Cuando iba a secundaria, le tome mucha afición a los juegos de estrategia y construcción. Y aunque hace tiempo que no me pongo con ningún título de este estilo, lo cierto es que recuerdo varios de estos títulos con mucho cariño. Algunos como el Faraon, Civilization, Knights & Merchants, 7 Kingdoms, Theme Hospital y demás en la misma línea, fueron juegos a los que les llegué a dedicar muchas horas por lo mucho que disfrutaba con ellos. Razón por la que me alegra presentaros cierto canal de YouTube que me ha impresionado, pues (entre otras cosas) se dedica en gran parte a juegos de esta índole. Se trata de Secreto – Game Zone, cuyo link os dejo a continuación.
www.youtube.com/channel/UC7Jb_2V10BsOYVeqULYRrmQ
Seré sincero, lo he pasado en grande con este canal dedicado principalmente a publicar vídeos de gameplay de todos los estilos indicados en su cabecera, incluyendo títulos más recientes a los que yo solía jugar, como el The Colonist, End Zone: A World Apart, o el Empire of Sin. Todo ello explicado con mucha simpatía y cercanía, pero además… que voz tiene el propietario del canal. De verdad que resulta de lo más apacible ver sus partidas y escucharle mientras va construyendo toda clase de imperios ante tus ojos. A mi me ha encantado, y si eres fan de alguno de estos géneros, te aseguro que lo vas a disfrutar.
Y siguiendo en el tema de este gran meta-arte que son los videojuegos, hoy vengo a hablaros nuevamente de Super Mario (al cual ya le dediqué un post con el apoyo del compañero Palladia del recomendable podcast “Arqueología Nintendo”).
Super Mario… ¿quién no conoce a este simpático y entrañable personaje? Conocido incluso por los ajenos al medio y referenciado hasta la saciedad en la cultura popular. Es todo un símbolo no solo de una compañía, sino de los videojuegos en si mismo, y alrededor del cual giran gran cantidad de historias. Una de mis favoritas es aquella de que el juego de Super Mario Bros 3 en realidad es una obra de teatro, lo cual está confirmado por el mismísimo Shigeru Miyamoto, su creador. E incluso en juegos posteriores vemos que los niveles están compuestos por capítulos o episodios (como Super Mario Sunshine), como insinuando que todo sea parte de una serie de T.V. o historia de ficción.
Alguna vez he fantaseado pensando que, si bien el primer juego de la franquicia (Super Mario Bros) sí ocurrió realmente en su correspondiente universo, (y puede que lo mismo se pueda decir de The Lost Levels o Super Mario 2 japonés), puede que al terminar estos dos, la leyenda del fontanero y los demás personajes alcanzara tal popularidad entre las gentes de Mundo Champiñón que sus protagonistas decidieran aparcar sus rivalidades iniciales para convertirse en una compañía de actores que relatan las distintas historias de la franquicia de videojuegos que todos conocemos. Es una teoría muy loca, puede que disparatada, lo admito, pero me hace gracia imaginarme a estos personajes tan queridos por todos en esta hipotética vida de super-celebridades populares, y que todos los juegos de la franquicia aparecidos desde Lost Levels en adelante son realmente películas, obras de teatro, o cómics (¿la saga Paper Mario?) protagonizados por los mismos personajes que se interpretan a si mismos y que ahora se dedican a vivir la gran vida como actores.
“Miyamoto: Mario cast is a troupe of actors…” ¿que te parece eso?
Siguiendo esta línea teórica, los diversos spin-offs de la franquicia, como el Mario Tennis, Mario Strikers y demás, no serían más que competiciones amistosas entre estos “actores” que simplemente han decidido pasar el tiempo libre juntos de vez en cuando a partir de lo bien que lo pasan juntos trabajando. Razón por la que han decidido organizar distintos eventos en los que ellos mismos participan. Al fin y al cabo, no existe ningún canon oficial de los juegos, y esta teoría quizás pudiera explicar como Bowser y Mario tan pronto se persiguen mutuamente como juegan juntos a diversos juegos como si nada hubiera pasado (que hasta en Super Mario RPG y otros títulos hacen gran equipo). Es una teoría que simplemente me divierte… igual hay que pulir eso un poco, pero ahí lo dejo.
Pues bien. Entre estos numerosos eventos, bien pudiera ocurrir que los personajes de la franquicia decidieran organizar… ¡carreras de karts! Los domingos por la mañana se levantan bien temprano, le dan sus últimos toques a sus cochecitos de gasolina, y a pasarlo en grande quemando rueda en diversos circuitos.
¿Disparatado?, bueno, ahí esta el juego que hoy vengo a presentaros, el mítico primer juego de la franquicia Super Mario Kart.
Su mecánica no puede ser más sencilla.
Su modo de juego principal se basa en carreras dónde competían los ocho personajes del juego a la vez, en las cuales el jugador debía intentar mantenerse entre los cuatro primeros en cruzar la meta tras completar tres vueltas al circuito. Si eso se conseguía, quedabas clasificado para la siguiente carrera y cada participante (tanto jugador como los pilotos manejados por el juego) obtenían una serie de puntos: 9 para el primer clasificado, 6 para el segundo, tres para el tercero en llegar, y un solo puntito para el cuarto. No obstante, si quedabas en quinto lugar o menos, perdías una de tus valiosas tres vidas. Y así en cinco carreras, al final de las cuales había una ceremonia de entrega de trofeos acorde a la puntuación de la clasificación general.
Pero ojo, no se vayan todavía que hay mucho, pero que mucho más.
Realmente había cuatro competiciones: Mushroom Cup, Flower Cup, y Star Cup, mas la Special Cup que se desbloqueaba al superar las tres anteriores en cierta dificultad mínima. Así mismo, la mayoría de los circuitos de cada competición (que no todos) están basados en diferentes parajes de Super Mario World, como Las praderas Donut o La Casa de fantasmas Boo, por mencionar algunas.
¿He dicho algo de una dificultad mínima?, pues si queridas buenas gentes. Pues al principio solo contamos con el nivel Fácil (50cc), y el normal (100cc), que deberán ser superadas logrando trofeo en todas las competiciones antes de acceder al más difícil de todos (150cc).
Además, el juego nos ofrecía diversas modalidades de juego, como la posibilidad de correr un circuito en solitario con su Time Trial para poder practicar e intentar batir el propio récord de tiempo.
No obstante, uno de los puntos fuertes del juego era la opción de jugar con otro jugador en modo local, pudiendo participar ambos a la vez en distintos modos: en los cinco circuitos de una copa con los 6 personajes restantes siendo manejados por el juego, en una sola carrera mano a mano (Match Race Mode), o bien en un delirante Modo Batalla, en el que cada jugador tiene tres globitos atados a su coche y que explotan cada vez que recibe un ataque del rival, participando así en una dinámica en que ambos jugadores son “gato y ratón” a la vez, ganando el combate aquel que rompa primero los globos del rival.
Si, has leído bien: “atacar”, pues este juego ofrece la posibilidad de conseguir distintos objetos, los cuales son asignados “aleatoriamente” al jugador (el objeto que te tocara en suerte dependía mayormente de tu clasificación en la carrera). Para lograr uno, simplemente hay que pasar por encima de los iconos con el símbolo de interrogación que había en el suelo de la pista en cada modo de juego, salvo el Time Trial. Dichos objetos servían para atacar a los demás participantes, ya fueran otro humano o los manejados por el juego, permitiendo que aprovecharas la incapacidad temporal que causaban en los rivales para adelantarles y subir puestos.
Vamos, que de fair play, más bien poquito. Es más, el juego ya estaba diseñado para animarte a jugar sucio, pues todos los demás rivales seguro lo harían.
Veamos los distintos objetos que se podían obtener:
–Una piel de plátano: Cada vez que se pisaba una de estas, el kart afectado perdía momentáneamente el control y daba un trompo que le paralizaba por un breve momento.
–Caparazón de tortuga verde: Funcionaba como un proyectil que salida disparado en línea recta hacía adelante, rebotando en los bordes del circuito si no golpeaba a ningún rival, por lo que cabía la posibilidad de que te golpearas a ti mismo por accidente. Quien recibía el golpe, sufría el mismo efecto que si fuera alcanzado por una piel de plátano.
–Caparazón de tortuga rojo: Igual que el verde, solo que este se dirigía automáticamente al rival más cercano que estuviera frente a nosotros sin necesidad de apuntar.
–Pluma: Otorgaba un único super-salto que podía ser usado para evitar un ataque enemigo, superar obstáculos en medio del circuito, o usar atajos especiales.
–Trueno: Todos los participantes, salvo quien lo usaba, veían reducido su velocidad y tamaño de forma drástica, pudiendo ser pisoteados por quien invocaba dicho ítem.
–Estrella: Durante unos segundos se es inmune a los ataques ajenos y solo tocar a un rival se le hacía dar un trompo. Ademas, aumentaba notoriamente la velocidad de nuestro vehículo. Aunque las trampas como pozos, aguas profundas, y ríos de lava del circuito seguían afectando a nuestro piloto.
–Moneda: Un par de relucientes monedas de oro para nuestro bolsillo. Cuantas más monedas teníamos más veloz era nuestro kart, y que también podíamos recoger las que se encontraban dispersas por el circuito aparte de las que pudieran salir en los bloques -?-. Pero si caíamos por un precipicio o similar, el arbitro de la carrera (el dios Lakituu de las aventuras de Super Mario) nos arrebataría un par de ellas como pago por devolvernos a la carrera. Además, si nos quedábamos sin ninguna, cada vez que un rival chocaba con nosotros, perdíamos toda la aceleración de golpe.
–Champiñón: Otorgaba un súper acelerón instantáneo.
–Fantasma: Nos hacía temporalmente invisibles.
Estos eran los objetos que podíamos usar los jugadores, aunque no te creas que los rivales controlados por la CPU fueran indefensos y cándidos. Nada más lejos de la realidad, pues cada uno de ellos podía lanzar objetos que nos obligaban a dar un trompo si eramos alcanzados por ellos o si los pisábamos, además de la multitud de trampas que podíamos encontrar durante los circuitos. Por suerte, había una serie de líneas amarillas que otorgaban un salto automático para pasar por encima de los pozos y ríos de lava, así como unas flechas amarillas pintadas en el suelo que nos daban un super acelerón.
Dicho todo esto, creo que ya va siendo hora de que te presente a los ocho participantes en estas disparatadas carreras, y entre los que podíamos elegir a nuestro piloto. Ni que decir que cada uno de ellos tenía sus características en lo que se refiere a aguante, velocidad, resistencia, y aceleración.
–Mario y Luigi: Los famosos héroes de Nintendo que protagonizan las grandes aventuras que todos conocemos, los cuales se han decidido meterse al mundo del motor para desestresarse de sus aventuras (o rodajes en sus próximas apariciones). Al jugarlos vemos que sus habilidades se encuentran en la media, pero como rivales tratan de bloquear nuestro avance y pueden usar estrellas con frecuencia.
–Princess (como es llamada en el juego) y Yoshi: Gran aceleración pero velocidad y fuerza más bien del montón. Cuando los maneja el juego, Princess usa champiñones tóxicos y Yoshi lanza huevos contra el jugador.
–Bowser y Donkey Kong Jr: Todos conocéis a Bowser, la eterna nemesis de Mario en sus aventuras, mientras que el personaje de Donkey Kong Jr es muy especial, pues cuando se lanzó este juego se cumplía el 10º aniversario del arcade del mismo nombre y por eso Nintendo decidió incluir este personaje, conmemorando así tal evento. Es la única vez que aparece en un juego de Mario Kart (gracias a Eneko de Arqueología Nintendo por todos estos datos), y a efectos de la franquicia “Donkey Kong Country”, este personaje sería la “generación intermedia” entre el anciano Cranky Kong y Donkey Kong (el de la corbata y al que si vimos en juegos posteriores de Mario Kart).
Estos dos personajes tienen una gran resistencia a los ataques y una gran velocidad, pero su aceleración deja mucho que desear. Como competidores, Bowser lanza peligrosas bolas de fuego que se quedan en medio del circuito, y Kong lanza resbaladizas pieles de plátano.
–Toad y Koopa: No destacan especialmente en ninguna área, pero su manejo es una maravilla, siendo los personajes más fáciles de controlar. Si los tenemos de enemigo, Koopa nos lanzará caparazones verdes y Toad usará champiñones tóxicos.
Este juego para la SNES vio la luz por primera vez en Japón, su país de origen, en agosto de 1992. Desarrollado y distribuido por Nintendo, lo cierto es que este juego se convirtió en todo un pelotazo desde el primer momento, alcanzando gran popularidad entre el público, convirtiéndose en un éxito de ventas y de los títulos más característicos de la 16 bits. Y no es que lo diga este humilde servidor que te escribe, crítica y consumidores fueron unánimes al aclamar este título de carreras, que prácticamente creó un sub-género en el medio, pues a partir de su éxito no son pocos los personajes de otras franquicias que también se subieron a estos particulares vehículos, como Sonic, Crash Brandicoot, e incluso podemos encontrar títulos protagonizados por personajes originales como el curioso Power Drift, el inocente Wacky Wheels con sus animalitos… ¡hasta el gato Garfield o los pájaros de Angry Birds se subieron al carro para aprovechar el tirón de este título!
Por supuesto, Nintendo vio ahí todo un filón. Solo decir que desde entonces, la gran -N- decidió sacar al menos un título de Mario Kart para prácticamente todas las consolas que sacó después de la SNES, como la NDS o la N64. Algunos gustaron más, otros menos, pero casi me atrevería a decir que todos tenemos ese circuito favorito que recordamos con nostalgia, pero es que todos los títulos de esta franquicia son siempre de los más esperados cada vez que esta gente saca una consola nueva. Poca broma con eso, que al momento de escribir estas líneas existen un total de 17 juegos con este nombre (incluyendo las versiones para teléfonos móviles).
No hay más que ver como Nintendo mima cada uno de los juegos de esta saga e incluso expande su universo con cada nuevo título de Mario Kart, ya sea añadiendo nuevas mecánicas (como los “caballitos” o acrobacias y el uso de planeadores), circuitos nuevos, más personajes para elegir, o añadiendo más objetos (como los calamares Blooper o el temido pero famoso caparazón azul) con todo lo bueno y lo mejor del momento tanto en gráficos (en el caso de la versión inicial de SNES vemos ese Modo 7 que ya vimos anteriormente en el primer F-Zero), la música (los temas de Bowser’s Castle y Rainbow Road los tengo clavados en la cabeza), y algo que… seamos claros, Nintendo siempre cuida mucho: la diversión. Porque con esta saga siempre se bromea diciendo que “rompe amistades”, pero siempre volvemos a por más precisamente por lo increíblemente divertidos que son cada uno de sus juegos y por lo bien que lo pasamos con cada uno de los juegos de la franquicia, por las risas en el multijugador con los amigos o familiares, y por el mimo con el que están realizados.
Y todo empezó… con Mario montando en un kart. Así de sencillo, así de sublime, y escuchando este tema por primera vez.
¿Que puede decir uno ante tamaño regalo al mundo de los videojuegos?
Por mi parte, solo me queda quitarme el sombrero y decir, una vez más… gracias Miyamoto.
Y hasta aquí llega este post.
Como recomendación de la semana, una vez más quiero señalar la gran labor que están realizando desde la Fundación Juegoterapia, cuya finalidad me parece más que admirable al tratar de hacer que los niños afectados de cáncer sufran este difícil proceso de la forma más amena posible. Juegoterapia se dedican a recoger consolas y videojuegos para donarlos a los hospitales, además de recaudar donativos de socios, y voluntariado, para crear jardines, áreas de juegos, y hasta cines para los niños con cáncer. Te dejo el link directo con todas sus actividades, proyectos, información, y modos en que se puede colaborar con su gran labor. www.juegaterapia.org/
¿Aún no te he mencionado nunca en la “recomendación de la semana” ni te he presentado en ninguna introducción de «TALlopis-Escribe»?
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Sin más que añadir, cuídate mucho y pásalo bien.
Salud, ánimo, y éxito.
P.D: ¿Tuviste el juego original?, espero disfrutes de esta copia PDF del libreto de instrucciones original.
Hola crack. Gran juego el Mario Kart, nunca tuve una SuperNintendo, por lo que a este juego jugué años más tarde gracias la bendita emulación. Lo que no quita que no lo conociera, cualquiera no conoce esta franquicia. Muy divertido, sobretodo jugando a dobles, a pesar de que la máquina hace trampas cuando vas primero, empieza a tirar items que sólo ellos tienen.
Gran post e interesante teoría sobre el universo de Mario. Un fuerte abrazo.
¡¡Bienhallado compa, me alegro de verde de nuevo por aquí :D!!
No cabe duda de que este primer juego fue todo un pelotazo que inició una de las sagas más queridas de este meta-arte. Coincido plenamente contigo en que era mucho más divertido al jugar dobles, pero lo cierto es que esta «trampa» que comentas, puede que tuviera su razón de ser… que el juego fuera igualmente desafiante aunque fueras primero… o al menos tendría sentido si fuera así, ¿tu que opinas? 🙂
¿Que quieres que te diga? ya que no existe ningún canon oficial de estos personajes, me hace gracia imaginarlos los domingos por la mañana en el garaje y haciendo mantenimiento de sus vehículos, o haciendo una barbacoa todos juntos entre una «película» (o juego) XD.
Un abrazo bien grande compa 😀