Animación Retro: Woody Woodpecker/ El Pájaro Loco y la historia de Walter Lantz

  ¡Saludos, oh buenas gentes lectoras que vivís en el universo al otro lado de la pantalla!

  Me alegro mucho de poder saludarte nuevamente. Adelante, pasa. Ponte cómodo, inspira hondo, relájate y sírvete una agradable bebida que te acompañe durante la lectura.

  Aunque bueno, tal y como está el tiempo últimamente no sé si te decantarás por una bebida refrescante o una más calentita, pues a lo largo de esta última semana el tiempo ha estado de lo más revuelto por estos lares. De echo, mientras me estaba documentando para el presente post y te estaba escribiendo los diversos borradores que lo componen, aquí ha habido de todo: nublado, sol caluroso, lluvia, viento… Está claro que estamos en esta época del año en que el tiempo anda revuelto y hay días en que uno no sabe que ponerse. Pero ojo, porque el buen tiempo está a la vuelta de la esquina y antes de que nos demos cuenta estaremos en verano. Una época del año que de adultos se vive de forma muy diversa según el caso de cada cual y cada cuala, pero que de niño tiene una importancia crucial por representar el inicio de las vacaciones estivales.

  En mi caso, lo cierto es que se trata de una época que recuerdo con especial cariño, pues en verano me trasladaba con mi familia a una casa de verano que teníamos en la urbanización menorquina conocida como Cala Blanca, muy cerca de mi querida Ciutadella natal. Y aunque alguna que otra vez me tocó estudiar para poder recuperar alguna asignatura pendiente que me quedara para setiembre (¡malditas mates! ¿cómo iba a saber yo de pequeño que soy más de letras?), lo cierto es que me lo pasaba bomba, pues justo enfrente de nuestra casa de veraneo estaban pasando las vacaciones unos primos segundo muy queridos que, junto a otros amigos que veraneaban en la misma calle, pasábamos largas horas de diversión jugando en la playa, nadando y buceando, dándole al Tetris de la GameBoy, compartiendo comidas familiares, y otras muchas actividades con las que pasarlo en grande.

  Sin embargo, no todo era tan bonito como parece. Pues justo al lado de nuestra casa de verano había un descampado totalmente silvestre en dónde la vegetación crecía a sus anchas y que por lo tanto estaba lleno de bichos de todas clases, incluyendo una pareja de tórtolas que había anidado en uno de los árboles cercanos a la ventana de mi habitación. Que dicho así suena muy romántico y bucólico, quizás hasta poético… “anidaron las tórtolas en un árbol cercano a mi ventana”. Pero lejos de desearles ningún mal (no hay que ser nunca violento con los animales y ha que tener en cuenta que todos los seres vivos tienen su función en la naturaleza), lo cierto es que estas aves tenían la costumbre de entonar su peculiar canto a todo volumen bien temprano por la mañana, despertándome la mayor parte de los días. Y si bien tener que madrugar en invierno para ir al colegio tiene un pase y haciendo un esfuerzo uno lo entiende, el tener que despertarse temprano también en verano ya es algo totalmente distinto, y no eran pocas las mañanas en que abría los ojos antes de lo que me habría gustado debido al canto de estas singulares aves.

Sed siempre buenos con los animales, buenas gentes.

  Ahora bien, ¿que tiene que ver todo esto con el portal dimensional que he abierto especialmente para ti en esta ocasión?, estarás pensando seguramente con esta sagacidad que te caracteriza, oh buena persona lectora. Pues… ¡la verdad es que mucho!, no solo por la curiosa anécdota que te explicaré más adelante en este mismo post, sino porque la presente entrada del blog también va sobre pájaros. De echo, en esta ocasión te invito a que me acompañes en un viaje a través del tiempo en nuestro propio universo para poder presentarte a uno de los personajes de animación más conocidos en todo el mundo: Woody Woodpecker, también conocido como Loquillo, el Pájaro Carpintero, o el Pájaro Loco según desde dónde me estés leyendo.

  Sin más dilación, se más que bienvenido o bienvenida a Tallopis-Escribe.

  Espero que te guste *^_^*.

«¡Ven a conocer mi historia! He-he-hehehe-heeee»

Un chaval inquieto y un conejo desafortunado

  Una de las más grandes señas de identidad de este hilarante personaje de animación es sin duda alguna su característica carcajada, e igualmente característico es el tema musical que le ha acompañado en numerosas ocasiones, el cual no es otro que una adaptación de Woody Woodpecker Song (1948), compuesta por el locutor y músico Kay Kyser junto a su Kay Kyser’s Orchestra e intepretado por la cantante Gloria Wood, el cual sería retocado posteriormente por Clarence Wheeler (setiembre de 1885 en Walnut,Kansas – diciembre de 1966 en Los Ángeles, California) para introducirlo en los cortos animados del personaje. Sin embargo, el tema original es mucho más antiguo, y en realidad es un trabajo del pianista y compositor George F.Tibbles.

  Pero me estoy adelantando a los acontecimientos.

  Para empezar a escribirte acerca de como surgió este singular personaje, creo que lo mejor será que nos remontemos atrás en el tiempo para conocer la historia de su creador. De este modo, peguemos un salto hasta abril de 1899, momento en que llegaba a nuestro mundo un chavalín llamado Walter Benjamin Lantz y que nació en New Rochelle (Westchester, Nueva York). Sin embargo, le faltó muy poco para que su apellido fuera distinto, pues sus padres eran imigrantes que provenían de Calitre (situado en la provincia italiana de Avelino) y que respondían a los nombres de Francesco Paolo Lanza y María Gervasi. Sin embargo, y debido al entorno social norteamericano en aquel momento, Francesco decidió cambiarse el apellido Lanza por Lantz para “americanizarlo”, transmitiéndolo así a su hijo Walter.

  Evidentemente aún no lo sabían, pero su hijo estaba destinado a convertirse en uno de los grandes nombres de la animación. Y como casi todos los que que destacan en un campo en concreto, el pequeño Walter Lantz empezó a mostrar un gran interés por aquello que le haría famoso desde muy pequeño, pues siendo ya un niño mostraba una gran afición por el dibujo, por lo que pasaba todo el tiempo posible lápiz en mano para dar rienda suelta a su creatividad (al fin y al cabo la práctica hace al maestro). Tanto es así, que con solo doce añitos terminó un curso de dibujo por correspondencia que además le sirvió para incrementar su interés por desarrollar una carrera como dibujante profesional.

  Sin embargo, eran tiempos difíciles y había que arrimar el hombro para llenar la nevera, por lo que el joven Walter tuvo que arremangarse y ponerse a trabajar desde bien joven en un taller de automóviles. Sin embargo, esto no le impidió de dedicarse al arte con tal de emular los trabajos de su admirado Winsor McCay, quien influyó notablemente en Walter Lantz con su célebre corto Gertie the dinosaur de 1914, por lo que Walter seguía dibujando tanto como le era posible y varios de sus trabajos terminaron decorando el taller de reparaciones en donde se ganaba los garbanzos.

Publicidad de «Gertie the Dinosaur» de Winsor McCay, uno de los trabajos pioneros en la animación.

  Pero un buen día… llámalo destino, llámalo suerte… ocurrió que uno de sus más adinerados clientes se fijó en estos dibujos y le llamaron poderosamente la atención. Este no era otro que el empresario Fred Kafka, quien le ayudó a conseguir un trabajo como copista y repartidor en el rotativo New York American y además se ofreció a sufragar sus estudios en el Art Students League de Nueva York. De este modo, Walter Lantz cambió la llave inglesa por el lápiz al trabajar en el periódico de día, mientras que al salir seguía perfeccionando su técnica en la escuela de arte.

  Era el comienzo de una más que prometedora carrera.

  De echo, gracias a su asistencia al Art Students League de Nueva York, pudo conocer al director de cine Gregory LaCava (que si bien en sus comienzos trabajó como animador, es especialmente conocido por películas como Sucedió una vez de 1935 o Al servicio de las damas de 1936), el cual contrató a Walter Lantz para que trabajara en los estudios de animación que dirigía. De este modo, y con solo 16 años, Lantz entró de lleno en la industria de la animación a la que dedicaría prácticamente toda su vida profesional a partir de entonces. Aunque bueno, este “prácticamente” hay que cogerlo un poco con pinzas, pues ya se sabe que los comienzos son difíciles y nuestro protagonista tuvo que aceptar otros trabajos puntuales para ir tirando mientras seguía dale que te pego a su gran sueño de convertirse en animador profesional, por lo que también terminó trabajando como chófer entre otros empleos.

  Poco a poco, y con el paso de los años, siguió mejorando y adquiriendo experiencia. Hasta tal punto que con 23 años ya trabajaba codo con codo con LaCava, así como con el animador y guionista Isadore Klein, quien con el tiempo sería conocido en el mundillo por su labor en varios cortos de Popeye, TerryTons, y algunos cortos de Disney como Lonesome Ghosts de 1937. En compañía de tan grandes profesionales de la animación, Lantz participó en varios trabajos en los Jhon R.Bray Studios (propiedad de Universal Studios), y más concretamente en series como Colonel Heeza Liar además de Mutt & Jeff, Happy Holigan, Katzenjammer Kids, y Krazy Katz, que en España conocimos como La Gata Loca. De este modo, Walter Lantz empezaba a hacerse un nombre en los estudios, y en 1924 empieza a dirigir su propia serie animada: Dinky Doodle and his Dog, la cual combinaba varios planos de animación con imágenes reales (tal y como hacía su admirado Winsor McCay), como por ejemplo en Lost & Found de 1926. Sin embargo, en 1927, la directiva de Jhon R.Bray Studios decidió que dejaría de producir cortos animados para centrarse en la realización de trabajos centrados en films educativos o industriales, por lo que Walter tuvo que buscarse la vida en otra parte.

Imagen de Colonel Heeza Liar’s.
Dinky Doodle.
Krazy Kat.

  Y la verdad es que no le fue nada mal, porque al año siguiente se traslado a Hollywood para trabajar con el director Frank Capra e incluso llegó a  escribir varios guiones para películas del genero cómico slapstick, la mayoría de ellas protagonizadas por el actor de cine mudo Mack Sennett, lo cual seguro que le sirvió para ganar experiencia en la realización de historias que contuvieran este tipo de sketch, tal y como se vería en sus futuros trabajos animados. Sin embargo, Lantz echaba de menos dibujar, por lo que apenas un año después decidió cambiar de aires (Walter era un chaval inquieto por lo que se ve) y entró a trabajar para… ¡Charles B.Mintz! El mismo productor de Universal Pictures que se quedó con los derechos para el personaje de Oswald the Lucky Rabbit, que había creado Walter Disney, por todo el morro… tal y como ya te comenté en el post dedicado al Pato Donald y la historia de Disney. De echo, Walter Lantz fue contratado por Mintz para que fuera el director de los cortos para este personaje bajo el sello de Universal Pictures, para lo cual trabajó con varios trabajadores que previamente habían formado parte de la plantilla de Disney después de que Mintz les ofreciera un sueldo mas alto.

  Sin embargo, lo que no te comenté en este post anterior dedicado a Disney, es que la directiva de Paramount Pictures no estaba muy satisfecha que digamos con la gestión que estaba llevando a cabo Charles B. Mintz, por lo que le mandaron a engrosar las filas del paro y, tras una serie de negociaciones, los derechos para el personaje de Oswald the Lucky Rabbit terminaron pasando a ser propiedad de Walter Lantz. Incluso existe una leyenda según la cual Lantz ganó los derechos de Oswald en una partida de póquer contra el mismísimo director de Universal Pictures: Carl Laemmie. Sin embargo, no he podido encontrar ninguna prueba contundente de ello, por lo que ahí queda como curiosidad.

  Sea como sea, lo cierto es que fue durante este periodo con la Universal Pictures en que Walter Lantz lanzó el que sería su primer corto de Oswald the Lucky Rabbit con el apoyo de los animadores Tom Palmer y Bill Nolan: Race Riot. Y ahí que se mantuvo el personaje hasta que, a finales de los años cuarenta, Oswald empezó a perder popularidad entre el público y dejó de ser rentable, por lo que Walter Lantz se lanzó a la creación de nuevos personajes.

Anécdotas que te cambian la vida

  Al contrario que el personaje de Oswald, la carrera de Lantz seguía adelante a pasos agigantados. De modo que para 1935 ya había pasado de dirigir cortos de animación (e incluso dirigir los estudios de Universal que se encargaban de esta tarea), a convertirse en un realizador independiente que trabajaba con su propio sello: Walter Lantz Pictures (que estuvieron en activo desde 1928 hasta 1972), convirtiéndose así en el principal productor de cortos animados para Universal Pictures.

  A partir de entonces, Walter empezó a crear varios personajes propios como Jock & Jill (que aparecieron en varios cortos como Ghost Town Frolics de 1938), el perrito salchicha Doxie, los monos Meany, Miny y Moe, o Babe Face Mouse. Sin embargo, solo una de sus nuevas creaciones parecía tener un mínimo impacto entre el público: Andy Panda, el cual fue presentado al público por primera vez en el corto Life Begins for Andy Panda en 1939, el cual funcionaba bien aunque su recepción no fuera tan buena como se esperaba.

Jock & Jill.

  Estaba claro que Lantz necesitaba un nuevo personaje. Algo novedoso. Divertido. Imprevisible. Que diera mucho juego y entusiasmara al público. Algo alocado.

  La inspiración le vino de la forma más inesperada cuando, en 1940 se marchó de luna de miel con su prometida Grace Stafford, y durante su estancia en una casa de campo cercana a los bosques de Hollywood, bien temprano por la mañana… pero temprano de verdad, Walter escuchó un rítmico golpeteo. Medio adormilado y tan enfadado como podría estar cualquiera cuando lo sacan del sueño a estas horas de la madrugada, Walter fue a ver quien había osado hacer ese ruido. Pero al abrir la puerta, no había nadie.

  “Bueh, me lo habré imaginado”, supuso nuestro protagonista. Y se marchó de nuevo a la cama para meterse de nuevo bajo las sábanas junto a su esposa. Pero al cabo de un rato, ahí estaba ese ruido de nuevo. Walter se despertó otra vez (que vaya horas para estar haciendo ruido), y al abrir la puerta de la casa, seguía sin haber nadie. Ahí no estaba ni el Tato. ¿Pues quien era el que estaba haciendo este ruido? Desde el umbral de la puerta, escuchó de nuevo el mismo golpeteo, esta vez proveniente del techo y ahí estaba la causa de aquel sonido tan molesto, un genuino ejemplar de melanerpes erythrocephalus, es decir: un pájaro carpintero cabecirrojo. Un ave propia de las regiones orientales de Estados Unidos y que se dedica a realizar agujeros con su fuerte pico para guardar frutos secos en el interior.

Ejemplar de «pájaro carpintero» melanerpes erythrocephalus… tristemente extinguido V_V

  Imagina que te pasa esto a ti. Que estás tan ricamente abrazado a tu pareja, bien calentito en la cama, y te despierta un pajarito de esos. ¿Qué crees que harías?

  Walter lo tuvo muy claro. Trató de espantar aquella ave tan madrugadora para que se fuera y los dejara en paz. De echo estuvo muy tentado de tomar una escopeta para hacerle entender a base de plomo que estas no son horas de andar picoteando tejados ajenos (igual yo no logro darle el ambiente adecuado, pero la historia contada por el propio Walter no tiene desperdicio). Ante esta actuación del dibujante, el pájaro emprendió el vuelo mientras desprendía un singular trino que parecía una sonrisa burlona. Vamos, que no contento con despertarle, el travieso pajarete encima parecía estar de recochineo.

  Sin embargo, su esposa Grace lo veía de otra manera.

  ¿No estaba buscando Walter Lantz un nuevo personaje? Pues, ¿que tal un pájaro carpintero que se dedicara a dar la barrila a los demás personajes y hacerles rabiar con sus travesuras? Propuso Grace.

  Pues oye… ¡que idea tan estupenda!

  Cuando Walter volvió al trabajo, enseguida propuso la idea a sus colaboradores del estudio, especialmente a Joseph Benson Hardaway, dibujante, animador y guionista que además dirigió varios cortos para Walter Lantz entre 1940 y 1949.

  Finalmente, y tras varios bocetos en los que también participó el dibujante Alex Lovy, en noviembre de 1940 se estrenaría el corto Knock Knock, protagonizado por Andy Panda, y en dónde tendría lugar el debut del nuevo personaje en que había estado trabajando Walter Lantz con su equipo: el pájaro carpintero Woody Woodpecker. Corto que, por cierto, te recomiendo que le eches un vistazo por que es una tronchante muestra de lo que es este personaje en su esencia más pura.

Así lucía Loquillo en su primera aparición.

  Había nacido una estrella.

  El público estaba encantado con el nuevo personaje y no dejaba a nadie indiferente, para bien… y para mal, pues no fueron pocas las voces que lo señalaban como un personaje de lo más incorrecto y censurable debido a lo estrafalario, alocado y vicioso del mismo, pues no era raro verle bebiendo, fumando, haciendo comentarios e insinuaciones subidas de tono, o siendo abiertamente irreverente, y por supuesto, totalmente alocado. Dinámica que se mantuvo en tres cortos posteriores de los que era el protagonista indiscutible: Woody Woodpecker en 1941, The Screwball (1943), y Paintry Panic, también de 1941. Cortos que, por cierto, contaron con el famoso actor de doblaje Mel Blanc para ponerle voz a Woody/El Pájaro Loco.

 Gracias a estos cortos, la fama de Walter Lantz Productions creció como la espuma y con el tiempo trajo a nuevos personajes como el entrañable pingüino Chilly Willy (que se estrenó en 1953 con el corto de su mismo nombre), el Inspector Willoughby (también conocido como el Inspector Bigotes, El Bigote que investiga, o el Inspector Ojo Avizor según desde dónde me estés leyendo), además de Buzz Buzzard el buitre, y Wally Wallrus, que en los paises hispanoparlantes se conoció como Pablo o Pepe Morsa. Pero sobretodo, subía la fama del Pájaro Loco, quien siguió protagonizando más cartoons.

Walter Lantz con varias de sus creaciones.

  Con el tiempo, este personaje aparecería en más de 190 cortos animados, tendría su propio programa de televisión, aparecería en una película life action en el año 2017 (con la voz de Eric Bauza), se le otorgaría una estrella en el paseo de la fama en 1973, le veríamos en un breve cameo en la película Quien Engañó a Roger Rabbit?, e incluso ganar un premio Óscar honorífico en 1979 y que se entregó a Walter Lantz en reconocimiento a su trabajo en el mundo de la animación. Eso además de aparecer en varios videojuegos para Game Boy Advance, PS2, Sega Mega Drive, Master System, 3DO, y muchos más.

  Sin duda alguna, se convirtió en un personaje icónico en la cultura popular y que marcaría a varias generaciones.

Portada de la película life action con El Pájaro Loco.
«Escape from Buzz Buzzard Park» para GB.

El Pájaro Loco sienta la cabeza… mas o menos

  Sin embargo, a partir de estos cuatro cortos, las cosas serían bastante distintas.

  Para empezar, ya no sería el talentoso Mel Blanc quien pondría la voz a Woody Woodpecker/El Pájaro Loco, pues Blanc se marchó de Universal Pictures para trabajar en Warner Bros, por lo que esta labor recaería sobre el co-creador del personaje Joseph Benson Hardaway (del que te hablaba antes), hasta 1949. A partir de este momento, y tras varios sustitutos temporales, Walter Lantz tuvo que realizar varias audiciones para buscar a la nueva voz para su personaje, a lo cual se presentó la mismísima Grace Stafford, la esposa de Lantz. Curiosamente, Walter se negó a ello alegando que Woody era un personaje masculino y que a su mujer le resultaría difícil realizar una voz como esa. Sin embargo, Grace no se dio por vencida y decidió mandar una cinta de forma anónima en la que se había grabado haciendo la voz del personaje… y ya te puedes imaginar el resultado: para sorpresa del propio Walter Lantz (ya que el mismo eligió la cinta que le pareció mejor de todas) la audición de su esposa fue la seleccionada y así pasó a convertirse en la voz oficial de Woody Woodpecker. Sin embargo, esta no quería aparecer en los créditos para no llamar la atención. Pero como de costumbre, estas cosas se terminan sabiendo y a partir del corto Misguided Misile (1958) sus créditos ya aparecerían en pantalla. Por lo que a partir de entonces, Grace obtuvo un notable reconocimiento entre el público por dar voz al personaje hasta 1972, aunque se siguió usando la risa que Mel Blanc le había puesto al personaje en sus inicios.

Durante gran parte de los años cuarenta, el Pájaro Loco lucía así. Sobran las palabras.

  Pero ojo, porque no solo cambiaría su voz.

  Para empezar, también se suavizó notablemente su aspecto, dibujándole con sus característicos sobrecuello blanco y la cresta hacía adelante en lugar de hacía atrás. Además de presentar un comportamiento mas amigable y menos alocado que su versión de los años 40. Lo cual era perfecto para que el personaje diera el salto a la pequeña pantalla con su propio programa animado: The Woody Woodpecker Show, el cual empezó a emitirse en 1957. Para su aparición televisiva no solo se repetirían ocasionalmente los cortos que se emitieron en cines durante la década anterior, sino que aparecerían las nuevas aventuras del Pájaro Loco (con un comportamiento menos extravagante), alternando con cortos animados de otros personajes creados por Walter Lantz como Chilly Willy, Andy Panda, o el Inspector Willoughby, los cuales compartían aventuras con el Pájaro Loco en contadas ocasiones, mientras que también pudimos ver como este se enfrentaba a sus antagonistas habituales: Wally Walrus y el buitre Buzz Buzzard, que cada vez tendía más a sustituir a Wally Wallrus/Pepe Morsa como principal “villano”, y que fue presentado por primera vez en el corto Wet Blanket Policy de 1948. Y no solo eso, sino que además el show presentaba segmentos en life action dónde el propio Walter Lantz explicaba a los televidentes la parte creativa del programa, la que se hace tras las cámaras.

Este era el look de Woody en su programa de los cincuenta.
Muy fan de Chilly Willy. ¿Cómo no serlo? Es un pingüino y es adorable.

  El programa estuvo en antena hasta que Walter Lantz se jubiló en 1972 y cerrara los estudios con su nombre. Sin embargo, este no sería el final del Pájaro Loco ni mucho menos, pues aparte de reemitirse varias veces el programa de The Woody Woodpecker Show durante la década de los setenta y los ochenta en todo el mundo (como ocurrió en España), se trató de repopularizar al personaje en años posteriores a través de un nuevo programa conocido como The New Woody Woodpecker Show, el cual empezó a emitirse en Fox Kids desde 1999 hasta 2002 con un total de 53 episodios que también presentaban los demás personajes originales de Walter Lantz, aunque más adaptado a las nuevas generaciones y los nuevos tiempos. Es decir, con un comportamiento mas suavizado.

  De echo, fue durante la emisión de este programa en que se trató de expandir el mundo de El Pájaro Loco al presentar a otros pájaros carpinteros como Woody Woodpecker Senior (el padre de Woody), y sus dos sobrinos: Splinter y Knothead, los cuales representaban un rol intencionadamente conflictivo que daba pie a nuevas aventuras y peripecias para el personaje principal. Además de presentar nuevamente al personaje de Winnie Woodpecker (que ya apareció en el programa de los cincuenta en el corto Real Gonne Woody de 1954), quien ahora se convertiría en un personaje regular con mucho más sentido común que el protagonista. Curiosamente, para este programa en que el Pájaro Loco veía mucho más suavizado su carácter, este presentaba un aspecto más parecido al que tenía en sus orígenes en vez de parecerse al de los años cincuenta, con el plumaje de la cabeza hacía atrás.

Winnie en Real Gone Woody. ¡Puros años 50!

  Sin embargo, el show no terminó de cuajar y con solo tres temporadas (que tampoco está nada mal), fue finalmente retirado de la programación. Aunque esto no impidió que se produjeran más aventuras de este singular personaje, el cual no solo se convirtió en la mascota oficial de Universal Animation Studios, sino que comenzó a protagonizar una nueva serie para YouTube conocida simplemente como Woody Woodpecker, y que se empezó a emitir en 2018. Por supuesto, este show online nos presenta a un Woody/Pájaro Loco con un carácter más centrado a las nuevas generaciones en comparación con el alocado comportamiento que mostraba en sus orígenes, además de mostrar un comportamiento mas family friendly.

De izquierda a derecha: Winnie, Woody, Splinter y Knothead en el show para YouTube.

  Conclusionando: Dice el viejo refrán que “renovarse o morir”. Lo cual podría aplicarse al Pájaro Loco en vista de los múltiples cambios que ha mostrado en su aspecto, y especialmente, en su modo de comportarse. Sin embargo, está claro que todos aquellos que han disfrutado de sus aventuras lo han pasado en grande y que con innovaciones o sin ellas, sigue siendo un personaje querido, divertido, y que ha despertado la admiración (y carcajadas) del público durante años, convirtiéndolo en un personaje de animación mundialmente reconocido y querido. Por algo será.

  Y hasta aquí llega este post.

  Como Recomendación de la Semana, quería hablaros nuevamente del genial blog de videojuegos que lleva un buen amigo de Tallopis-Escribe. Se trata de Empepinao86.es, quien no solo escribe unos artículos que destilan amor por el mundillo del videojuego por los cuatro costados, sino que además cuenta con una redacción muy personal y amena que lo convierten en una lectura de lo más recomendable. Además, tengo que agradecerle, tanto a él como a la buena persona que es la lectora Anamargua, la idea de llevar a cabo el post que acabas de leer. ¡¡Gracias chavalotes!!

¡Recomendadísimo oiga! De verdad que este blog rebosa amor por el videojuego.

  Pero, ¿Que me cuentas tu? ¿Qué versión del Pájaro Loco recuerdas con más cariño? ¿has disfrutado de alguna de sus aventuras en particular? ¿has visto la película life action? ¿que te pareció? La caja de comentarios está a tu disposición para todo aquello que quieras decir al respecto del viaje que acabamos de realizar, o por si quieres sugerirme nuevos temas para futuros posts.

  De nuevo, quiero recordarte que tú eres la otra mitad de este blog, y sin ti no existiría Tallopis-escribe. ¡Gracias por estar ahí!

«¡Eeeeeh, sigue leyendo que hay más!»

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Por cierto, próximamente estaré en la Farga de l’Hospitalet para visitar el Festival Otaku de Barcelona. Si tengo la suerte de dar contigo, me encantaría saludarte en persona.

Y ya me despido de ti hasta el próximo domingo 8 de mayo. Hasta entonces, cuídate mucho y pásalo bien.

 Salud, ánimo, y éxito.

¿Cómo no iba a hacer un post sobre el Pájaro Loco sin mencionar que fue una inspiración para la banda de rock española «Loquillo y los Trogloditas»? Ahora si que si me despido de ti hasta la próxima. ¡Feliz domingo y mejor semana!

Comments

  1. ¡Vaya que nos alegró tantas tardes con sus bromas! Y ni hablar de ese particular detalle que la forma de reirse estaba sacada de la canción haciendo que todo cierre, un capitulo infaltable en la historia de la animación

    1. Hola David, encantado de saludarte 😀
      Desde luego que este personaje nos ha alegrado muchos momentos con sus travesuras y peripecias. Y como bien dices, lo de la forma de reírse es toda una historia casi tan grande como la del propio Woody Woodpecker y Walter Lantz. La verdad que lo he pasado en grande documentándome para este post.
      ¡Muchísimas gracias por tus palabras! *^_^*

  2. Una vez más lo vuelves a conseguir. Peazo post te has marcado, siempre me pregunto de dónde coño sacas tanta info, me cago en diez. Eres una enciclopedia humana, macho. Datos, anécdotas curiosidades… ¡no falta de nada! Gran trabajo, señor.

    No tenía ni idea de la existencia de la película Live Action del Pájaro Loco, y el primer diseño del personaje creo que me va a perseguir en mis peores pesadillas… la virgen, qué cosa más fea.

    Y una vez más, un placer y un honor enorme ser la recomendación de la semana. Yo por mi parte recomiendo a todo el mundo que lea estas líneas que compre el libro de Tallopis «Los Otros Tú», que es la repollísima en verso si eres un amante de la Ciencia Ficción.

    ¡Un saludote, crack!

    1. ¡Señor Empepinao86! 😀
      Bienhallado y bienvenido chavalote. Un placer leer tus palabras y mil gracias a ti por darme la idea para el post :D.
      La verdad que la historia del personaje y su creador tiene tela marinera y el proceso de documentación me ha dado trabajito, no lo niego (que de todas las cosas que pongo en cada post la inmensa mayoría las descubro mientras lo escribo *^_^*), pero al mismo tiempo me lo he pasado en grande por la de cosas que he ido descubriendo… y de paso tener una excusa para ver un montón de cortos animados :P.
      Lo del life action me ha sorprendido porque no tenía ni idea de que existiera esta película. Pero te doy totalmente la razón en lo que se refiere al primer diseño del personaje y en como aparecía en los primeros cortos donde apareció. Desde luego era feo, pero feo con avaricia oiga. Vamos, no había más que verle para comprender que el personaje era totalmente alocado e imprevisible. En algunos planos da hasta algo de grima (como en Paintry Panic, por ejemplo).
      Y nada más que añadir chavalote. El placer es todo mío y mil gracias de corazón por recomendar «Los Otros Tú» *^_^*.
      Nos seguimos leyendo 😀 !!!!

Tus comentarios son más que bienvenidos.