TV Retro/Animación: David el Gnomo.

  Me alegro de verte por aquí.

  Antes de entrar en materia, creo que deberías ver este vídeo.

  Si ya peinas alguna que otra cana, escuchar su canción igual hasta te transporta a otra época. Puede que hasta te emocione de algún modo.

Sea como sea, déjate llevar.

  Este tema fue interpretado por Jorge Enrique Gómez Díaz. Atento a este hombre porque tiene un palmarés nada despreciable al ser socio fundador de Bat Discos, jefe de promoción de la actual Sony Music (cuando aún se llamaba CBS), pionero en la producción de musicales de Brodway en España, cazatalentos al que se le atribuye el “descubrimiento” de varios músicos famosos de los setenta y ochenta, organizador de galas para televisión… vamos, que el hombre tiene rodaje en el negocio.

  La música para esta canción fue compuesta por Javier Losada, un profesional como la copa de un pino y que tiene un señor carrerón que no veas. Siendo mayormente conocido por cierta sesión de grabación con el grupo Burning, se dedicaba a hacer trabajos como teclista y con el tiempo fue un maestro en el uso de sintetizadores. Un pionero en nuestro país que trabajó en el mundo de la grabación desde los ochenta, y que no solo desarrolló su actividad como compositor, arreglista, y autor, sino siempre ha estado metido en asuntos relacionados con derechos de la propiedad intelectual.

  Finalmente, la letra fue asunto de María Rosario Ovelar, que durante su trayectoria profesional escribió letras de canciones para Sergio y Estíbaliz, Jeanette, y Mocedades entre otros muchos, además de participar con su voz en temas de La Unión y Sergio Dalma. ¡Casi nada!

  Estos tres profesionales en sus respectivos campos unieron fuerzas para crear el tema Soy un gnomo que acabas de escuchar, y que para muchos de nosotros se convirtió en una canción que marcaría nuestra infancia. Se convirtió en un sello de identidad, entre otras razones, por dar a conocer algunas características de esta curiosa raza de seres fantásticos protagonistas de la serie, además de contar con un curioso mensaje escrito que llama poderosamente la atención cuando uno es niño, contribuyendo a fortalecer la atmósfera mágica y ancestral del mundo que se relata en este show y que tuvo un impacto muy pero que muy fuerte entre los que éramos niños a mediados de los ochenta. Recuerdo que se produjo todo un boom de merchandising que incluía su propio álbum de cromos, promociones de todo tipo, y hasta figuritas de los personajes protagonistas.

  Si tengo que ser sincero, me extraña que solo existiera una sola temporada de 26 episodios en total, pero lo cierto es que la serie tuvo tan buena acogida que se realizaron numerosas reposiciones a lo largo de los años siguientes, pues se convirtió en una mítica serie animada que siempre se cuenta entre las más destacadas de su tiempo.

  Empezó a emitirse en 1985 y cada capítulo tenía una duración de unos veinte minutos. Posteriormente se extendió también en América Latina (en canales como Teleantioquia de Colombia y la XHGC-TV en México), en Estados Unidos mediante el canal Nickelodeon, en Australia gracias a la ABC, y en muchos países de Europa como Alemania, Portugal, Bélgica, Inglaterra, y más. Lo cual creo que ya es indicativo del éxito y buena acogida que tuvo.

  Si bien su país de origen es España, la realización de la serie fue asunto de Wang Film Productions (que entre sus trabajos de animación cuenta con infinidad de series conocidas como Phineas y Ferb, Marsupilami, Aventureros del aire, House of Mouse, Brandy y Mr.Whiskers, American Dragon, y Bonkers entre otras muchas), mientras que su productora fue BRB Internacional, la cual es muy posible que te suene por llevar a cabo La vuelta al mundo en ochenta días de Willy Fogg y la serie animada de Mortadelo y Filemón (si no contamos las anteriores producciones de los Estudios Vara como el Armario del Tiempo). Estos últimos contaron con la estrecha colaboración de la cadena TVE1, la cual fue la primera cadena en emitir <<David el Gnomo>>.

  No obstante, la idea de la serie nació con la idea de adaptar el libro Gnomes, el cual fue publicado en 1977 con el título original en neerlandés de Leven en werken van de kabouter (Vida y obra del gnomo) y que se rumorea estuvo en la lista de best sellers del New York Times por más de un año. Dicho título fue un formidable trabajo del escritor Will Huygen (The pop-up book of gnomes, Secret of the gnomes o Gnomes and their families, entre otros), en colaboración con el ilustrador Rien Poortvliet (Jachttekeningen, Hij was een van ons y Te Hooi en te gras, aparte de otros títulos más). Juntos también crearon el libro De oproep der kabouters (La llamada de los gnomos), en el que ambos autores «confraternizan» con los gnomos para crear el libro. Yo no lo he leído y no lo puedo asegurar, pero lo que si es cierto es que esta publicación sirvió para crear la segunda serie inspirada en estos personajes, La llamada de los gnomos, en la cual se relataban las aventuras del sabio y comprensivo juez Klaus en compañía de su joven aprendiz Dany, al cual le encantaba dibujar, y como es normal en su «tierna» edad de 50 años, seguía siendo un joven alegre y despreocupado al que le faltaba madurar un poco.

  Y bueno, creo que esta vez sí me he liado de verdad. Mejor voy contando ya mismo la trama.

  Como podrás imaginar por el título, esta serie de animación que vengo a presentarte narra las aventuras de David, el cual, es un gnomo.

  Sí, sí, un gnomo. Estos seres fantásticos con aspecto de abuelito bonachón, que apenas miden un palmo de alto, sin incluir sus picudos sombreros rojos, y viven hasta los cuatrocientos años. Además, disponen de varias habilidades especiales como la telepatía, empatía, comprender el lenguaje animal, hipnosis, y la fuerza sobrehumana, entre otras muchas. Tienen descendencia una sola vez en toda la vida, además de contar con pequeños grillos en sus hogares que les sirven como “alarma de intrusión”, y ratones mascota.

  Son de carácter benigno y pacífico, aunque prefieren evitar a los humanos debido a lo destructivo del estilo de vida que llevamos y otras costumbres tan nuestras que son imposibles de comprender para estas criaturas. Lo cual no es de extrañar si tenemos en cuenta la fuerte conexión que tienen con la naturaleza. Aunque su más fiero enemigo son los trolls, unas corpulentas criaturas, más bien estúpidas, narizonas, pestilentes y malvadas, que evitan en todo lo posible la luz del sol, pues si los sorprendiera el día se convertirían en piedra.

  Pero volviendo a lo que íbamos. David es un renombrado médico/veterinario de avanzada edad pero que aún tiene energías más que de sobra para seguir ejerciendo su oficio y vivir grandes aventuras con tal de ayudar a todo aquel que solicite sus servicios dónde quiera que esté. Para ello se desplaza a grandes distancias e incluso a otros países, ya sea con la ayuda de nutrias, gansos, y sobre todo su fiel zorro Swift, con el que vive grandes peripecias. Además, David vive con su amada esposa Lisa que a veces le acompaña en sus viajes y con la que forma una pareja muy bien avenida.

  Y bueno, esencialmente esta es la trama de esta serie a grandes rasgos.

  En verdad era una serie muy divertida que buscaba empatizar con los niños que la veían, para lo cual se veía como David (muy consciente de que le estaban mirando) rompía con frecuencia la cuarta pared. De hecho, prácticamente todo el primer capítulo consiste en que nuestro gnómico protagonista te presenta su casa y costumbres mientras te habla directamente a ti como espectador. Además, la serie tenía un toque de humor muy logrado gracias a la torpeza de los trolls, entre varias situaciones cómicas. Y a pesar de lograr sacar varias sonrisas con frecuencia, no era una serie básicamente cómica, sino más bien de aventuras y viajes, en dónde los protagonistas siempre lograban salir adelante gracias a su ingenio, inteligencia, y buena voluntad más que por la fuerza o la magia, además de producirse toda una serie de emotivas circunstancias que llegaban a la fibra sensible del espectador. Y un excelente ejemplo de esto, es el mítico final de esta serie, del que se dice tantas veces, medio en broma, que destrozó muchas infancias, pues la conclusión de la serie resultó ser un acontecimiento que pilló a todo el mundo desprevenido por lo fuertemente dramático y conmovedor del mismo. Aquellos de vosotros que lo recordéis, ya sabéis a que me refiero.

  Por otro lado, si algo destacaba la serie es por la educación en valores como la amistad, la bondad, y la importancia de cuidar la naturaleza, pero no de forma muy moralista o empalagosa. Todo lo contrario. Pues estos temas tendían a formar parte de la trama de cada episodio de forma increíblemente ágil, mostrando las consecuencias que pueden ocasionar la carencia de dichos valores: desde personajes en grave peligro (que pese a ser una serie infantil este llegaba a tocarse de cerca en algunas ocasiones), como el sufrimiento de los animales u otros gnomos a quienes David otorgaba su auxilio a lo largo de sus viajes y aventuras. Pero documentándome para este post, he visto que la faceta educativa de la serie también se refiere a que cuanto se comenta en la misma sobre medicina, heridas, patrones de comportamiento en ciertos animales, y demás, resultan ser datos precisos y ciertos, pues al realizar esta serie ya se puso mucho cuidado de que estos aspectos se relataran de forma fidedigna a la realidad pero sin mostrar nada que pudiera incomodar a los más pequeños de la casa de aquellos tiempos. Pues no pocas veces veíamos al protagonista que, en curso de su labor como médico, debía operar en extrañas o incómodas circunstancias mientras el mismo, u otros gnomos, comentaban la jugada y mostraban su preocupación.

  Por otro lado, si algo tiene esta serie que me sigue fascinando de adulto, es el aspecto visual. Mira que han pasado años desde que se emitió por primera vez, pero no me parece que haya envejecido tan mal como otras en este sentido. Los personajes se mostraban con un gran colorido y agilidad en sus movimientos, aparte que eran profundamente expresivos, y con ello no me refiero exclusivamente a los trolls y los gnomos (que también… ¡que currada de rostros emotivos cada uno en su especie!), sino también a los animales que, sin mostrar ningún aspecto antropomórfico, demostraban tener una gran variedad de emociones con su rostro o postura. Por otro lado, la paleta de colores usada para los escenarios (tanto interiores como exteriores) quizás no era tan viva y pretendía tener un toque más realista, además de que todo se mostraba permanentemente estático en estos fondos de acuarela (fijaos en el cielo, la roca, o los túneles bajo tierra, por ejemplo): la llama de las lámparas no se movía, la hierba no se mecía con el viento, etcétera. De modo que solo los objetos con los que los personajes interactuaban directamente mostraban movimiento, de modo que era como si estos se movieran por un cuadro colgado en una pared. Pero, por otro lado, el nivel de detalle es realmente increíble. Cada escenario habla por sí mismo a la que le prestes un mínimo de atención.

  Mientras que el apartado sonoro no se quedaba para nada atrás. Personalmente, los efectos me parecían muy graciosos cuando era niño, como muy de dibujo animado de enfoque más humorístico, pero la música instrumental que se dejaba escuchar en las distintas situaciones en cada capítulo logra empapar cada secuencia de un ambiente emotivo concreto para lo que estaba ocurriendo en cada momento, siendo capaz de transmitir entusiasmo, peligro, e incluso misterio, o un ambiente etéreo, mágico, a toda la serie. ¿El doblaje?, una verdadera maravilla, gracias por preguntar.

  En definitiva. Con razón se convirtió en una de las series icónicas de su época, y la favorita para muchos de nosotros que vivimos nuestras infancias durante la década de los ochenta. Era divertida, instructiva, llevada a cabo por verdaderos profesionales que se propusieron hacer algo grande, cargada de aventuras, emociones, y técnicamente no estaba nada mal. Un pedacito de aquel niño que fuimos revive cada vez que escuchamos la canción de la intro creada para esta serie.

  Si queréis volver a disfrutarla, se puede comprar completa en DVD y también se encuentra en el servicio de televisión streaming de Amazon Prime. Pero también podréis encontrarla en la lista de reproducción del canal Yutube propiedad de BRB España, y cuyo link os dejo a continuación.

  Así que no tienes excusa para verla.

  Y hasta aquí llega el post.

  Como recomendación de la semana, quiero hablarte de la a Fundación Juegoterapia. Estoy encantado con la existencia de este proyecto, cuya finalidad me parece más que admirable al querer llevar a cabo una acción tan noble, como es hacer más llevadero el tratamiento a los niños que reciben quimioterapia, a través de los videojuegos. En un ambiente tan atemorizante como este, echar unas partidas cambia el modo en que estos jóvenes aventureros viven esta experiencia. Para ello, el proyecto Juegoterapia se dedica a recoger consolas y videojuegos para donarlos a los hospitales, además de recaudar donativos de socios, y voluntariado, para crear jardines, áreas de juegos, y hasta cines para los niños con cáncer. Te dejo el link directo con todas sus actividades, proyectos, información, y modos en que se puede colaborar con su gran labor. www.juegaterapia.org/

  Como siempre, te recuerdo que acostumbro a publicar nuevo contenido todos los domingos, de modo que, si nada lo impide, volvemos a vernos el próximo día 27 de setiembre.

  Para terminar, quisiera pedirte que, si has disfrutado el post, me sería de mucha ayuda si le dieras al botón “Me gusta” y lo compartieras en tus redes sociales, así como con tu familia y seres queridos. También decirte que puedes participar activamente en el blog a través de la caja de comentarios, ya sea dejándome tus sugerencias para la “recomendación de la semana” (si conoces algún evento o local interesante relacionado con el frikismo cerca de dónde vives), así como tus aportes para la sección de “Fechas frikis” y “Curiosidades” al margen de cualquier cosa que quieras compartir conmigo y los demás lectores. También puedes apoyar al blog mediante la aplicación “Invítame a un café” que se encuentra en la barra de widgets. Todo ello me sería de gran ayuda para seguir adelante con “tallopis-escribe.com”.

  Sin más que añadir, cuídate mucho y pásalo bien.

  No pienso frotar mi nariz con la vuestra al estilo gnomo (nada personal, solo timidez), pero si me puedo despedir de vosotros hasta la próxima con un alegre y sonoro ¡¡slitz bai!!

  Salud, ánimo, y éxito.

Comments

  1. Soy siete veces más fuerte que tú… !! Otra de esas melodías que aprendímos y tarareamos multitud de veces.
    Y es que esta serie marcó la infancia de muchos, tanto como los que la disfrutaron en su estreno como en nuestro caso con las reposiciones (eso sí, de las primeras que como dices ya también peinamos alguna cana).
    Los valores que enseñó a día de hoy se transmiten en pocas series de animación y se reflejaban en el carisma de los personajes y sus acciones.
    Y que decir del final, del que no vamos a hacer spoilers…menuda llorera…
    Así, déjanos felicitarte por saber plasmar la esencia de esta serie en esta entrada y recomendarla a todos aquellos que no han podido disfrutarla, sobre todo a los más peques.
    Lo dicho, como siempre ¡trabajazo!.
    Un abrazote y nos seguimos leyendo.
    ¡Ah, los trolls existen! O al menos sus descendientes, pues tuvimos un compañero de trabajo que física y olorosamente era igual que Poopye, con mocarros incluidos 😂😂

    1. «…Muy veloz, y siempre estoy de buen humoooooor» Jajajaja, y que lo digas compa, la canción de esta serie marcó la infancia de muchos. Hasta el punto que, como bien dices, la llegamos a aprender de memoria. Era una serie mítica sin duda, personalmente me encantaba el zorro Swift, y al documentarme para este post me sorprendió mucho el saber que muchas de las cosas que comentaba David durante su trabajo como médico, estaban muy estudiadas, tratando de acercarse lo máximo posible a las nobles profesiones de sanidad y veterinaria. De modo que no solo educaba en valores (una maravilla de serie en este sentido), sino que también podía llegar a ser educativa en este sentido y que se creara mayor conciencia del sufrimiento de los animales.
      Si a todo lo dicho le añadimos que era divertida y que tenía sus toques de humor… ¡es que lo tenía todo!
      Eso sí, no puedo hacer de menos que decirlo, el final fue una faena. ¡¡Anda que no habría casas con niños llorando por todo el país ese día!!
      Jajajajajaja XDXD, pobrecito tu compañero. Aunque también es cierto que, casi con toda seguridad, muchos conocimos a alguien con las singulares características nasales del troll Poopey (con el paso de los años y descubriendo la serie Shin-Chan, me pasaba que Boo-Chan me recordaba a este mocoso antagonista de David XD).
      Compa, que alguien de talento como tu dedique tan bellas palabras a mi humilde trabajo, siempre es un placer y un honor. ¡Si es que así da gusto seguir cada semana con el trabajo del blog!! *^_^* De verdad, un gusto saber que disfrutaste con esta entrada.
      Un abrazo bien grande compa :D, y no dudes que nos seguimos leyendo 🙂
      Ahora que por fin empieza a venir un poco de fresquillo (¡ya era hora!), me comería bien a gusto este genial «montón de ramen con carne z» de Dragon Ball Z Kakarot que tan bien explicasteis en vuestro blog (mmmm ^_^).
      Hasta pronto 😀

    1. Si te soy sincero, creo que con este post se me ha ido un poco la mando con la nostalgia *^_^*
      Aunque por otro lado, era una serie mítica que dejó muy buen recuerdo en todo el que tuvo la suerte de disfrutarla en su momento, y es que, como bien dices, marcó muchas infancias (la de casas con niños llorando que habría por todo el país el día que emitieron el último capítulo).
      Creo que TVE1 tuvo un gran acierto en hacer varias reposiciones de la misma con el paso de los años.

  2. «David el Gnomo» es una de las series de las que mejor recuerdo guardo, tanto por las historias que nos contaba como por su BSO y lo entrañable que era, siempre buenrollista, positiva, transmitiendo valores y a la vez divirtiendo, y sí, ya peinamos muchas canas (lo que queda de ello, claro) jajaja

    HemosVisto!

    1. Las canas que queden en pie, son orgullosos galones compa ;). Que la veteranía es un grado jajaja XD
      No puedo de menos que darte la razón en todo y cuanto dices en tu simpático comentario. Era una serie con motivos propios más que suficientes para gozar del reconocimiento y fama que se le otorgó, y se le sigue dando a día de hoy. No solo a nivel técnico de la época, sino sobre todo por su genial contenido tan lleno de grandes cualidades que muy bien señalas. Para colmo, resulta que había un trabajo de documentación en sus guiones que era una barbaridad, así que no solo era educación en valores, sino en hábitos de los animales y los comentarios que hacía David en el ejercicio de su profesión.
      Y encima eso, que era divertida. Porque no me dirás que era un gustazo ver con que ingenio acababan burlando siempre a los trolls, y que en general tenía un toque de humor muy agradecido.

      Visto queda, a ver si pronto puedo hacer una escapadita a visitaros 😀

  3. Es de los mejores dibujos que han hecho porque tiene buenos valores. Los niños de ahora deberían verlo. A decir verdad todos los dibujos de la época tenían una canción pegadiza que hacen que hoy en día las recordemos con tanto coariño. Pequeños pero con … fuerza jejejej!! espero que vaya bien la semana y que estés muy bien. Un saludo a ver si te pasas. Nos vamos viendo.

    1. Ostras, pues ahora que lo dices… si que le encuentro un valor musical muy pegadizo a las intros de las series que veíamos de peques. Se te quedaban grabadas en la memoria.
      Y como bien dices, eran una serie genial, precisamente por el modo tan ágil de educar en valores, aparte de lo divertida que era, porque el modo en que burlaban a los trolls y el ingenio con el que superaban sus dificultades, era una maravilla.
      Desde luego, éramos peques pero tuvimos una infancia tremenda. Nos divertíamos un montón :D… aunque igual es algo de la edad. El verdadero medio es saber conservar este estado incluso como adulto. Facilita mucho la vida, en verdad.
      Cuídate mucho.

Tus comentarios son más que bienvenidos.