic en esta producción (siempre digo que tengo debilidad por los efectos especiales a la antigua usanza, pero en esta cinta el CGI no solo fue de lo más pionero en su campo sino que en lugar de comerse la película la complementa), y por el genial trabajo musical de Randy Edelman, gracias al cual nos deleitamos con su peculiar versión de Cuban Pete (cuyo tema original fue obra de Desi Arnaz en 1946), además de otorgar a la cinta un toque de jazz y swing que contribuye a crear mayor atmósfera en la película gracias a temas como el Hey! Pachuco!, Who’s that man, This business of love, entre otros muchos temas que no tienen desperdicio, por lo que queda más que recomendado que busques por tu cuenta los otros temas de esta banda sonora. Por último, añadir que toda esta película de La Máscara tiene un ritmo ágil y dinámico, pero sobre todo, esta plagada de buena diversión, así como escenas únicas que te causarán más de una carcajada. Vamos, que al menos una vez en la vida hay que verla.

  Por supuesto, también es muy digno de alabanza el genial trabajo que llevan a cabo los actores de doblaje en su versión española, como Luís Posada en el papel principal (si te interesa el mundo del doblaje no puedes perderte esta increíble entrevista), Marta Tamarit en la voz de Tina, Manolo García como el ambicioso Dorian Tyrell (¡¡currada de doblaje!!), o Dionisio Macías en el papel del Teniente Kalloway (y que seguramente te suene por interpretar a Jason Seabert en la serie de Los Problemas Crecen)… una maravilla de reparto en el doblaje. ¡Están que se salen! Y ya se que parece que estoy barriendo descaradamente para casa, pero en mi humilde opinión superan a las voces originales.

  Y hasta aquí llega este post, pero ¿qué me cuentas tu al respecto? ¿conocías esta película? ¿qué te pareció? Como siempre, ya sabes que me encanta leer vuestras historias al respecto de los viajes interdimensionales que realizamos en cada uno de los posts y que la caja de comentarios está a tu disposición.

   Como Recomendación de la Semana, quería hablaros nuevamente acerca de una de estas iniciativas solidarias que tanto me gustan, y que vienen a señalar que el frikismo no es incompatible (ni mucho menos) con realizar buenas obras que benefician a quienes más lo necesitan. Me estoy refiriendo a VIDEOJUEGOSPORALIMENTOS.ORG, una asociación sin ánimo de lucro que cambia videojuegos y periféricos a cambio de alimentos no perecederos para repartir entre las familias en riesgo de pobreza o exclusión social. Nada de dinero. Solo kilos de alimentos y te llevas un juego para casa, además de contribuir a una noble causa. ¿Qué más se puede pedir? En su web podréis encontrar una amplia descripción de su actividad así como su presencia en próximos eventos para que puedas ir a hacerles una visita.

   De nuevo, quiero recordarte que tú eres la otra mitad de este blog, y sin ti no existiría Tallopis-escribe. ¡GRACIAS POR ESTAR AL OTRO LADO DE LA PANTALLA!

Y un AGRADECIMIENTO MUY ESPECIAL a todas las buenas gentes lectoras de bien que colaboran con el blog a través de la CAFETERÍA DE TALLOPIS-ESCRIBE. ¡¡Mil gracias por vuestro apoyo y ayuda en lograr que esta bitácora salga adelante!! Todo lo aportado servirá para sufragar los costes del blog, invertir en mejoras, novedades, y nuevos proyectos en los que estoy trabajando.

Gracias de todo corazón

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  Y ya me despido de ti hasta el 31 de julio.

  Hasta entonces, te deseo feliz semana. Cuídate mucho y pásalo bien.

  Salud, ánimo, y éxito.