Cine: Little Nicky

  Personalmente, creo que las críticas realizadas a las obras de entretenimiento pueden estar muy bien si son constructivas, conocen el producto por experiencia propia, y no conocemos de antemano un título que nos llame la atención, pues vienen de primera para obtener un poco de información extra antes de decidirnos a gastarnos el dinero que tanto cuesta ganar, o el tiempo que tanto nos falta siempre, en dicha obra.

  Por otro lado, a veces ocurre que una película (o videojuego, libro, o lo que sea) no goza de muy buena popularidad, o bien es conocido como un título objetivamente regular por cualquier motivo, y sin embargo, lo pasamos en grande cada vez que nos ponemos a ello. Son estos momentos en que la frase “dicen que es mala, pero yo me lo paso en grande” o “de mala que es, acaba siendo buena”, y otras parecidas, acuden a nuestra mente.

  ¿Te suena haberlas pronunciado alguna vez?

  Si es así… ¡enhorabuena, muy bien hecho!, eres de estas personas que comprende de que va la vida y tienes todo mi respeto. Y es que, si algo nos gusta, ¿Qué más da que sea considerado bueno, malo, del montón, que tenga renombre o no, o que la hayas visto mil veces?, mientras no se haga daño a nadie… ¡a pasarlo bien y a gozarla en grande!

  Toda esta introducción me sirve para presentarte la película que protagoniza este post, y dicho sea de paso, romper una lanza en favor de todas estas producciones ante los que muchos arrugan la nariz pero que a cada uno le hacen pasar un rato de lo más agradable. Y si encima te llevas unas risas por el camino, pues mejor que mejor.

  Buenas gentes, sin más dilación, paso a explicaros la trama de Little Nicky.

  Esta historia empieza en el mismísimo infierno.

  En este lugar de perdición al que van a parar todos los pecadores, hoy resulta ser un día especial, pues resulta que Satanás (Harvey Keitel) cumple 10.000 años en el trono como rey del mal y es momento de nombrar a un sucesor entre alguno de sus tres hijos: el astuto y cruel Adrian (Rhis Ifans), el musculoso obsesionado por la tortura Cassius (Tommy “Tiny” Lister Jr.), y el bondadoso Nicky (Adam Sandler), un chaval muy majo que no siente predilección alguna por el tormento ajeno y que prefiere dedicar su tiempo a los grandes de la música como Motörhead, Metallica, Van Hallen, Iron Maiden, y otras maravillas. Si señor, buen chaval y con buen gusto.

  Como es de suponer, Adrian y Cassius disfrutan enormemente causando el mayor sufrimiento posible a su hermano pequeño Nicky, el cual les teme hasta decir basta.

  Volviendo al asunto de la sucesión como nuevo mandamás del averno, Satanás es muy consciente de que ninguno de sus tres hijos está preparado para llevar la responsabilidad que implica ser el rey del mal y de velar por el equilibrio del universo junto a “el otro bando”. Por lo que muy sabiamente, decide seguir ocupando el trono del infierno durante 10.000 años más. Así que ya podréis imaginar la decepción de Adrian y Cassius, los cuales, llevados por la ira y la codicia, deciden subir a la Tierra para convertirla en un nuevo infierno a sus órdenes. Para ello, escapan a través del Portal de Fuego que comunica directamente con el mundo de los humanos, con la intención de corromper todas las almas y luego exterminar a la humanidad para poder torturarnos hasta el fin de los tiempos para su goce y disfrute.

  Para colmo de males, en su huida, los dos malévolos hermanos congelan el Portal de Fuego, impidiendo la entrada de nuevas almas al Infierno y cortando así la fuente del poder de Satán, el cual empieza a debilitarse rápidamente. Ante tamaño desastre, alguien debe subir rápidamente a la Tierra para capturarles y lograr que vuelvan al infierno en menos de una semana, de lo contrario, Satanás morirá, y el plan de los dos villanos tendrá éxito.

  ¿Pero quién es el más indicado para llevar a término tal arriesgado propósito? Jimmy el Secretario (Blake Clark) no tiene suficiente poder para plantar cara a los dos hijos mayores de Satanás, y el Yayo Lucifer (Rodney Dangerfield) está ya muy mayor para estos trotes por mucho que fuera el fundador del infierno. Así que, para preocupación de todos, y especialmente de él mismo, el equilibrio del bien y del mal del universo, así como el destino de toda la humanidad, depende del acobardado Nicky, el cual deberá aprender a liberar su mal interior si quiere tener una oportunidad de sobrevivir en su primera ida a la Tierra.

  Afortunadamente, Nicky cuenta con una petaca embrujada que le entrega Jimmy el Secretario, la cual tiene el poder de capturar en su interior a cualquiera que beba de ella. Además, no estará solo en su peligrosa misión, pues contará con la ayuda de un viejo amigo de su padre, un perro parlanchín llamado Gordy (voz de Robert Smigel en su versión original), su afeminado compañero de piso Tod (Allen Covert), una chica dulce y encantadora llamada Valerie a la que conoce por accidente (Patricia Arquette), y dos fanáticos de la música heavy metal con muy pocas luces: Peter (Peter Dante) y John (Jonathan Lougrhan).

  Nueva York va a convertirse en escenario para un duelo de diablos jamás visto.

  Y hasta aquí la trama.

  Esta película se estrenó en el año 2000 y la verdad es que no le fue muy bien en taquilla, para que vamos a engañarnos. Su director no es otro que Steven Brill, responsable de trabajos de dirección en películas como Pesos Pesados, Mr.Deeds, y The Weekend entre otros, además de contar con el dudoso honor de obtener un premio Razzie a la peor película del 2010 por Movie 43. Si a esto le añadimos que su guionista no es otro que el actor protagonista de este film, Adam Sandler (Chicos grandes, 50 primeras citas, Spanglish, Criminales en el mar, Click, Happy Gilmore, y tres premios Razzie), cuya popularidad ha dado más altibajos que una montaña rusa, pues hay que admitir que de entrada esta película no cuenta con las cosas muy a su favor que digamos.

  Además, su trama es ridículamente predecible, siendo una historia más que cuenta con la clásica parábola de cuento de hadas en que el patito feo acaba siendo más espabilado que sus dos hermanos mayores aparentemente más capaces. Por lo que es más que evidente que esta película no sorprenderá precisamente por tener una historia profunda llena de giros de guion sorprendentes, especialmente si tenemos en cuenta el pedazo de spoiler que nos encontramos nada más ver su portada. ¡Ya les vale!

  Pero apreciadas buenas gentes, ahora es cuando viene un “¿Y qué?” de los grandes.

  Humor. Esta es la clave de esta película y la razón de que se haya convertido en una cinta muy popular que, si no es de culto, poco le falta. Humor del grueso, abundante, y que proviene de un guion tan irreverente como gamberro que no admite nada como sagrado (drogas, sexo, religión, escatología, estereotipos, y más que se te ocurra), y que además está lleno de conversaciones únicas, frases irrepetibles, y situaciones tronchantes que saben aprovechar muy bien su rocambolesco planteamiento original para mostrar una hilarante visión del cielo y del infierno que no se había visto hasta ahora, el cual tiene el añadido de que todos los tópicos posibles son mostrados con una fuerte sátira y burla de los mismos con toda la intención de exagerarlos hasta lo brillantemente absurdo, o bien destrozarlos en mil pedazos para convertirlos en algo totalmente nuevo y refrescante que pilla por sorpresa, obsequiando con una buena cantidad de escenas en que uno no sabe si reírse o recoger la mandíbula que se acaba de caer al suelo. Si no la habéis visto nunca, preparaos bien para un desfile de momentos totalmente irreverentes y unas actuaciones divertidísimas llevadas a cabo por un elenco que desde el primer momento se propone pasárselo lo mejor posible, dejándose llevar por la historia y soltándose la melena con la complicidad de sus compañeros de reparto. Porque sí, oh queridos lectores y lectoras, esta es una de estas producciones en que los actores se lían la manta a la cabeza, lanzan la vergüenza por la ventana, y van a divertirse a lo grande aprovechando la excusa que les ofrece cada uno de los disparatados personajes de la película. Lo cual, como suele ocurrir en estos casos, esto se nota mucho y llega al espectador.

  A todo lo nombrado, destacar el genial doblaje español, en el cual sobresale Florentino Fernández en múltiples personajes como Gordy, Carateta, o el Yayo Lucifer. Que si bien el trabajo que hace este hombre con sus peculiares voces no tiene por qué ser del agrado de todos (lo cual es muy respetable), no cabe duda de que en esta película le da un toque único que contribuye a crear un clima de mayor comicidad a toda la producción y que además le aporta algo especial a las caras y diálogos de estos personajes. Sirva a modo de ejemplo la cara de vicioso que pone el comediante Rodney Dangerfield (Yayo Lucifer), así como lo bien que casa esta con el texto del actor y la voz de Fernández. Eso por no hablar de los cameos que contiene esta película, en dónde varias celebridades se dejan ver repentinamente, y sin aviso alguno, para aportar su granito de arena en todo este hilarante despropósito. ¿Qué quiénes son?… os reservo la sorpresa, pero ya os digo que aquí hay de todo, desde cómicos de gran éxito del mítico programa Saturday Night Live, hasta directores de fama mundial, pasando por conocidos rostros de la serie Happy Days, y hasta músicos muy populares. No os digo más.

  Por otro lado, me ha sorprendido gratamente el uso de decorados y efectos CGI que muestra esta película. Los cuales se notan ya un tanto añejos, un poco ramplones en ocasiones, pero que siguen estando en forma a día de hoy. Hay toda una serie de secuencias, como la presentación del infierno y del cielo, la caída del pervertido, o bien cuando Nicky hace el truco de las arañas, que no me parecen estar nada pero que nada mal. Aunque hay otros que si quedan un poco reguleros, como la coca-cola bailarina, el aliento de fuego en Central Park, o la transformación del murciélago. Pero pensándolo bien, ¿no contribuirá todo ello al efecto intencionadamente mediocre y exagerado que muestra la película para hacernos reír aún más?

  Para ir terminando, comentar que otro de los puntos fuertes de esta película es su música, la cual me ha encantado. Y es que esta producción cuenta con temas del rock, heavy, y metal entre otros estilos relacionados, tales como el principal “School of hard knocks” de P.O.D., “Rock me like a hurricane” de Scorpions, “Points of authority” de Linkin Park, “Everlong” de Foo Fighters, “Flying high again” de Ozzy Ousborne, o el “Highway to hell” de mis queridísimos AC/DC. ¿Qué es una canción que hemos oído en el cine hasta la saciedad?, sí… pero grandes AC/DC. Estos aparte de otras muchas canciones que te dan ganas de saltar del sofá y hacer un air guitar en pleno visionado. Y es que esta película cuenta además con un elogio constante al mundo del rock, haciéndole un peculiar homenaje distinto al de otras producciones que quizás traten este mundo de forma más directa, pues en Little Nicky no solo se referencia esta buena música, sino que trata todos sus estereotipos alrededor de la misma y sus fans de forma cómicamente absurda al llevarlos al extremo, con toda la intención de burlarse al respecto de dichos tópicos en beneficio del espectador y de honrar estos estilos musicales con una sonrisa que te hace cómplice. Una gozada.

  En definitiva. No será un peliculón, pero el que muy seguramente sea el anuncio de Pollo Popeye más caro de la historia, es todo un desfile de humor gamberro que no deja un minuto de descanso junto a sus frases totalmente imposibles de ubicar en cualquier otra película. Eso además de su música “satánica” y permitir que los actores disfruten de lo lindo para entregarnos una producción que puede tener críticas muy dispares, pero personalmente me sabe a gloria bendita. Muy poco me falta para saberme casi todos sus diálogos de memoria de tantas veces que la he visto. Por amor de lo que sea, tienes que verla.

De hecho, existe bastante merchandising al respecto de esta película, como bustos, muñecos, figuras de colección, y un videojuego para la Game boy Color. ¿A ver si resulta no ser tan mala después de todo?

  Como recomendación de la semana, quiero hablaros de un blog de videojuegos. Pero no de uno cualquiera, sino uno que trata esta afición que tanto nos gusta con proximidad, sin dárselas de entendido ni técnico en la materia, sino con los ojos de alguien que ama el medio y disfruta de verdad con ello. Un blog en el que la broma y el cachondeo son bienvenidos, pero cuando habla serio, es para leerlo con atención. Me estoy refiriendo al blog de  thesevenspiegel.blogspot.com/ , el cual cumplió la friolera de 3 años al pie del cañón (o de la tecla) el pasado miércoles 26 de agosto. ¿Qué como lo ha hecho, estáis preguntando?, si entráis en su genial bitácora y leéis alguno de sus artículos relacionados con títulos de todos los tiempos, así como varios temas que nos atañen directamente como aficionados a este maravilloso meta-arte electrónico, lo sabréis. En serio, echadle un vistazo.

  Solo me queda recordarte que acostumbro a publicar nuevo contenido todos los domingos, de modo que, si nada lo impide, volvemos a vernos el próximo día 6 de setiembre.

  Para terminar, pedirte que si has disfrutado el post, me sería de mucha ayuda si le dieras al botón “Me gusta” y lo compartieras en tus redes sociales así como con tu familia y seres queridos. También decirte que puedes participar activamente en el blog dejándome tus sugerencias para la “recomendación de la semana” (si conoces algún evento o local interesante relacionado con el frikismo cerca de dónde vives), así como tus aportes para la sección de “Fechas frikis” y “Curiosidades” al margen de cualquier cosa que quieras compartir conmigo y los demás lectores, todo ello lo puedes hacer a través de la “Caja de comentarios”. También puedes apoyar al blog mediante la aplicación “Invítame a un café” que se encuentra en la barra de widgets. Todo ello me sería de gran ayuda para seguir adelante con “tallopis-escribe.com”.

  Sin más que añadir, cuídate mucho y pásalo bien.

  Salud, ánimo, y éxito.