Hay una inmensa cantidad de podcasts especializados en gran variedad de temas. En verdad es una afición muy interesante y uno llega a descubrir algunos que realmente derrochan talento.
Entre algunos de mis favoritos, no es ningún secreto que se encuentra el muy recomendabe Los viejos frikis nunca mueren, dedicado principalmente al cine, televisión, videojuegos, música, y otras aficiones, pero con la vista puesta en los años 80, y 90. En verdad está muy bien documentado y todos sus programas son un derroche de simpatía, nostalgia, y buen humor. En verdad que yo no puedo de menos que admirar el trabajo que realiza y el modo en que lo hace, por lo que queda más que recomendado, siguiendo el listado de geniales creadores de contenido que espero poder seguir presentándote en los siguientes posts.
Aquí te dejo el siguiente link para que puedas conocer su genial trabajo, todo cargado con esta personalidad tan alegre y propia que inunda cada programa.
www.ivoox.com/podcast-podcast-viejos-frikis-nunca-mueren_sq_f1315371_1.html
Lo cierto es que cada uno de sus programas son un ticket de regreso a mi infancia y adolescencia, por lo que lo paso en grande recordando gran cantidad de vivencias de aquella etapa de mi vida, conectando un recuerdo con otro, hasta llegar a vivencias como la famosa serie de animación que protagoniza este post, cuya intro era tal y como sigue.
Si del mismo modo que este que te escribe, ya peinas alguna que otra cana, seguro que su melodía te será de lo más conocida.
Acabas de ver la cabecera de la famosa serie de animación de Sherlock Holmes, la cual es también conocida como el “Holmes de Miyazaki”, pues el famoso director de animación Hayao Miyazaki dirigió seis de los episodios de la serie, lo cual no es moco de pavo si tenemos en cuenta que este buen señor es conocido por ser uno de los cuatro fundadores de los aclamados Studios Ghibli, además de ser responsable de películas tan importantes como El viaje de Chihiro, El castillo de Cagliostro, La princesa Mononoke, y mi queridísima Porco Rosso entre muchas otras. Mientras que los otro veinte episodios de esta conocida serie fueron dirigidos por Kiosuke Mikuriya, lo cual también es muy meritorio pues estuvo directamente implicado en series como Lady Georgie y Ulisses 31.
Ambos directores de renombre trabajaron en esta serie que resulta ser una colaboración entre los estudios nipones TMS Entertainment y la Radio Televisione Italiana (o RAI), siendo emitida por primera vez en Japón en noviembre de 1984 y llegando a su fin en mayo de 1985. Y aunque en España tuvimos que esperar un poco más, esto no impidió que fuera todo un pelotazo y que lograra una gran popularidad en nuestro país, hasta el punto que se repuso varias veces entre finales de los ochenta y principios de los noventa, además de aparecer a al venta tanto en VHS como DVD.
Pero a todo esto… ¡ya me he vuelto a liar otra vez!, mira a que alturas estamos del post y aún no te he hablado de la trama alrededor de la cual gira esta serie. Voy a ello de inmediato.
Para ello debemos trasladarnos a la ciudad de Londres en pleno siglo XIX, pero no de nuestro universo, sino en uno alternativo habitado por perros antropomórficos, para los cuales no es ninguna sorpresa el vivir en una era de grandes progresos tecnológicos que en ocasiones podríamos definir como retrofuturista.
De echo, es en dicha ciudad, y más concretamente en el 221B de la calle Baker (en el distrito de Marylebone), dónde vive el protagonista de este show: el mundialmente famoso detective privado Sherlock Holmes. Un hombre astuto a la par que observador y que ha logrado desarrollar una capacidad deductiva francamente asombrosa, lo cual le ha servido para ganarse el reconocimiento de la sociedad londinense en numerosas ocasiones. Y aunque no falta quien diga que es un tanto presuntuoso, lo cierto es que Holmes se dedica en cuerpo y alma al constante adiestramiento de su mente, ya sea mediante sus pinitos como químico aficionado, la resolución de acertijos lógicos, y a través de la lectura constante. Con sus habilidades, Holmes es conocido por ser capaz de resolver cualquier misterio que otros daban por irresolubles.
Como principal aliado de tan eficaz investigador, encontramos a su mejor amigo y compañero de apartamento, el doctor James Watson, el cual sirvió como médico militar en la India durante muchos años. No solo es el fiel ayudante de Holmes, sino que además es un hombre de acción acostumbrado al combate, el uso de armas, y las situaciones más peligrosas. No obstante, se ruboriza muy fácilmente ante la presencia de una mujer bien agraciada, y tiene una personalidad de lo más entrañable debido principalmente a su carácter bonachón y emotivo.
Juntos forman un gran equipo que logra impedir cualquier plan criminal por elaborado y difícil que este resulte, por lo que con gran frecuencia viven grandes aventuras.
Sin embargo, este dúo de investigadores cuenta con valiosos aliados en su constante lucha contra el crimen.
El primero de ellos es la joven viuda y ama de llaves, señorita Mary Hudson. La cual se dedica básicamente a cuidar de Holmes y Watson. Pero que no te engañe su aspecto inofensivo, pues aunque parece ser una apacible mujer dedicada a la jardinería y las tareas del hogar, cuya amabilidad con los demás podría derretir hasta al corazón más frío, puede llegar a sorprender por su pericia al volante, conocimientos de aeronáutica, o su increíblemente precisa puntería. Vamos, que puede que sea una mujer muy de su tiempo, pero eso no hace que sea de armas tomar mientras te desarma con su sonrisa.
En segundo lugar nos encontramos con el torpe inspector Lestrade, de la policia de Scotland Yard. Un valiente y veterano oficial con más horas de servicio que el reloj de comisaria, aunque sea un tanto propenso a los accidentes. Está dispuesto a todo con tal de apresar a cierto criminal con el que tiene una particular obsesión. Y aunque siempre está despotricando de Holmes, llamándole presumido a sus espaldas, no cabe duda de que ambos mantienen esa extraña amistad que solo puede surgir entre dos sujetos que llevan una constante rivalidad tras varios años, ya que siempre cuentan el uno con el otro.
Pero no todo van a ser individuos de moral intachable y amantes de la ley en esta historia. En el otro lado del ring nos encontramos con uno de los puntos fuertes de esta serie: su carismático villano. El cual resulta ser, nada más y nada menos, que la mayor mente criminal del siglo. Un hábil delincuente versado en varias ramas del conocimiento como la química, mecánica, medicina, historia, arte, y otras que usa con tal de preparar y llevar a cabo todo tipo de delito imaginable, incluyendo robo, falsificación, secuestro, chantaje, y demás. Me estoy refiriendo al auto proclamando “Napoleón del crimen”, el profesor James Moriarty, nemesis absoluta de Sherlock Holmes. El máximo anhelo de antagonista y héroe de este show se basa en que cada uno pretende poder derrotar definitivamente al otro. Por lo que es normal verlos intentando adivinarse mutuamente los pasos para poder adelantarse y alzarse victorioso en su legendaria rivalidad.
Por supuesto, el malvado profesor tampoco está solo en sus planes. Y aunque acostumbra a trabajar con todo tipo de delincuentes, sus más fieles compinches son Smiley (alto, delgado, además de ser muy inocentón), y Todd (bajo, regordete, pero más listo que su compañero). Dos individuos que siguen ciegamente a Moriarty en sus planes, y que no dudan en hacer todo cuando les dice el profesor.
Y hasta aquí concluye, más o menos, la trama de la serie así como la presentación de sus principales personajes.
Como es evidente, esta serie está basada en el celebre personaje literario creado por el médico, viajero, y famoso escritor Sir Arthur Conan Doyle, el cual vio publicada la primera aparición de su más célebre personaje en 1887 con la novela Estudio en Escarlata. En total existieron cincuenta y seis relatos además de tres novelas (como por ejemplo El perro de los Baskerville), protagonizadas por Sherlock Holmes, cuyas aventuras eran supuestamente narradas por el propio Watson. En sus aventuras literarias, el famoso detective no solo se las veía contra su archienemigo James Moriarty (al que podemos ver en La casa vacía, el Valle del terror, y El problema final entre otros), sino que Holmes también tenía una relación de amor-odio con Irene Adler (Un escándalo en Bohemia, Las cinco semillas de naranja, o Un caso de identidad por nombrar algunos), además de combatir contra diversos enemigos de lo más variopinto, como el estafador Henry “El Santo” Peters, la Liga de los Pelirrojos, o el chantajista Charles Augustus Milverton.
Su gran fama y éxito perduran hasta nuestros días, en dónde siguen siendo habituales las historias basadas en estos personajes, como la película El secreto de la pirámide (que ya vimos anteriormente en el blog), numerosas películas y series life action, el manga Detective Conan, así como numerosas referencias intencionadas en otras obras, como en la serie House M.D. (Sherlock y Gregory comparten la inicial -H- de su apellido, ambos viven en el 221B de la calle Baker, son adictos a alguna sustancia, tocan un instrumento musical, y el mejor amigo de ambos personajes responde a las siglas J.W. aparte de terminar siendo compañeros de piso en algún momento).
No obstante, el prolífico autor sir Arthur Conan Doyle llego a crear toda una serie de historias de gran importancia al margen del universo de Holmes, siendo algunas de ellas El mundo Perdido, La tierra de la niebla, La máquina desintegradora, La compañía Blanca, Las hazañas del brigadier Gerard, La gran sombra, Cuentos de la penumbra y lo invisible, y así hasta más de cuarenta otros títulos.
Y ya me estoy liando otra vez… ¡volvamos al tema que nos ocupa!
A pesar de la popularidad del personaje Sherlock Holmes, esta serie de animación solo está ligeramente basada en los aspectos más básicos de la obra cumbre de Conan Doyle, por lo que en no pocas ocasiones se permite varias licencias, aparte de ser (elementalmente, oh queridas buenas gentes lectoras) un universo mucho más suavizado, con dosis de ciencia-ficción que permita el uso de maquinas increíbles al más puro estilo steampunk, y apto para un público más infantil, por lo que no había lugar para violencia explicita ni muertes, aunque en ocasiones si aparecían tramas un tanto adultas.
Sin embargo, lo que no faltaba en ningún momento, aparte de muchos misterios que requerían la búsqueda de pistas, eran sin duda unas grandes dosis de aventuras emocionantes y un gran sentido del humor. Buena parte de ello se producía mayormente gracias a los personajes de Watson y Lestrade, que servían en numerosas ocasiones de alivio cómico al sufrir varios percances de lo más hilarante, como situaciones vergonzosas y aparatosas caídas (aunque Holmes no estaba exento de tener algún que otro desliz y protagonizar algún momento humorístico). Aparte, la serie hacía especial hincapié en mostrar a las audiencias más jóvenes la importancia de varios valores morales como la educación, el honor, el respeto a los demás, el valor, el uso del ingenio por encima de la fuerza bruta, la fidelidad, mantener la palabra, y la amistad, mostrando la importancia de que un personaje supiera comportarse como un caballero cuando era debido, otorgando a sus protagonistas esta aura mística que poseían los héroes y villanos literarios de antaño, capaces de respetarse el uno al otro dentro de su enemistad.
Sin embargo, creo sinceramente que uno de sus principales atractivos de este anime (aparte de lo que uno podía llegar a disfrutarlo) era el personaje de Moriarty. Ojo cuidado, que este no es un villano de dibujos animados cualquiera.
Su trabajo como antagonista en una serie de animación ochentera, era obviamente perder una y otra vez de formas lo más ridículas posible, hasta aquí como casi todos los demás. Sin embargo, sus fechorías eran fruto de planes muy bien hilvanados al mismo tiempo que poseían una cierta brillantez en su ejecución, demostrando que podía ser un competente malhechor y un digno adversario para el héroe… que si, que era malo como un dolor de muelas, pudiendo llegar a ser malicioso, traicionero, y hasta cruel con tal de lograr sus objetivos, pero es que uno no podía evitar simpatizar con él, admirar su astucia e ingenio , y tomarle cierto cariño mientras te partías de risa con él. Aparte que el actor de doblaje que le ponía voz en la versión española (grande Luis González Páramo), hace un trabajo realmente maravilloso con este personaje. A eso le añadimos que sus líneas de diálogo son realmente brillantes y llenas de humor, lo cual le otorga a este villano un aire inigualable que lo hacía caer en gran estima por el público (¿cómo olvidar su celebre risa “ja je ji jo ju” y sus tronchantes lamentos?). Eso por no hablar de que al rascar la superficie uno puede apreciar un personaje más rico de lo que parece de entrada, como se muestra en el genial capítulo en que decide secuestrar a la señora Hudson (uno de mis favoritos junto al de Los acantilados de Dover).
Para terminar, solo me queda mencionar la excelente aportación del grupo infantil Nins al interpretar el tema principal de la serie, que podíamos escuchar al principio y final de cada capitulo, el cual era una adaptación con la letra cambiada del mismo tema, tomado de la versión italiana de la serie. El cual sonaba tal que así.
Sin embargo, para la versión original japonesa la cosa cambia, pues si bien los demás temas de la serie son asunto del compositor Kentaroh Haneda, para el tema de la intro (Kara Koborata Story) y de los creditos finales (Thamesis Gawa no Dance), se contó con el grupo musical nipón DaCapo. Estos temas eran los siguientes, a ver que te parecen:
Kara Koboreta Story
Thamesis Gawa no Dance
En definitiva, no te puedes imaginar que pedazo de viaje nostálgico me he pegado al documentarme para este post, y la gran alegría que ha sido para mi el descubrir que aquella serie de un perro detective con la que tanto disfrutaba hace casi treinta años, sigue estando en plena forma y que (salvando las distancias con la calidad de la técnica de animación de aquel entonces) sigue siendo tan divertida y disfrutable como entonces. Pues puede que estos personajes se quedaran atascados en este Londres ficticio para siempre, pero todos los valores que hacían grande esta serie siguen estando allí. Vamos, que recomiendo a todos los que la disfrutaron en su momento que aprovechen el link puesto anteriormente para volver a disfrutarla, y a las nuevas generaciones de buenas gentes frikinales que estén leyendo esto… ¿qué te puedo decir?, abre tu mente y déjate llevar con al menos un capítulo, que igual descubres un mundo sorprendente.
Y hasta aquí llega este post.
Como recomendación de la semana, quiero hablarte nuevamente de la tienda SOLO FRIKIS. Aunque la tienda es pequeñita, no decepciona en absoluto, todo lo contrario: camisetas, sudaderas, peluches, muñecos, figuras, carteras, llaveros, tazas, funkos, alfombras, y otros productos de merchandising de lo más variado están disponibles. En definitiva, un lugar al que os aconsejo que visitéis si estáis de paso por Barcelona, y al que muy seguramente volveré porqué había cosas buenas de pinta genial. Encontraréis la tienda SOLO FRIKIS en C/Sants número 2, muy cerca de la estación de metro Plaça de Sants (líneas azul y roja), o bien podéis visitar su Facebook o página web para más información.
¿Aún no te he mencionado nunca en la “recomendación de la semana” ni te he presentado en ninguna introducción de «TALlopis-Escribe»?
¿¡Pues a qué estás esperando!?
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Sin más que añadir, cuídate mucho y pásalo bien.
Salud, ánimo, y éxito.
¡No recordaba para nada estos dibujos y con la primera imagen de la cabecera me han venido un montón de recuerdos de golpe!
¡¡Hola Mistarnia!! Cuanto tiempo :D. Espero que estés bien, y me alegro un montón de verte de nuevo por aquí.
De verdad que es una serie mítica que sin duda formó parte de la infancia para muchos de nosotros. Me alegra saber que te ha traído tantos recuerdos (espero que todos ellos buenos) de vuelta y espero que te gustara el post *^_^*.
Un abrazo bien grande 😀