¡Encantado de saludaros de nuevo, oh buenas gentes lectoras!
Por sorprendente que pueda parecerte, para la intro de este post me gustaría escribirte sobre cierto animalito que responde al nombre científico de sarcophilus harrisii.
Este peculiar bichillo es clasificado como un dasiúrido, es decir, que pertenece a una familia de mamíferos supervivientes del periodo mioceno y que han llegado hasta nuestros días, en los cuales se encuentra amenazado por el peligro a la extinción. Además de ser el mayor marsupial carnívoro que existe en la actualidad, sus hábitos son principalmente nocturnos, y su tamaño oscila entre los 51 y 79 centímetros aproximadamente, pudiendo llegar a pesar entre 4 y 12 kilos. Su ciclo vital no es que sea muy extenso que digamos, pues apenas llegan a vivir hasta los 8 años. Y aunque una hembra puede llegar a tener hasta treinta crías en una sola camada, cada una de las cuales apenas es mayor que un grano de arroz, no todas llegan a sobrevivir, pues dentro de la bolsa marsupial (también conocida como marsupio), las crías se ven obligadas a competir entre ellas nada más nacer pues no hay suficiente leche materna para todas.
Seguro que este detalle sirve para que te hagas una idea de la feroz naturaleza que posee este animal, obligado a luchar duramente para poder alimentarse desde el primer momento de sus vidas.
De adulto destaca por su pelaje oscuro, tener un cuerpo musculoso y robusto, emitir un feroz grito muy particular, un fuerte hedor corporal, y sobre todo, por su ferocidad a la hora de comer. Para colmo, no es que sea muy gregario que digamos, pues prefieren ir a su bola, cazando sus presas en solitario con la única ayuda de sus enormes dientes y poderosas mandíbulas, aunque también pueden alimentarse de carroña, pudiendo almacenar grasa en sus colas en previsión a épocas de escasez o hambruna.
Y bueno… a estas alturas del post, seguro que debes estar alucinando. Admito que me gusta salirme por la tangente de vez en cuando, pero igual me he excedido un poco esta vez y que os escriba sobre zoología puede parecer un tanto chocante.
“¿Que demonios tiene que ver todo esto con la cultura pop?”, estaréis pensando con la sagacidad que os caracteriza, oh buenas gentes lectoras.
Bueno… ¿y si os digo que este animal habita principalmente en cierta isla frente a la costa sur de Australia? ¿Una isla llamada Tasmania?
Ah, entonces la cosa ya cambia, ¿verdad?
Y es que hoy, tengo el placer de escribirte sobre mi personaje favorito de los dibujos animados clásicos de la Warner Bros. Me estoy refiriendo obviamente a Taz: El diablo de Tasmania, cuya primera aparición fue en el corto Devil May Hare de 1954, en dónde ejercía como villano y antagonista al querer devorar al mismísimo Bugs Bunny.
Desde el primer momento fue presentado como un sujeto más bien malhumorado (aunque cualquiera estaría mosqueado si un conejo le vacila todo el rato), un tanto corto de luces (¡si es que no le dan guión al pobre!), así como un deseo irrefrenable de zamparse a todo bicho viviente que se encontrara a su paso (poniendo tan poco catering es normal que el pobre Taz se quede con hambre…¡es un incomprendido injustamente maltratado!). También mostraba su peculiar forma de hablar, que mezclaba frases cortas con pedorretas y gruñidos, así como la capacidad de convertirse en un pequeño remolino que podía destrozar cualquier obstáculo, incluyendo grandes árboles y duras rocas, pudiendo perforar túneles en montañas como si nada (¡poderoso y tremendo Taz!).
Por todo lo comentado, y mucho más, pronto se ganaría el cariño del público, y con el tiempo llegaría a convertirse en uno de los personajes más aclamados del universo Looney Tunes.
Pero me estoy adelantando a los acontecimientos.
EL PADRE DE LA CRIATURA
¿Pero de dónde sale este grandioso personaje?
Para responder a esta pregunta, es necesario que os hable un poco sobre su creador: el señor Robert McKimson.
Nacido en Denver (Colorado) en Octubre de 1910, no se puede negar que este hombre entró en el mundillo de la animación por la puerta grande, y es que nada más terminar sus estudios empezó a trabajar directamente para la Walt Disney. Sin embargo, solo estuvo dos años en la compañía del ratón más famoso del mundo, y pasado este tiempo fichó para la Romer Gray Studio en Altadena (Californa). Y aunque solo tenía 19 años cuando entró en dicho lugar junto a su hermano Tom (que tenía 23), lo cierto es que ya contaba con una cierta experiencia tras su paso por Disney, por lo que pronto le pusieron al cargo de los nuevos animadores, la mayoría de los cuales llegaban a los estudios directamente de las escuelas de arte.
Varios cortos de animación fueron creados en Romer Gray Studio, pero desgraciadamente tuvieron que cerrar el chiringuito en 1931 debido a que no podían encontrar un distribuidor adecuado para su trabajo, y es que la Gran Depresión ocasionada en 1929 por el crack de la bolsa en Estados Unidos afectó fuertemente a todos los sectores , incluyendo la animación. Sin embargo, todas aquellas experiencias le sirvieron a Robert/Bob McKimson para conocer cada vez más los entresijos de la industria en aquellos tiempos y seguir perfeccionando su estilo, además de hacerse un nombre.
De hecho, no tardó en encontrar trabajo, y aquel mismo año ya estaba haciendo tareas de entintado y pintura para dos señores llamados Rudolf Ising y Hugh Harman: los mismísimos que en 1933 crearían los estudios de animación de la Warner Bros y la Metro Goldwyn Mayer. ¡Casi nada! Como podrás suponer, cuando Harman e Ising hicieron historia al crear estos legendarios estudios de animación, se trajeron a Robert McKimson con ellos.
Había nacido una estrella.
Hasta el primer cierre de Warner Bros Animation Studios en 1964, McKimson trabajó con grandes nombres del mundillo como el señor Chuck Jones (mayormente conocido por su extensa labor en los cortos de Looney Tunes y Merrie Melodies) o Bob Clampett (que también participó en la serie de animación que en España conocimos como Benito y Cecilio). Con el tiempo, McKimson llegó a ser jefe de animadores, rechazando un puesto en la dirección de los estudios en 1937 para poder seguir dedicándose mayormente al trabajo de animación… al menos hasta 1944, en que ocupó el puesto del directivo Frank Tashlin cuando este tomó el petate para dedicarse al cine (poca broma con esto, que Tahslin llegó a escribir para los Hermanos Marx, Bob Hope, y dirigir películas de Jerry Lewis… pero esto es otra historia).
Podría resumir el resto de la trayectoria de Robert McKimson comentándote que entre 1964 y 1968 entró a trabajar para los estudios DePatie Freleng Enterprises (dirigiendo varios episodios de El show de la Pantera Rosa), dónde volvió a trabajar desde 1972 hasta su muerte en 1977, no sin antes ejercer su labor en Warner Bros Animation Studios que abrieron de nuevo entre 1968 y 1969. Pero a efectos de este post, lo que a nosotros nos interesa es que Robert/Bob McKimson fue también el creador de Speedy Gonzalez en 1953, además de dirigir numerosos cortos celebres como Acrobatty Bunny (que sirvió para terminar de perfilar al personaje de Bugs Bunny y darle la apariencia con que lo conocemos hoy), además de todos aquellos en que el gato Silvestre se enfrentaba al canguro Hippety Hooper en compañía de su hijo Silvestre Jr.
Y por supuesto, es el creador de Taz: El Diablo de Tasmania, cuyo doblaje original fue otro gran trabajo del mítico actor de voz Melvin Jerome “Mel” Blanc (responsable de poner voz a el gato Isidoro, Porky, Piolín, el pato Lucas, Pablo Marmol de los Picapiedra, Sam Bigotes, el gallo Claudio, y así hasta más de 400 personajes).
EL TORBELLINO DE TASMANIA LLEGA PARA QUEDARSE
Si a día de hoy podemos seguir disfrutando de nuestro querido Diablo de Tasmania, es casi un milagro. Pues aunque parezca sorprendente, poco le faltó para ser cancelado tras su primera aparición.
De hecho, quien fuera jefe de los estudios de animación en aquel momento, el también productor Edward Selzer, le pidió a McKimson que prescindiera de este personaje porque lo encontraba muy desagradable y que al público seguramente no le iba a gustar, que les parecería “molesto”. De hecho, no se si es casualidad, pero me parece muy curioso el final de Devil May Hare, pues podría haber sido una salida definitiva para el Diablo de Tasmania.
Y ya me estoy liando de nuevo.
A lo que íbamos. La cosa es que al poco de tomar esta decisión, Edward Selzer tuvo que tragarse sus propias palabras y rectificar cuando el presidente de la Warner Bros en persona, Jack Warner, fue al despacho de Selzer para pedirle explicaciones sobre lo ocurrido con el personaje del Diablo de Tasmania, pues el sorprendido presidente había recibido cajas, y cajas, y más cajas llenas hasta arriba de cartas escritas por los fans del personaje pidiendo su vuelta.
El publico había hablado, y lo hizo en favor del entrañable personaje.
Aún tardaría unos años, pero volveríamos a ver al Diablo de Tasmania en cuatro cortos más que serían dirigidos por el propio McKimson. Aquí te los dejo, y espero que los disfrutes:
–Bedeviled Rabbit, en abril de 1957. El cual tenía muchos gags en común con Devil May Hare, e incluso podría considerarse una especie de “continuación” del mismo.
–Ducking the devil, en agosto del mismo año. Esta vez sería el pato Lucas (Daffy Duck) quien se enfrentaría al Diablo de Tasmania.
www.supercartoons.net/cartoon/1015/daffy-duck-ducking-the-devil.html
–Bill of Hare, en agosto de 1962. De nuevo, los dientes del Diablo de Tasmania y su feroz movimiento de remolino se enfrentan a Bugs Bunny.
–Dr.Devil & Mr.Hare. En el último de los cortos clásicos de este personaje, que se emitió por primera vez en marzo de 1964, este se enfrentaría de nuevo a su viejo enemigo Bugs. Aunque en esta ocasión, el resultado de dicho enfrentamiento sería más igualado.
ESO NO ES TODO AMIGOS
El fin de los estudios originales de animación que dieron vida a este personaje, no fueron el final del mismo… ni de ninguno de sus compañeros de escena.
De hecho, en 1983 veríamos al Diablo de Tasmania de nuevo, pero no en un corto, sino en una película: El pato Lucas en la Isla Fantástica (Duffy Duck’s Movie: Fantasy Island), dónde de nuevo sería uno de los principales antagonistas.
Sin embargo, la época de mayor popularidad del Diablo de Tasmania estaba a punto de llegar gracias al estreno de su propia serie animada: Taz-Mania, en 1991. En la cual, finalmente, llegaría a tener el nombre con que le conocemos hoy en día: Taz.
En este show animado, veíamos la vida cotidiana de Taz junto a su familia, cuyos miembros se comportaba de un modo mucho más refinado en comparación al protagonista. Veamos quienes son los componentes del clan Tazmania:
–Hugh: El patriarca familiar es un hombre calmado y tranquilo al que no se le conoce oficio alguno. De hecho, en el primer capítulo de la serie, bromea diciendo que “va a tomarse un descanso de lo que se suponga que haga para ganarse la vida”, cuando le vemos sentarse en su sillón favorito para fumar tranquilamente su pipa y leer el periódico. Puede que sea un gandul ocioso, pero conoce muchas historias y es el sabio de la familia, aparte de pasarse la vida jugando al golf o a los bolos.
–Jean: La madre de nuestro protagonista es muy activa y organizada. Con frecuencia la vemos pegada al móvil para dirigir todo tipo de actividades en su comunidad, a la vez que demuestra ser una exitosa agente inmobiliaria.
–Molly: La adolescente hija del medio en esta singular familia, que cumple con todos los estereotipos propios de la edad que te puedas imaginar, siempre se está quejando de la actitud salvaje y poco refinada de su hermano mayor.
–Jake: El hermano pequeño es un niño que aún va a la escuela. Posee una imaginación desbordante así como una gran energía. Adora a Taz y quiere ser como él algún día.
–Dog: La mascota de Taz es una veloz tortuga que se cree perro. Ladra, saca la lengua, hace trucos, y le encanta ponerse panza arriba para que le rasquen .
Pero ojo, que hay más. Relatarte todos los personajes que aparecen en el show sería excesivo porque son un muchísimos, pero si puedo explicarte que además de todo lo dicho, resulta que Taz trabaja como botones de un hotel regentado por su incompetente jefe Bushwacker Bob, al mismo tiempo que un pequeño aborigen australiano llamado Príncipe Francis intenta capturar a nuestro protagonista como parte de un rito de su tribu para alcanzar la madurez, y que también hay un par de furtivos llamados Axel y Bull (dos cocodrilos antropomórficos), que tratan de cazar a Taz para llevarlo a un lejano zoo y cobrar una buena recompensa.
A modo de ejemplo del extenso universo de la serie, te comento que personalmente guardo divertidos recuerdos del capítulo en que el protagonista se hace famoso gracias a la frase “Taz no gusta agua”, así como este otro episodio en que Dimas el dingo pide a un genio que Taz se convierta en su mejor amigo para aprovecharse de su fuerza, con hilarante resultado.
Con 66 episodios en total, repartidos a lo largo de cuatro temporadas, la serie tuvo un éxito considerable que contribuyó enormemente a popularizar todavía más a este querido personaje. Tanto es así, que no tardaron en aparecer varios videojuegos basados en la serie, y que pudimos disfrutar en Super Nintendo, Mega Drive, o Master System entre otros.
Para terminar de rizar el rizo, cada vez que se ha creado algún spin-off derivado de los Looney Tunes, una versión de este personaje siempre ha estado presente. De este modo, en Baby Loonies vemos a un bebé Taz que desde su mas tierna infancia ya era capaz de hacer el famoso remolino, en Tiny Toons (producida por la Amblin Entertainment de Steven Spielberg) encontramos al personaje de Dizzy, y hasta en Loonatics Unleashed (del 2005) conocemos al personaje de Slam Tazmanian, una especie de profesional de la lucha libre futurista con superpoderes.
Eso por no hablar de su aparición en las películas que mezclan animación con life action, como la conocida Space Jam (1996) y Looney Toones: De nuevo en acción (2003). Así como el reboot de los personajes clásicos de la Warner Bros en The Looney Tunes Show, que se empezó a emitir en mayo del 2011, y en dónde vemos que Taz sirve de mascota domesticada a Bugs Bunny… sobre lo cual prefiero no hacer ningún comentario.
Sea como sea, y aunque los estudios no siempre lo han tratado como merece, no cabe duda de que Taz/El Diablo de Tasmania ha protagonizado momentos realmente divertidos y que ha sabido ganarse el cariño del público gracias a su carácter tan salvaje como emotivo, sus oportunos toques de genialidad, y el hilarante buen humor que desprende en cada una de sus apariciones. Un auténtico “malote” rebelde con buen corazón, solo que en versión animal y animada.
¡Gracias Robert McKimson!
¿Qué opinas tu? ¿conocías sus cortos clásicos o la serie de los noventa? ¿Cuál es tu Looney favorito? Como siempre, ya sabes que me encanta saber tu opinión y que me cuentes historias, por lo que sería genial si dejaras un mensaje en la caja de comentarios.
Y hasta aquí llega este post.
Como recomendación de la semana, quiero hablaros del canal de YouTube que lleva un buen amigo del post: Proof Itachi. Entre sus vídeos podemos encontrar interesantes trabajos dedicados a distintos juegos indie (que buenos el Mechstermination o el Cyber Shadow), gameplays retro de lo más divertido (inolvidable este Comix Zone, Tintin en el Tibet o el Astérix de Master system), así como experimentos de lo más curioso (que grande el vídeo de juegos aleatorios para la Atari 2600 y que mal cuerpo se le queda a uno con este Perfect Vermin). Además, tengo que agradecerle que me diera la idea para el post que acabas de leer.
¡Respect compa!
Y a todas las buenas gentes lectoras del blog, os recomiendo de veras que le echéis un ojo a sus trabajos. Aquí mismo os dejo un link directo para que podáis disfrutarlos.
www.youtube.com/channel/UCZAinNKGrV82abKH0R-Rxyw/videos
De nuevo, quiero recordarte que tú eres la otra mitad de este blog, y sin ti no existiría Tallopis-escribe. ¡Gracias por estar ahí!
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Sin más que añadir, volvemos a vernos el día 16 de mayo. Hasta entonces, cuídate mucho y pásalo bien.
Salud, ánimo, y éxito.
Y no olvidemos que los Tazos se llamaban así porque su primera línea estaba basada en los personajes de Tazmania
¡¡Hola Sicosepia :D!! Encantado de verte por aquí.
Ostras, de verdad que me flipa como siempre aprendo algo nuevo gracias a ti. Todo el mundo a visitar el blog «sicosepia.worpdress.com» de este buen señor, porque no tiene desperdicio alguno.
Espero poder pasar pronto a visitarte 🙂
Que gran post sobre uno de nuestros Looney Toons favoritos (junto con Lucas y Bugs). Tenemos muy buenos recuerdos de la serie que era muy divertida y del merchan que salió de esta tanto en muñecos coleccionables que regalaba Petit Suisse al reunir una cantidad de puntos como los tazos de Matutano con los personajes de la serie.
También fueron bastante buenos sus juegos o por lo menos los de Master Sytem y Game Gear que fueron los que probamos (y seguimos haciendo de vez en cuando).
Muy curiosa toda la historia hasta llegar a conocer a Taz como es hoy en día y al igual que tú nos negamos en rotundo a que sea una mascota.
¡Taz libre forever!
Lo dicho, genial post, amigo!!!
Un abrazote y nos seguimos leyendo.
¡¡Hola Presstartcook :D!!
Compa, eres más que bienvenido ^_^.
La verdad que el bueno de Taz ha sido un personaje que, mal que me pese, ha sido bastante infravalorado y tratado con poco mimo por parte de sus estudios. Pero por otra parte, que alegría ver el cariño que ha cosechado entre el público, llegando a evitar así el ser cancelado.
Durante esta semana me he quedado muy sorprendido de la historia que hay tras él, y del éxito que obtuvo la serie de los 90. Los videojuegos que aparecieron para tantos sistemas distintos (incluyendo estas geniales versiones de Master System y Game Gear que comentas) fueron una pasada, y contribuyeron a incrementar el merchandising que los fans solicitaban.
¡Recuerdo desbloqueado!, que fuerte lo que comentas lo de los Petit Suisse, no me acordaba de esto :O.
Me alegro que te gustara, y me hace especial ilusión saber que es uno de tus personajes favoritos.
¡Taz libre forever! 😀
Un abrazote y no dudes que nos seguimos leyendo.
Me ha encantado el artículo, principalmente tu manera de transmitir el cariño que le tienes a tu personaje favorito de Looney Tunes. Es un personaje que visualmente lo vemos como un salvaje o bárbaro, pero que en si mismo representa una personalidad encantadora y responsable <>. Recuerdo, allí por mis años mozos, haber estudiado el trabajo de varios dibujantes de WB, y entre ellos Robert McKimson, ha sido un desbloquear de conocimientos oprimidos en una mente sosegada por la simpleza actual. <>.
Espero seguir disfrutando de mis cafés de la mañana o de la tarde según me pilles confesado. Un saludo grande Crack!!!!
¡¡Hola 99Cyborg 😀 !! Encantado de verte por aquí ^_^
Siendo sincero, siempre he tenido mucho cariño a este personaje y me ha hecho mucha gracia. Lástima que no recibiera el cariño que merecía de sus estdios, pero que si recibió de los fans.
Opino igual que tu en el sentido de que su parte más salvaje es solo una parte de su personalidad, y que en el fondo tiene su coraconcito, como se puede ver en el primer episodio de la serie de los noventa cuando conoce a Dog.
Que grande y que bueno haber tenido la ocasión de haber estudiado la trayectoria profesional de grandes del mundillo de la animación como el señor Robert McKimson. De verdad que he flipado al documentarme para este post y ver que en la creación de Taz estaban vinculados personajes de tal calibre e historias tan curiosas.
Para mi un placer y un honor saber que formo parte de estos cafés mañaneros, o vespertinos, o de cuando sean… siempre y cuando los disfrutes.
Un abrazo bien grande 😀
Que chulo! Siempre me encantó Taza, gracias por el currazo de la entrada.
¡¡Hola GonzoRetro :D!! Encantado de verte por aquí.
Taz es un crack, que duda cabe. Me duele que se le haya infravalorado de este modo.
Al contrario, gracias a ti por pasarte y un honor recibir tu visita 😀
Un abrazo bien grande crack.