Animación retro: Tom & Jerry

Saludos, oh buenas gentes lectoras que vivís en el universo al otro lado de la pantalla. Tanto si esta es tu primera visita a este blog, como si eres ya habitual en el mismo, me hace mucha ilusión darte la bienvenida y tener la oportunidad de escribirte este post.  

  Para crear la intro de este artículo, se me ocurrió que podría empezar con la historia del primer personaje de dibujos animados: Felix The Cat, creación del caricaturista Otto Mesmer en colaboración con el productor Pat Sullivan, y que vería la luz en noviembre del año 1919 gracias al corto Feline Follies (aunque en esta primera aparición recibía el nombre de Master Tom).

  Sin embargo, resulta que estaba equivocado al pensar que este travieso gatete fue el primer trabajo animado. Pues tal honor recae sobre los personajes que aparecen en Fantasmagorie, un corto de un minuto y poco más de duración que se exhibió por primera vez en París en agosto de 1908. Para crearlo, el ilustrador Emilie Cohl necesitó más de 700 imágenes creadas desde cero, pues aún no existía la técnica del plano a plano. E incluso te diría que es bastante discutible considerar a eta película como el primer trabajo animado existente, pues está basada en el no menos impresionante corto Humorous Phases of Funny Faces del ilustrador James Sturart Blackto, y cuyo registro data del año 1906  (¡la de cosas que aprendo escribiendo el blog!).

  Vamos, que eso de los dibujos animado viene de hace tiempo.

  Y aunque los personajes que hoy traigo al blog no son tan antiguos, lo cierto es que tienen mucho mérito por numerosas razones. Entre ellas, que han logrado causar carcajadas a muchas generaciones, y aunque han pasado más de ochenta años desde que su creación, siguen estando en activo al momento de escribir estas líneas.

  Sin más dilación, para ti que me estás leyendo, hoy te traigo a Tom y Jerry.

  Espero que te guste.

Un gato, un ratón, y compañía

  Antes de entrar en materia, permite que te los presente:

  –Tom Cat: Se trata de un gato doméstico azul salvo por el hocico, las patas y la punta de la cola, que son de color blanco, y que además posee unos grandes ojos amarillos. Su aspecto apenas ha cambiado con el paso de los años, salvo por el hecho de que al principio tenía un aire más animal y que su pelaje era de color gris. Sin embargo, con el paso del tiempo era frecuente verle andar sobre dos patas y mostrar afición por actividades humanas. Aparte de esto, ¡menudo elemento está hecho este felino doméstico! Perezoso, vengativo, burlón, y provisto de una astucia maliciosa en el modo de cumplir su cometido a la hora de cazar ratones, para lo cual no duda en usar todo tipo de estratagemas, engaños, y echar la zarpa a todos los elementos dañinos que se pongan a su alcance, incluyendo objetos contundentes o explosivos. Sin contar su característico grito de dolor, Tom solo habla en raras excepciones, como ocurre en los episodios clásicos The Bodyguard o Million Dolar Cat (ambos del año 1944).

  –Jerry Mouse: El otro protagonista del show resulta ser un simpático ratoncillo de color marrón que vive en la misma casa que el despiadado felino. De ser posible, Jerry no haría otra cosa que buscar comida, divertirse, y dormir tranquilamente. Sin embargo eso no es posible, pues Tom se pasa el día tratando de capturarle. Y aunque por regla general podemos ver que Jerry es amistoso y no suele empezar las peleas, lo cierto es que este roedor no está para nada indefenso, pues muestra un gran ingenio a la hora de burlar los intentos del gato por hacerle pasar un mal rato…  al menos la mayoría de las veces. Por regla general, Jerry no habla ni emite sonido alguno.

  Desde sus comienzos, estos dos personajes tienden a conservar  la misma dinámica: perseguirse y pelearse como los enemigos naturales que son. Es una premisa sencilla que ya se había hecho antes en varias ocasiones, vale. Pero Tom y Jerry llevan esta base a una nueva dimensión y se convirtieron en un claro referente de las series animadas basada en el concepto de mostrar las desventuras de un depredador astuto pero torpe tratando de capturar a una presa más pequeña pero espabilada, como ocurre con el Coyote y el Correcaminos o Silvestre y Piolín. Pero con la diferencia que el reparto de hilarantes desgracias y accidentes que sufren Tom y Jerry parece más equitativo en comparación a los demás (aunque el ratón sale vencedor en la mayoría de ocasiones).

  Al fin y al cabo, de esto trata esencialmente todo el mundo de este show: el gato tratando de atrapar al ratón por el medio que sea y este haciendo lo posible por huir e incluso devolver el golpe,  al mismo tiempo que causan grandes destrozos a su alrededor y sufren hilarantes lesiones en el proceso, solo para recuperarse de inmediato y volver a la carga. Todo ello con un humor slapstick tan exagerado, que uno no puede evitar reírse al ver las disparatadas situaciones que viven estos personajes, los cuales llevan sus enfrentamientos a cualquier lugar. Y es que este dúo no solo la lía parda en las casas ajardinadas dónde viven, sino que también visitan escenarios como un salón de billar (Cue Ball Cat de 1950), un lago de pesca (Cat Fishing de 1947), o la Francia del siglo XVII (The Two Mouskeeters de 1952).

  Pese a todo lo dicho, decir que este par sean enemigos puede ser objeto de discusión, pues incluso en plena pelea parece que hay camaradería entre ambos. En no pocas ocasiones les hemos visto ayudarse mutuamente, ponerse de acuerdo en algo, o incluso hacer equipo contra un enemigo común. Tal y como podemos comprobar en cortos como Triplet Trouble de 1952, Baby Butch (1954), o Dog Trouble (1942), en el que ambos aúnan fuerzas para plantar cara al perro Spike. Es más, en The Lonesome Mouse  (1943) Jerry añora a Tom después de que este sea echado de casa (con tronchantes consecuencias).

  Y ya que he mencionado a Spike, cabe señalar que gato y ratón no están solos en su universo. En los primeros años del show aparecieron personajes secundarios como Cousin Muscles, al que solo vimos una vez, y otros que aparecieron con mayor frecuencia. Permite que te presente a los más destacados:

–Spike (no puedo asegurarte que el personaje de Butch o Killer sean el mismo que Spike pero todo parece indicar que si): Un ratón, un gato… ¿porqué no añadir el siguiente animal en la escala? Es decir, un perro. Pues ahí está Spike, un bulldog musculoso de grandes dientes afilados. En ocasiones se trata de un perro callejero que hace amistad con Jerry y le protege de Tom. Pero casi siempre vive en la misma casa que los protagonistas, viéndose envuelto accidentalmente en sus locas persecuciones y atemorizando a Tom, de lo cual Jerry trata de aprovecharse. De los tres, Spike es el personaje que más veces tiene guión. Con el tiempo supimos que tiene un hijo pequeño llamado Tyke, al que quiere con locura, y al que Tom siempre acaba molestando sin querer por culpa de Jerry (y ya te puedes imaginar como reacciona Spike ante estas situaciones). En los primeros años le puso voz el actor Daws Butler.

-Butch (no confundir con el perro también conocido como Butch del apartado anterior): Es un gato callejero de color negro que aparece en varias ocasiones, y cuyo rol en el capítulo puede ser de lo más diverso, pudiendo ser un aliado de Tom o su más fiero rival (especialmente si hay alguna fémina felina rondando cerca).

–Nibbles: Puede que sea un tierno bebé ratoncillo gris con pañales y aspecto adorable, pero come más que una lima nueva. Siempre que le vemos en pantalla resulta ser un aliado de Jerry, aunque también le mete en unos líos tremendos.

-Mammy-Two-Shoes (Voz de Lillian Randolph): Fue la primera propietaria de Tom, la cual se nos mostraba como una mujer fuerte y de mucho carácter pero con miedo a los ratones. Razón por la que contaba con que el felino diera buena cuenta de Jerry. Cómo te podrás imaginar, el roedor siempre lograba que Tom fracasara en sus objetivos, ocasionando que Mammy siempre la emprendiera a escobazos con el pobre gato. A esta mujer solo se le veía la cara brevemente en el corto Satudray Evening Puss de 1950 y en las viñetas de Our Gang Comics.

¿Cómo empiezan 80 años de porrazos?

  Esta historia comienza en 1937, cuando en los estudios de Metro Goldwyn Mayer (MGM) se conocieron dos jóvenes poco conocidos por el público, pero destinados a hacer historia en la animación. Me estoy refiriendo al dibujante y director William Denby Hanna (Julio de 1910 en Nuevo México-Marzo de 2001 en California), y al animador/guionista Joseph Barbera (Marzo de 1911 en Nueva York-Diciembre de 2006 en Los Ángeles), quienes fueron designados para dirigir varios cortos que sirvieran para superar un bache bastante serio por el que estaba pasando el departamento de animación. O dicho de otro modo: necesitaban urgentemente una idea novedosa con la que superar la mala racha del momento y plantar cara a la feroz competencia que ofrecían Disney y Warner Bros.

  Ante esta situación, Barbera y Hanna propusieron hacer una caricatura sobre un gato y ratón que se enfrentan constantemente.

  Sin embargo, el productor Fred Quimby no veía esta propuesta con muy buenos ojos que digamos, por lo que trató de convencer a los dos directores para que mejor siguieran pensando en otra cosa. Desanimados, estos hicieron un tímido intento de adaptar su propuesta para mostrar las peripecias de un perro cazador y un zorro, pero al final, decidieron seguir fieles a su idea e insistieron tanto en este proyecto del gato y el ratón, que Quimby decidió darles la oportunidad de jugárselo todo a una carta: Harían un solo corto con esta idea, y luego, fin de la historia.

  Hanna y Barbera se pusieron manos a la obra para crear Puss Gets The Boot (con Rudolf Ising como productor pues Fred Quimby no quería involucrarse), el cual sería estrenado en cines en febrero de 1940 (en aquellos tiempos era muy común poner dibujos animados antes de la película), y mostraba la rivalidad entre un felino doméstico llamado Jasper y un travieso pero sufrido roedor que respondía al nombre de Jinx.

  Fue un éxito rotundo. Tanto, que no solo tuvo una muy buena acogida por parte del público, sino que en la ceremonia de los Oscars de 1941 estuvo nominado para llevarse la estatuilla al mejor corto animado. Y aunque perdieron frente a The Milky Way (también de MGM), estaba claro que Puss Gets The Boot había dejado huella.

   No obstante, se rumorea que ni con todo esto se logró que este proyecto fuera bien visto por parte de los productores de la Metro Goldwyn Mayer (especialmente Quimby). Pero al parecer, esto cambió cuando a los estudios llegó una carta firmada por una influyente figura de la animación que estaba afincada en Texas, y que preguntaba “¿Cuando volvería a ver otro de estos geniales cortos del gato y el ratón?”

  Tanto si esto último es verdad como si no, el departamento de animación de MGM recibió luz verde para hacer otro corto. Y para lograr que el personal se entusiasmara con este proyecto, Hanna y Barbera organizaron un concurso interno con un pequeño premio en metálico para decidir los nuevos nombres de los personajes. El ganador fue el dibujante John Carr, quien propuso llamarles del modo en que hoy en día les conocemos: Tom y Jerry. Nombres que estrenaron en su segundo corto: The Midnight Snack, estrenado en julio de 1941 y que logró ser otro éxito.

  Como podrás imaginar, Hanna y Barbera siguieron contando con el visto bueno de sus jefes y no tardaron en seguir creando nuevos cortos.

  Con Hanna supervisando el trabajo de animación (el cual era realizado por el equipo de profesionales compuesto por Michael Lah, Irven Spencer, Ray Patterson, Kenneth Muse, y Pete Burnes entre otros), y Barbera ocupándose de los guiones, la fama de Tom y Jerry subía como la espuma. Lo cual no es de extrañar, pues no solo eran tronchantemente divertidos y mostraban un colorido muy llamativo, sino que además contaban con un “arma secreta”: el trabajo musical del compositor Scott Bradley, que con sus ritmos inspirados en el jazz y la música clásica, dotaba a los cortos de una mayor fuerza a las emociones que mostraban los personajes en cada escena. De este modo, en 1943, con The Yankee Doolde Mouse, los personajes de Tom y Jerry se llevaron el primero de los siete premios Oscar que lograrían a lo largo de toda su historia.

  Había nacido una estrella.

  Con todo lo dicho, no es de extrañar que la carrera de Hanna y Barbera pareciera cada vez más prometedora y brillante, aparte que al popularidad de Tom y Jerry no paraba de crecer. El público de todas las edades quería más y más de estos personajes, los cuales eran un efectivo reclamo para que la gente fuera al cine a disfrutar de sus aventuras antes de ver la película que se fuera a proyectar. Tanto es así, que los dos directores se dedicaron exclusivamente a seguir creando cortos del gato y el ratón.

  Sin embargo, en aquellos tiempos en que solo existía la animación tradicional plano a plano, crear un solo corto de de Tom & Jerry llevaba un proceso demasiado largo y costoso que requería varias semanas de trabajo, por lo que a duras penas podían sacar unos pocos trabajos nuevos cada año. Aparte que la producción de cada uno costaba cerca de 50.000$ de la época, que es una pasta larga. Por todas estas razones, en mayo de 1957  directivos y productores llegaron a la conclusión de que MGM Cartoon Studio no era suficientemente rentable, y lo cerraron.

Llegados a este punto, Joseph Hanna y William Barbera decidieron establecerse por su cuenta y crear los famosos estudios Hanna-Barbera Productions. Que si bien al principio tenían que dedicarse a la creación de spots publicitarios para poder salir adelante, no tardaron en sacar nuevas producciones de animación que serían famosas en todo el mundo y que los catapultarían a lo más alto de la industria. De este modo, crearon personajes de sobra conocidos como Los Picapiedra (estrenada en setiembre de 1960), El oso Yogui (que vio la luz en enero de 1961), o Scooby Doo (1969) entre otros muchos personajes.

  Pero esta, es otra historia.

  En el momento en que MGM Cartoon Studios cerró sus puertas, se habían producido más de 110 cortos de Tom y Jerry (los que hoy conocemos como “los clásicos”), y entre los que se encuentran verdaderas joyas como Polka Dot-Puss (1949), Cat Fishin’ (1947), Cue Ball Cat (1950), Two Little Indian (1952), Jerry’s Cousin (1951), Fit to be Tied (1952), o The Bowling Alley Cat (1942) entre otros muchos.

  Sin embargo, este no sería el fin de estos personajes, ni mucho menos.

Idas y venidas

  Bastaron tres años para que los estudios Metro Goldwyn Mayer se interesaran de nuevo por la animación (señal de que el negocio de los dibujos animados daba pasta y querían su parte del pastel). Por lo que en 1961 decidieron retomar la producción de nuevos cortos protagonizados por Tom y Jerry, pero sin la colaboración de sus creadores originales.

  Para ello, decidieron subcontratar a los estudios europeos Rembrandt Films para se encargara de esta tarea, y poner en la dirección del proyecto al animador checo Gene Dietch (agosto de 1924 en Chicago-abril de 2020 en Praga).

  De este modo pasamos de la considerada como la mejor era de estos personajes, a la peor.

Siendo justos, hay que admitir el mérito de Dietch y su equipo, pues hicieron lo que pudieron con el escaso presupuesto que les dio MGM, aparte que de que no estaban muy familiarizados con el material original y que la sombra de la gloriosa primera era de estos personajes era muy grande. Desgraciadamente, algunos de los trabajos de Dietch con Tom y Jerry se consideraron un tanto extraños, incluso bizarros, y hasta crueles sin motivo en muchas ocasiones (que con estos dos ya es decir), de modo que el público no perdonó. En 1962, y tras solo 13 cortos entre los que se encuentran títulos como Sorry Safary (1962) o Switchin’Kitten (1961), finalizó la “era Dietch”. Años mas tarde, el propio director de esta etapa admitió que la tarea que se le había encomendado era toda una responsabilidad, que era muy consciente de la mala fama que estaban teniendo sus cortos a pesar de sus esfuerzos, y que llegó a recibir amenazas de muerte.

  Sin embargo, la productora Metro Goldwyn Mayer no se daba por vencida. Y al año siguiente decidió intentarlo de nuevo. Pero ojo, que tras su experiencia anterior parece que aprendieron un par de lecciones, y para llevar a cabo la tercera era de Tom y Jerry decidieron fichar a toda una leyenda del mundo de la animación. Ni más ni menos que el señor Chuck Jones, el cual recién salía de los estudios Warner Bros tras haber pasado varios años creando personajes clave para esta compañía y dirigiendo sus cortos, como Marvin the Martian, el gato Sylvester, Elmer Fudd, e incluso al Coyote y el Correcaminos. Con el impresionante currículum de Jones, el regreso del gato y el ratón tendría que ser un éxito rotundo, ¿verdad?

  Pues pese al nuevo aspecto de los personajes y estilo animado (que recuerda mucho a los trabajos anteriores de Jones), y más de treinta cortos bastante buenos como Jerry, Jerry Quite Contrary (1966) o The Cat Above and the Mouse Below (1964), la “época Jones” llegó a su fin en 1967 sin pena ni gloria.

De este modo, no solo terminaba la tercera era de Tom y Jerry, sino también su época cinematográfica.

Polémicas televisivas

  A finales de los sesenta, llegó un momento decisivo en esta historia: ¡Los cortos clásicos dan el paso a la pequeña pantalla! Ya no era necesario ir al cine y dejarse dinero para disfrutar de sus aventuras, sino que uno podía verlos alegremente desde el sofá de su casa, llegando a mayor cantidad de público y nuevas generaciones de fans.

  Sin embargo, dar el salto a T.V. también implicaba que ya no había el control ni restricción de edad que puede haber en un cine al comprar la entrada, por lo que los cortos emitidos fueron editados para suavizar el nivel de violencia y eliminar los estereotipos racistas (los cuales están mal en todas las épocas pero a efectos de este post hay que tener en cuenta la diferencia en cuanto a la forma de pensar que hay entre los años 40 y principios de los 70). Lo cual supuso, entre otras cosas, que se retirara el personaje de Mammy-Two-Shoes y fuera sustituido por una mujer de piel clara.

Desgraciadamente, una vez que se pone una etiqueta a algo o a alguien, ya no hay manera de quitarla por mucho que se haga. Y desde entonces, la polémica ha acompañado a estos personajes.

En este sentido, puede que recuerdes la que se armó a principios de los 2000  cuando varias asociaciones de padres pidieran que se retirara este show animado de la parrilla televisiva debido a que pueden ser una mala influencia para los niños debido a que los personajes toman alcohol y fuman, como se puede ver en Tennis Chumps de 1949, Casanova Cat (1951), o Texas Tom de 1950.

 De este modo, cuando en 1975 los estudios Hanna-Barbera quisieron recuperar a estos personajes para presentarlos en nuevos cortos, no es de extrañar que decidieran hacer un cambio drástico en la dinámica del show: que los dos eternos rivales se convirtieran en grandes amigos de la noche a la mañana. Así nació The Tom & Jerry Show (fácil de reconocer a simple vista por la pajarita roja que lleva el ratón), que sorprendentemente llegó a tener más de 40 episodios.

Camino al futuro con muchos altibajos

Entre 1980 y el año 2000, a Tom y Jerry les pasó de todo.

Para empezar, Filmation (competencia de Hanna-Barbera) adquirió los derechos de los personajes y emitió una serie de apenas dos años de vida: The Tom & Jerry Comedy Show.

Tras esto, Hanna-Barbera recuperó a los personajes a principios de los noventa y sucumbió a la moda que por aquel entonces tenía este estudio de infantilizar a varios de sus personajes (en series como Los Pequeños Picapiedra o Un cachorro llamado Scooby Doo), para traernos The Tom & Jerry Kids. En dónde veíamos al gato y al ratón de pequeñitos, tratando de recuperar su dinámica habitual de perseguirse el uno al otro al mismo tiempo que trataba de ser un show cándido e inocente, de tal manera que se perdía gran parte de la esencia que hizo grandes a estos personajes en sus inicios (no sé como llegó a tener cuatro temporadas).

 Pero cuidado, que en 1992 llegó Tom & Jerry: The Movie. Recuerdo que al momento previo a su estreno llegó a anunciarse en las noticias, augurando mucha diversión gracias al factor de que estos personajes ahora podían hablar, cantar (era mayormente un musical), y que unirían fuerzas para salvar a una dulce niña en apuros. Pese a lo mal recibida que fue la cinta, con el paso de los años veríamos aún más películas de Tom y Jerry, entre las cuales se encuentran The Magic Ring (2001),  Blast Off to Mars (2004) y The Fast and the Furry de 2005.

Ninguno de estos cuatro títulos consiguió especial repercusión. Razón por la que no se como explicarte que con los años la cosa no paró ahí, sino que tomó un rumbo de lo más extraño. Pues en un desesperado intento de hacer los personajes fueran rentables otra vez, se llevaron a cabo chocantes crossovers mediante películas como Tom and Jerry Meets Sherlock Holmes (2010), Tom and Jerry and the Wizard of Oz en 2011, y Tom and Jerry in Willy Wonka’s Chocolate factory en 2017.

Y todo esto sin contar la producción que mezcla animación con life action y que se estrenó en marzo de este año 2021. La cual aún no la he visto y supongo que lo terminaré haciendo tarde o temprano, más que nada para poder opinar con conocimiento de causa. Pero si te soy sincero, no me acaba de llamar mucho la atención. ¿Tu ya la has visto? ¿Qué te pareció?

Sea como sea, Tom & Jerry siguen en activo al momento de escribir estas líneas. Lo cual ha sido posible gracias a Bob Jaques (que participó en shows como Ren & Stimpy o Bob Esponja) creó la serie The Tom and Jerry Show, la cual estrenó su cuarta temporada el mes de febrero de 2021. Serie animada en formato Flash que se empezó a emitir en Cartoon Network, y que en sus tramas pretende llevar la acción de los cortos clásicos pero adaptándolo para los tiempos actuales.

  Aún así, no cabe duda de que se trata de unos personajes muy arraigados a la cultura popular, a los que les debemos muchas risas, y que han sabido ganarse el cariño de todos aquellos que disfrutaron de sus mejores momentos. Buena prueba de ello se ve en la cantidad de merchandising que existe sobre Tom y Jerry, como los numerosos videojuegos disponibles en varias consolas de Nintendo, Sega, Sony, Microsoft, PC, y móviles Android. Pero sobre todo, nos queda en el recuerdo la infinidad de risas y buenos momentos que nos han proporcionado a lo largo de los años, gracias a las múltiples reposiciones del maravilloso material correspondiente a sus primeros años. Por ello, solo puedo estar agradecido a sus creadores.

  Pero, ¿que hay de ti? ¿alguna vez has disfrutado de estos dibujos animados? ¿que opinas sobre la polémica que les ha salpicado a través de su historia? ¿Conoces alguno de sus cortos clásicos? Ya sabes que tus comentarios son más que bienvenidos y que me encanta leer tu opinión al respecto del viaje que acabamos de hacer.

  Y hasta aquí llega este post.

  Como recomendación de la semana, te dejo el link a una página web que me ha sido de gran ayuda para poder llevar a cabo este post. Me estoy refiriendo a supercartoons.net, página en la que se encuentran capítulos enteros de muchas series de animación clásicas como Scooby Doo, Donald Duck, la Pantera Rosa, Popeye, y todos los capítulos de Tom y Jerry mencionados en este post, así como otros personajes.

  Eso sí, están en su audio original.

www.supercartoons.net/

De nuevo, quiero recordarte que tú eres la otra mitad de este blog, y sin ti no existiría Tallopis-escribe. ¡Gracias por estar ahí!

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  Y ya me despido de ti hasta el próximo domingo 10 de octubre.  No sin antes recordarte que ya está disponible en formato digital mi libro LOS OTROS TÚ: Relatos de ciencia-ficción y terror en otros universos.

 Espero que te guste.

 Hasta entonces, te deseo feliz semana. Cuídate mucho y pásalo bien.

  Salud, ánimo, y éxito.