Desarrolladora: Sega // Distribuidora: Sega // Lanzamiento: Junio de 1989 // Plataformas: Creo que terminaría mucho antes diciendo para cuales NO esta, pues se trata de un juego ampliamente porteado y versionado para multitud de dispositivos, pero a efectos prácticos de este post, me centraré en la original de arcade y la de Mega Drive // Género: Beat’em Up // Vista: Horizontal.
Máquinas recreativas.
¿Cuántas monedas de cinco y veinte duros nos habremos dejado en ellas?
Recientemente, en una de estas charlas de twitter que tanto disfruto con muchos de vosotros, estaba hablando de este tema con el bueno de SirArturo (queda más que recomendada su cuenta de twitter, en dónde cuelga contenido muy interesante) y en broma, terminamos concluyendo que de no haber dedicado tantas monedas a este entretenimiento, posiblemente nuestras actuales hipotecas o alquileres serían más llevaderos.
Y es que la cantidad de partidas que les hechábamos, era considerable. Pero ¿y lo bien que lo pasábamos?
Por supuesto, cada uno de nosotros tenía nuestras favoritas. En mi caso, ya he comentado alguna que otra vez mi predilección por el Ghouls’n Ghosts, The Simpsons Arcade, el Hippodrome (que viciadas con este último en el Bar S’Olivera), y en una ocasión ya comentamos el Toki, o “juego del mono tira-bolas”, en el blog.
A este breve listado, con toda seguridad podríamos añadir el protagonista de este post: el célebre juego conocido como Golden Axe. Además, es que no fallaba, era matemático: Bar en dónde estaba esta recreativa, bar que se llenaba fijo de chavales con los bolsillos tintineando para hacer unas partidas a este gran y mítico juego.
Bueno, chavales… y vecinos cotillas a los que les faltaba tiempo para ir a ver tus padres para contarles en dónde te habían visto y con qué otros niños. Todos aquellos que, como un servidor, os habéis criado en uno de estos pueblos o ciudades pequeñas en dónde todo el mundo se conoce, en aquellos tiempos dónde los videojuegos se veían con mayor desconfianza de lo que se hace hoy en día (que por suerte está más normalizado), sabéis perfectamente de qué os estoy hablando. Esta sensación de llegar a tu casa y que te preguntaran qué estabas haciendo en un bar cuando solo eres un niño y te pasaran el interrogatorio sobre quiénes son los padres de los que estaban contigo, es indescriptible.
Y peor era si te habían visto en el salón de recreativos y billares, en dónde se decía que se reunían todos los gamberretes del pueblo y demás. Vamos, mala fama asegurada. Recuerdo que, en mi Ciutadella de Menorca natal, este local era el Video Games Club de Sa Contramurada. ¿Tu tenías algún local parecido cerca de dónde vivías de niño? ¿viviste alguna experiencia similar?
Por suerte, al menos en el caso del Golden Axe, con el tiempo terminé encontrando la que en mi infantil mente era la solución perfecta: ir a jugarlo en casa de un amigo del colegio que tuviera la Mega Drive… el mismo del que os hablé cuando el post de Eternal Champions.
Sin más dilación, permíteme que te explique la trama del juego que vengo a presentarte.
La acción se desarrolla en la lejana y mágica tierra de Yuria.
Corren malos tiempos para la gente trabajadora y de bien que vive en este universo medieval de fantasía, en dónde las criaturas mitológicas y la brujería no son cosa de ficción, sino elementos muy reales.
Resulta que el malvado Death Adder, individuo tiránico y cruel dónde los haya, ha creado un vasto ejército de sinvergüenzas, guerreros traicioneros, y criaturas de pesadilla con el que tomar por la fuerza todo el reino para someter con hierro y fuego a sus atemorizados ciudadanos. No sin antes tomar como rehenes tanto al rey como a la princesa.
No obstante, existen tres intrépidos individuos que no solo pretenden acabar con este villano para que vuelva la paz, sino que además tienen cuentas que saldar con el tal Death Addler… ese tipo de deuda que solo puede pagarse con sangre. De modo que, confiando solamente en ellos mismos, estos tres valientes emprenden el camino hacia la morada del antagonista de este juego para hacer justicia y terminar con su imperio de terror.
Estos bravos sujetos, entre los cuales elegías a uno con el que jugar, eran los siguientes.
–Gilius Thunderhead: Lo admito, era mi personaje favorito por encima de los demás. Es un enano barbicano ataviado con ropajes verdes y un casco con cuernos con los que ataca al enemigo cuando realiza el ataque de la embestida. Ataca a las tropas enemigas con una gigantesca hacha que, curiosamente, es de color dorado en la versión arcade y color grisáceo en la de Mega Drive. Es el personaje que tiene mayor equilibrio fuerza-poder mágico del juego.
–Ax Battler: Un collar, unos brazaletes, un taparrabos, unas botas, y una espada de tamaño considerable que maneja con gran destreza gracias a su notable fuerza. ¿Para qué más?, este personaje se basta con estas cualidades para presentar batalla al ejército del mal. Es el más fuerte de los tres, aunque no es muy ducho en artes mágicas.
–Tyris Flare: Esta valiente amazona no teme a nada ni a nadie. Equipada con una respetable espada, y una gran habilidad para las patadas voladoras cuando realiza la embestida, no hay esbirro maligno que pueda con ella. Por si esto fuera poco, su dominio de la magia es digno de admiración y puede llegar a convocar poderosas fuerzas para que la ayuden en su misión.
Como puedes ver, la historia no es que sea precisamente de lo más original del mundo, y los personajes son los que podrían aparecer en cualquier obra de espada y brujería. Pero manejarlos, era totalmente distinto. Se trataba de algo divertido, épico, toda una aventura a tu alcance por solo una moneda. ¿Cómo se puede resistir alguien a una cosa así? El juego contaba con un encanto propio, un entorno que hemos visto en muchas historias parecidas, pero conservando su personalidad, y si echarle una partida era algo simplemente emocionante, no hablemos ya de la experiencia de jugar junto a un amigo.
Y quizás eso sea debido a las mecánicas que nos ofrece el juego.
Cada personaje tenía una serie de cuadrados azules en la parte inferior de la pantalla, indicando su salud, o cantidad de daño que podía aguantar antes de caer derrotado. Llegado este punto se perdía una de las valiosas dos vidas con las que contamos al principio para cumplir con nuestro propósito. Afortunadamente, y como ya hemos comentado, nuestros protagonistas son experimentados guerreros de armas tomar (nunca mejor dicho) que cuentan con movimientos comunes que les permiten plantar cara a sus enemigos. De este modo cada personaje puede correr y realizar una embestida, atacar con sus armas e incluso enlazar varios ataques consecutivos en un mismo enemigo siempre que el anterior tenga éxito, saltar y combinar este movimiento con un ataque, además de poder usar los ya mencionados poderes mágicos.
De hecho, existe un gracioso tópico (o Ley de Murphy) alrededor de este juego que seguramente muchos de vosotros conocéis, y es que al jugar este título en una máquina que no conoces, el primer botón que pulses será inevitablemente el de la magia, gastando inútilmente las escasas reservas que se te dan al principio.
Dejando esto aparte, me encantan los conjuros que cada personaje desata en el juego. De este modo, Ax invocaba las fuerzas de la tierra en forma de terremotos o volcanes, Tyris usaba fuego (que podía llegar a manifestarse en la forma de un enorme dragón), y Gilius podía servirse de rayos. Cuantas más botellas azules teníamos, mayor era la fuerza de estos hechizos y el daño que creaban en las tropas enemigas en pantalla.
¿Y cómo conseguir estas botellas azules? Pensaréis vosotros, oh lectores y lectoras de bien, con esta sagacidad que os caracteriza. Pues atacando a unos traviesos duendecillos que aparecían al final de cada nivel, mientras nuestros personajes acampan tan ricamente durante la noche, y a la mitad de cada fase en algunas ocasiones. De modo que los de color azul dejaban caer dichas botellas azules, mientras que los de color verde soltaban fragmentos de carne asada que servían para recuperar la vitalidad de los héroes.
Por si esto fuera poco, durante la partida podíamos encontrar hasta tres monturas distintas, cada una de ellas con interesantes facultades de ataque, que podíamos usar para nuestro beneficio si lográbamos subirnos a alguna de ellas. Pero si los enemigos nos golpeaban, podían llegar a robárnoslas, e incluso provocar que huyeran si las perdíamos con demasiada frecuencia (cosa que igualmente ocurría durante la secuencia de acampar al final de cada nivel).
Estas míticas criaturas eran:
–Chicken Leg: También conocido como Cocatriz, Bizarrian, o simplemente “el bicho rosa”. Se trataba de una especie de lagarto con dos patas, una poderosa cola, y un prominente pico de loro. Al pulsar el botón de ataque mientras montamos este ser, dará una rápida vuelta para golpear a sus enemigos con la parte posterior de su cuerpo.
–Dragones: Existían dos modelos de esta mítica criatura en el juego. Por un lado. estaban los de tipo “Llamarada”, que soltaban una poderosa lengua de fuego de corto alcance, y luego estaban los de tipo “Bola de fuego”, cuyo ataque no era tan dañino como su compañero, pero el alcance era sin duda mucho mayor.
No obstante, los enemigos no piensan quedarse de brazos cruzados ante nuestro propósito. De este modo nos enfrentaremos a diferentes tipos de guerreros, soldados, gigantes, caballeros fuertemente armados y protegidos con armaduras, aparte de siniestros esqueletos surgidos de bajo tierra. Además, todos ellos tienen la costumbre de intentar rodearnos atacándonos por dos frentes distintos a la vez, por lo que debemos evitar en la mayoría de lo posible que logren acorralarnos. Por suerte, los antagonistas no son muy listos y es fácil engañarles para que estos terminen cayendo por precipicios. De hecho, una vez se le encuentra el truco a este juego, se controlan perfectamente los mandos, y uno se ha fijado bien en el patrón de ataque de los enemigos, este juego no resulta ser de los más complicados ni difíciles que hemos visto en un arcade, por lo que avanzar en el e incluso llegar a terminarlo no es una tarea especialmente ardua que digamos. Eso aparte de ser un título bastante corto.
De hecho, en este sentido, y casi que me atrevería a decir que en todos los aspectos que lo componen (música, gráficos, controles, etc), este Golden Axe tiene a la sencillez por bandera y norma, todo con tal de ofrecer una experiencia directa, rápida, y sin complicaciones, en dónde la acción y la diversión sean los elementos más prominentes. Cosa que lograron a la perfección, de modo que no es de extrañar que llegara a tener tanto éxito y alcanzar el número de fans que tuvo.
Como muestra de su popularidad, no hay más que ver la gran cantidad de juegos que existen sobre esta franquicia. Tengo que admitir que antes de empezar a investigar y documentarme para escribir este post, pensaba que solo existían tres títulos en total sobre Golden Axe, pero la realidad ha resultado ser muy distinta.
De hecho, existen 8 títulos de distintos géneros que componen la saga y alimentan el lore de este universo. Estos son los tres beat’em up que todos conocemos (Golden Axe de 1989, la segunda entrega que apareció en 1991, y el Golden Axe III de 1993), el RPG conocido como Golden Axe Warrior del año 1991 (que continua el canon de la saga original y que apareció para Master System), otro RPG que mezclaba acción y vista cenital fue el Ax Battler: Legend of Golden Axe (sacado a la venta en 1992), la recreativa Golden Axe: The Revenge of Death Adder (del mismo año que la anterior), el juego de lucha uno contra uno de 1994 conocido como Golden Axe: The Duel, y por último, encontramos el Golden Axe: Beast Ridder de 2008, que se centra en el combate sobre diferentes criaturas.
Todo eso por no hablar de la increíble cantidad de ports, versiones, remakes, y demás parafernalia que existe en relación a los primeros títulos de la saga, llegando a contar incluso con versiones para teléfono móvil, y hasta una serie de cómics.
Pero volviendo al tema que nos ocupa, el juego original para arcade y su posterior aparición en la 16 bits de SEGA cuentan con curiosas diferencias entre ambas (aparte del mencionado color del hacha que lleva Gilius).
Para empezar, el final en ambas versiones es totalmente distinto. Dando lugar a una escena imprevista y divertida que rompe sutilmente la cuarta pared en su versión arcade, así como un final más serio con su correspondiente listado de enemigos y créditos para la Mega Drive. Pero incluso así, este final más clásico no se escapa de tomar un aire divertido si uno sabe dónde mirar, pues gran parte de los enemigos tienen nombres iguales o parecidos a diversas bebidas alcohólicas, mientras que los motes autoimpuestos por los propios trabajadores que crearon el juego, seguro darán más de una sorpresa a los amantes de los vehículos de motor.
Por otro lado, la versión para Mega Drive cuenta con dos niveles más que no aparecen en el arcade original.
Sea como sea, nos encontramos ante todo un pelotazo de juego que incluso con su relativa brevedad, hizo las delicias de nuestras infantiles mentes en los tiempos que Conan el Bárbaro, El señor de las Bestias, Lady Halcón, y otras aventuras parecidas nos hacían fliparlo en colores. Nostalgia pura a la que, personalmente, aún hoy en día, no puedo resistir la tentación de seguir echando una partidilla de vez en cuando.
¿Tú también lo jugaste? ¿Qué te pareció?
Y hasta aquí llega este post.
Como recomendación de la semana, quiero hablaros de la última tienda frikinal que he descubierto casualmente por Barcelona. La cosa es que me encontraba paseando por Sants, cuando paso por enfrente de un local cuyo nombre me cautivó al instante: SOLO FRIKIS. Ni que decir que mi instinto natural me ha empujado irremediablemente a su interior para echar un vistazo, y aunque la tienda es pequeñita, no he quedado decepcionado en absoluto ni mucho menos: camisetas, sudaderas, peluches, muñecos, figuras, carteras, llaveros, tazas, funkos, alfombras, y otros productos de merchandising que me hicieron tilín de inmediato. Puedo asegurarte que me habría llevado toda la tienda, porque hay montón de material del bueno al que echarle el guante. Buena muestra de ello es un muñeco de Arale Norimaki (de mi queridísima Dr.Slump) y una taza con la imagen del disco Highway to Hell de los grandes AC/DC que han terminado siendo parte de mi colección. Además, el dependiente ha resultado ser muy buena gente y atento. En definitiva, un lugar al que os aconsejo que visitéis si estáis de paso por Barcelona, y al que muy seguramente volveré para pillarme alguna que otra camiseta, porque las había con muy buena pinta. Encontraréis la tienda SOLO FRIKIS en C/Sants número 2, muy cerca de la estación de metro Plaça de Sants (líneas azul y roja), o bien podéis visitar su Facebook o página web para más información.
¿Aún no te he mencionado nunca en la “recomendación de la semana”?
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Sin más que añadir, cuídate mucho y pásalo bien.
Salud, ánimo, y éxito.
Por descontado que jugué a Golden Axe, al igual que tú en bares de mala muerte y salones recreativos (de mala muerte también XD). Me pasaba como a ti, el «enano» era mi personaje favorito, pero porque no era muy diestro por entonces y este personaje tenía un alcance mayor en el cuerpo a cuerpo, con lo que con él me resultaba algo más fácil mantener a los enemigos a raya. Muy cierto lo de que el primer botón que se pulsaba era el de la magia (cosa que también me pasaba muy a menudo en el primer Streets of Rage), a todo el mundo le pasaba. Tampoco es de extrañar ya que, no sé tú, pero yo nunca la he jugado en un mueble original por lo que no habían indicaciones de qué botón era para cada cosa, pero es cierto, no fallaba, primero … la magia.
Buen post, cuídate.
Un fuerte abrazo.
Ostras, pues ahora que lo dices, tienes mucha razón. Yo tampoco recuerdo haber jugado este mítico título en un mueble original que tuviera alguna orientación sobre los botones… aparte que el juego (al contrario que otros títulos que si lo hacían, como el Metal Slug) no tenía ningún tipo de explicación o tutorial.
Y lo de jugar en baruchos y recreativos de mala catadura, o de «mala muerte» como bien indicas (lo cual creo que lo describe muy bien XDXD) era súper típico. Bar que tenía los juegos más apreciados, bar que se llenaba de chavales bajo la sorprendida mirada de los parroquianos de turno XDXD. La verdad es que solo eso ya era una experiencia única aparte del juego y toda una fuente de anécdotas.
Y tanto el Golden Axe, como el genial Streets of Rage que comentas, eran títulos increíbles. Aún a día de hoy les doy un tiento de vez en cuando, porque lo bien valen 😀
Como siempre, un placer recibir tu visita y te agradezco enormemente tus comentarios tan llenos de nostalgia y buenos recuerdos. Gracias *^_^*
Pues la verdad es que lo he probado unos minutos, pero jamás le he dedicado mucho tiempo y menos pasarmelo, a ver si me lo juego que de una sentada y con save states no debe ser muy largo…
No se si sabes compa que hace poco SEGA libero un prototipo de un Golden Axe que iba a salir, la verdad es que aunque ese solo tenia una fase, estaba bien.
Un saludo ^^
¡¡hola Spiegel, un verdadero placer tenerte de nuevo por aquí :D!!
Lo cierto es que el juego no es excesivamente largo y puede llegar a finalizarse sin demasiada dificultad, simplemente aprendiendo por dónde aparecerán los enemigos (que siempre están en el mismo lugar) y andando con cuidado de ser rodeado. Estoy seguro que podrías llegar a pasártelo.
Puede que actualmente no haya envejecido muy bien, pero que es todo un clásico que formó parte de la infancia para muchos, esto está claro. En su momento se convirtió en todo un pelotazo, aparte de lo divertido que era jugar con otro amigo.
¡Vaya, ahora me has sorprendido! O_O. No había oído hablar de este prototipo, pero suena interesante… igual es cuestión de investigarlo. Gracias por decírmelo 😀
Un abrazo bien grande 🙂