Escribir un post al respecto de este cómic me parece algo sensacional.
Y es que desde muy pequeño se convirtió en una de mis lecturas favoritas, casi podría decir que fue una de tantas con las que aprendí a leer, y llegué a tener tanto cariño a estos comics y sus personajes, me han hecho reír tanto a lo largo de toda la vida, que aún hoy sigo sus aventuras. Pero por otro lado… ¡qué responsabilidad escribir sobre “Mortadelo y Filemón”! Pues me atrevería a decir que este comic no solo se trata de la obra más importante de su autor, sino también que se trata del cómic más famoso creado en España, el cual seguro que forma una muy divertida parte de la infancia para muchos de vosotros.
Sin más, que empiece el post.
El joven que nunca sería banquero
Hablar de este cómic, implica necesariamente que mencionemos ni que sea un poquito a su brillante creador (si piensas que en este post la imparcialidad va a brillar por su ausencia, estás en lo cierto). Me estoy refiriendo al ilustre Francisco Ibáñez Talavera, nacido en Barcelona el 15 de marzo de 1936 (en el momento de escribir las presentes líneas, este buen señor tiene 84 años y sigue publicando una media de entre cuatro y seis aventuras largas de Mortadelo y Filemón al año… ¡qué bárbaro!). De padre alicantino, madre andaluza, y tres hermanos, creció en el seno de una familia trabajadora y más bien humilde.
Aunque una cosa estaba bien clara, debía ser una familia con mucho sentido del humor, porque desde su más tierna infancia a F.Ibáñez (como suele firmar sus obras) le encantaba reírse y lo pasaba en grande leyendo tebeos así como películas cómicas norteamericanas. Muy seguramente del género slapstick o comedia física (entre los que se incluyen Harold Lloyd, Chaplin, Los tres chiflados, El gordo y el flaco, o mis queridos Hermanos Marx), las cuales seguro que le influyeron mucho para crear sus viñetas.
Terminada la primaria, empezó a estudiar peritaje mercantil y trabajó como botones en el Banco Español de Crédito. Lo cual reflejó en varios de sus primeros trabajos de historietista, como se refleja en algunas en viñetas suyas de “La historia esa vista por Hollywood” o en su personaje de El Botones Sacarino.
Sea como sea, en 1952 ya compaginaba su empleo en el banco con diversos trabajos como dibujante, entre los que destacaban varias publicaciones para la Editorial Marco (como su publicación La Risa), y diversas revistas como El Barbas y Chicolino, entre otras. De toda esta época, quizás su primer gran trabajo sería “Haciendo el indio”.
En 1957 eso de dibujar ya le daba más satisfacciones que la banca, y se dedicó por entero a la historieta. Poco después de tomar esta decisión, y tras la desaparición de la revista “Paseo Infantil”, Ibáñez empezó a trabajar para la Editorial Bruguera en revistas como DDT.
Con el tiempo, crearía montones de personajes que se harían muy conocidos como “Chica,Tato, y Clodoveo: De profesión, sin empleo”, “Pepe Gotera y Otilio: Chapuzas a domicilio”, “Rompetechos”, “13, Rue del Percebe”, además de otros muchos como “El doctor Esparadrapo y su ayudante Gazapo”, “Tete Cohete”, e incluso algunos personajes publicitarios como “Uhu y el niño Prudencio” y “Pepsiman”.
Pero la fecha mágica, cuando se produjo el “nacimiento” de sus dos personajes más conocidos a nivel nacional e internacional, fue el 20 de enero del año 1958. En esta fecha, la revista infantil “Pulgarcito” publicaría la primera página con las aventuras de “Mortadelo y Filemón”.
Mortadelo, Filemón, y compañía
Mortadelo y Filemón eran en sus inicios dos detectives privados que dirigían su propia agencia de información, siendo Filemón el “jefe” de dicha agencia y Mortadelo su único ayudante y empleado. Aunque la verdad es que, por la naturaleza de parodia del cómic y su fuerte humor de tipo slapstick, lo cierto es que estos dos individuos tendían a causar el desastre allí dónde fueran debido a su torpeza e incompetencia, además de protagonizar todo tipo de equívocos, y padecer un montón de oportunos percances (como golpes, chichones, ojos morados, explosiones, caídas, y demás) de los que se recuperaban en apenas un par de viñetas.
Posteriormente, y debido al fracaso de su negocio de detectives, decidieron hacer las pruebas de ingreso para la ficticia organización de espionaje y seguridad llamada “T.I.A.” (siglas de “Técnicos en Investigación Aeroterráquea”), en clara parodia a las películas de espías secretos y a la mismísima “C.I.A.”. Al ser los dos únicos candidatos que se presentaron a las pruebas para agente secreto de dicha agencia, su superior no tuvo más remedio que admitirlos. A lo largo de los años, y aún hoy en día, Mortadelo y Filemón siguen metiendo la pata sin parar en todas las misiones que les encargan, en las cuales tratan de combatir a diversas bandas de criminales y mafiosos como ocurre en varias de sus aventuras como “Contra el gang del Chicharrón”, “La banda de los guiris”, “Billy el horrendo”, “El señor Todoquisque”, “Chapeau el Esmirriau”, y “Simón el escurridizo”, así como luchar contra compañías rivales como la “S.O.B.R.I.N.A.” o la “A.B.U.E.L.A.”, aparte de intentar evitar todo dipo de catástrofes como invasiones extraterrestres (“Los invasores”, “Las tacillas volantes”) e incluso vérselas con seres fantásticos de naturaleza monstruosa o sobrenatural (“¡Dinosaurios!”, “Pesadillaaaa”, “Los monstruos”, “El Bacilón”), entre otras muchas hilarantes historietas.
Conozcamos mejor a los singulares protagonistas de este cómic.
–Mortadelo: Salvo el haber perdido su sombrero bombín y el paraguas que llevaba al principio de sus andanzas, su aspecto ha sido siempre el mismo. El de un individuo alto, calvo, y con gafas de prominente nariz, que siempre va vestido con un largo chaquetón negro con pantalón y zapatos a juego, camisa de cuello alto y corbatín, lo cual contrasta con su carácter más bien juvenil y despreocupado. Su principal característica, aparte de tener un sentido de la lógica basado en la sabiduría popular más que en hechos con sentido común (cosa que curiosamente le acostumbra a funcionar), es que su principal afición es probarse disfraces. De hecho, este personaje tiene la habilidad de disfrazarse de cualquier cosa que desee de una viñeta a otra, y usar las cualidades de dicho disfraz en su propio beneficio. Por ejemplo: puede disfrazarse de pájaro y volar realmente, de fantasma para atravesar paredes, y de hormiga para poder pasar a través por debajo de puertas u ojos de cerradura. Sin embargo, la inmensa mayoría de las veces que esto sucede, acaba ocurriendo alguna oportuna desgracia y el disfraz falla en nombre del gag cómico, provocando que alguien termine golpeado o sufriendo alguna hilarante desgracia.
–Filemón: Junto con Mortadelo, es el único personaje principal que ha visto cambiado su aspecto con el tiempo. De modo que su célebre chaqueta roja, sombrero, y pipa con que empezó sus aventuras hace ahora sesenta y dos años (en el momento de escribir esto) se quedaron por el camino. Filemón viste pantalón rojo, camisa blanca, y pajarita, es más bajito que su compañero y tiene solo dos pelos sobre su cabeza. Normalmente se le retrata como un individuo malhumorado (¿cómo no serlo cuando debe soportar la falta de sentido común de su compañero y recibir golpes constantemente por su causa?), serio, cínico, taimado, y un tanto engreído. Tanto en la agencia de detectives como en la T.I.A., es el jefe de Mortadelo.
–Señor Superintendente Vicente, o señor Súper: Es el segundo al mando en la agencia de espionaje de la T.I.A. y el superior de Mortadelo y Filemón. Se trata de un señor calvo, barrigón, con bigote, y que siempre lleva un traje chaqueta azul con corbata negra. Siempre está gritando, insultando, o tratando violentamente a sus agentes, lo cual es hasta cierto punto comprensible, porque Mortadelo y Filemón le fallan constantemente, además de que recibe numerosas desgracias por su culpa. No obstante, en algunas ocasiones les ofrece una mano de ayuda y colabora con ellos en algunas misiones. También tiene fama de ser despistado (lo cual ocasiona que muchas veces les da instrucciones erróneas a Mortadelo y Filemón), además de ser bastante tacaño.
–Profesor Saturnino Bacterio, o simplemente Bacterio: El científico particular de la T.I.A., el cual vive para crear toda serie de disparatados inventos (como patatas que se lanzan solas contra el portador de una pistola o un gas que invierte el funcionamiento de todo lo que toca), con la intención de que faciliten la labor de los agentes secretos de la agencia, aunque la inmensa mayoría de veces sus inventos terminan funcionando de modo inverso a como se espera, salvo cuando hacen su función correctamente, que entonces dejan de funcionar o se activan en el momento más inoportuno posible, causando todo tipo de desgracias. Acostumbra a llevar un traje chaqueta de color verde y lucir una poblada barba negra, además de ser calvo y tener una abultada nariz. Todos saben que Mortadelo desprecia profundamente a Bacterio, ya que este es el responsable de dejarle calvo sin remedio tras aplicarle un producto fortalecedor del pelo de su invención.
–Señorita Ofelia Michelínez: La secretaria del señor Super, la cual está enamorada de Mortadelo, pese a que este constantemente se burla de ella por su exceso de peso. Normalmente parece una persona amigable que se dedica a embellecerse con caros tratamientos de peluquería, maquillaje, o siguiendo dietas que no le sirven para nada. Pero a consecuencia de las pesadas bromas de Mortadelo y Filemón, así como los equívocos del señor Super, siempre termina haciendo exhibición de una fuerza y violencia desmedidas. Tiene el pelo rubio rizado, siempre lleva un vestido rojo sin mangas, y recias botas de color negro.
–Señorita Irma: Es la experta de la T.I.A. para casos de terrorismo. Solo aparece en unos pocos números, como “¡Terroristas!”, “Las tacillas volantes”, o “El ansia de poder”. Dulce, estilizada, y atractiva, Irma causa la admiración entre sus compañeros de la agencia, especialmente Mortadelo, el cual hace todo lo posible por agradarle.
Éxito y apariciones en distintos medios
A lo largo de sus múltiples apariciones, este cómic ha ido desarrollando un modo muy característico de llevar a cabo las aventuras de sus protagonistas, así como de tratar de arrancar una carcajada a sus lectores. Para empezar, los diálogos contienen un vocabulario cargado de expresiones y palabras que en el momento de empezar a ser publicado era quizás más común, pero con el tiempo han quedado un tanto en desuso. No obstante, este mismo modo de expresarse de los personajes se ha mantenido con el paso de los años y se ha llegado a convertir en una marca personal, gracias a expresiones, insultos, e interjecciones tan curiosas como “sapristi”, “tarugos”, “sabe a rayos fritos”, “cenutrios”, “mastuerzos”, “¡rayos!”, y otras muchas. Eso por no hablar de las innumerables veces que se persiguen los unos a los otros entre ocurrentes amenazas.
Entre otros chistes recurrentes, vemos que el autor logra que coincidan la trama y los acontecimientos del cómic para que en las viñetas se terminen escenificando literalmente varias expresiones populares y frases hechas, como por ejemplo “tener los pies de cemento” (y que acto seguido aparezca un personaje dando saltos con los pies evidentemente llenos de cemento), “tener mucha cara” (y que a consecuencia de una inflamación por un accidente o un invento del Bacterio, un personaje tenga realmente un rostro prominente), y así sucesivamente con frases como: “es un auténtico cerdo”, “vaya pedazo de burro”, “lo haré cuando las vacas vuelen”, “si lo logras me hago fraile”, etcétera. Eso por no hablar de los continuos gags de fondo consistentes en pequeños animales (ratas, arañas, gatos, y demás) llevando a cabo todo tipo de actividades, la aparición de varios personajes famosos (incluyendo actores, personajes de la vida pública, políticos, y otros muy conocidos), así como el uso de estrambóticas entradas secretas. O el hecho de que cuando a Mortadelo y Filemón se les encarga que proteja a alguien, este termine siendo víctima de numerosos accidentes causados por la incompetencia de los dos agentes, y también ocurre lo contrario, de modo que cuando su misión consiste en eliminar a algún gángster, mafioso, o dictador (como ocurre con el cómic “Objetivo: eliminar al Rana”, o “El tirano”), terminen salvándole sin querer de numerosas tragedias.
Eso solo por citar algunos ejemplos, pero hay más. Como que los protagonistas salgan corriendo a esconderse a algún país lejano cada vez que cometen una catástrofe, que los enemigos no reconozcan a Mortadelo cuando se disfraza pese a tener la misma cara, las constantes pullas entre los distintos personajes, las situaciones tan esperpénticas y surrealistas que llegan a vivir en sus aventuras, el uso literal de tópicos para hacer un gag visual, entre otros muchos.
Y lo cierto es que esta fórmula ha demostrado funcionar a las mil maravillas, pues el éxito de “Mortadelo y Filemón” ha superado varias barreras generacionales y hasta fronteras.
No por ello, estos personajes tienen ya 62 años de existencia, y han sido traducidos a más de veinte idiomas, siendo conocidos como “Mort & Phil” en inglés, “Mortadela e Salamão” en portugués, o “Flip & Flop” en danés, entre otros nombres.
No obstante, en dónde curiosamente han tenido un gran éxito es en Dinamarca (razón por la que Ibáñez decidió crear las aventuras largas “La sirenita” y “Los vikingos”) y en Alemania. En este último país, los personajes gozan de una cierta popularidad, hasta el punto de crearse el cómic “En Alemania” pensando en los lectores de este país, además de existir dos historias apócrifas publicadas exclusivamente en este país en 1986 y que permanecen inéditas en España: “Nur kein Gehetze – wir haben Arbeitsplätze” y “Vom Affen gelaust und losgesaust”.
Aparte de esto, este cómic ha gozado de tan buena recepción, que varias veces se ha intentado llevar estos personajes a una pantalla. Ya sea en varios videojuegos, el primero de los cuales apareció en 1987 para Amstrad, Spectrum, Commodore, y Amiga, entre otras. Eso aparte de los posteriores videojuegos entre los que figuran hasta cinco aventuras point & click (siendo mi favorita “La máquina metereoloca”), y un reciente juego de conducción para móviles.
A todo esto, añadir sus dos series de animación. La de “Estudios Vara”, que fue la primera en producirse (la podréis encontrar en Youtube), y la de B.R.B. Internacional, más fiel en cuanto argumento a las aventuras llamadas “largas” de estos personajes.
Por si todo ello fuera poco, existen cuatro películas sobre este disparatado cómic. Por un lado, los dos life-action “La gran aventura de Mortadelo y Filemón” y “Mortadelo y Filemón. Misión: Salvar la tierra”, y las dos películas de animación por el otro: “Mortadelo y Filemón contra Jimmy el cachondo” (la cual aún no he visto), y “El armario del tiempo” (también de los estudios Vara y de la que guardo un muy grato recuerdo).
Y mejor voy cerrando ya este post, pero la verdad es que las peripecias de estos dos tronchantes espías, da para mucho más: problemas con la censura, distintas etapas, la clasificación entre “aventuras cortas y largas”, las aventuras apócrifas, su lucha por recuperar la propiedad de sus personajes, el número de «La historia del dinero» que se realizó para la entidad bancaria «La Caixa» entre otras rarezas, las «Guías para la vida«, números dedicados a diferentes eventos de la vida real como olimpiadas, mundiales de fútbol, acontecimientos políticos, aniversarios de grandes acontecimientos, o la aparición de nuevas tecnologías, sucesos, y más.
Si quieres que más adelante siga con este tema, no dudes en dejarme un comentario al respecto.
Como recomendación de la semana, y ya que andamos con el tema de los cómics de “Mortadelo y Filemón”, te recomiendo que veas los videos de Youtube con las andanzas de estos personajes creadas por los Estudios Vara, la verdad es que no están basados en ningún comic en concreto, pero son bastante divertidos. Eso, aparte de visitar la web mortadelo-filemon.es/, la cual me parece que es la web más completa que existe alrededor de este disparatado universo del cómic. Y por supuesto, si no los conoces, por poco que puedas te recomiendo que leas al menos un par de volúmenes de sus divertidas andanzas. Y si estuvieron en tu infancia… recupéralos en tu vida.
Como siempre, te recuerdo que acostumbro a publicar nuevo contenido todos los domingos, de modo que, si nada lo impide, volvemos a vernos el próximo día 16 de agosto.
Para terminar, quisiera pedirte que, si has disfrutado el post, me sería de mucha ayuda si le dieras al botón “Me gusta” y lo compartieras en tus redes sociales, así como con tu familia y seres queridos. También decirte que puedes participar activamente en el blog a través de la caja de comentarios, ya sea dejándome tus sugerencias para la “recomendación de la semana” (si conoces algún evento o local interesante relacionado con el frikismo cerca de dónde vives), así como tus aportes para la sección de “Fechas frikis” y “Curiosidades” al margen de cualquier cosa que quieras compartir conmigo y los demás lectores. También puedes apoyar al blog mediante la aplicación “Invítame a un café” que se encuentra en la barra de widgets. Todo ello me sería de gran ayuda para seguir adelante con “tallopis-escribe.com”.
Sin más que añadir, cuídate mucho y pásalo bien.
Salud, ánimo, y éxito.
Lol lo que me reía con las aventuras de este par. Por cierto, puedo comentar una anécdota de que Bacterio es una parodia del tópico del profesor chiflado ruso de la época de la guerra fría dado que muchos científicos rusos se exiliaban a EEUU y otros países capitalistas y esto fue reflejado en el cine.
¡¡Hola juanjo121!!, ¿qué tal todo? 😀
Desde luego, la de carcajadas que nos hemos llegado a dar tantos de nosotros gracias a estos dos personajes y sus delirantes aventuras. Recuerdo muchos de sus cómics como «El huerto siniestro», «La máquina del cambiazo», «El caso del bacalao», o el genial «El sulfato atómico», y como marcaron tan fuerte a tantas generaciones. No me extraña que «Mortadelo y Filemón» sigan dando de que hablar, porque además, que imaginación para crear sus aventuras. Tanto las apócrifas (como «A la caza del chota» o «las criaturas de cera vivientes»), como las escritas por el propio Ibáñez (las cuales se notaba y eran tremendas).
Sabía que el uso del zapatófono era una referencia al Agente 86 de la serie «Get Smart!» (que pensándolo bien es fácil atar cabos *^_^*), pero lo que me comentas sobre la inspiración para crear al doctor Bacterio, no tenía ni idea y me parece un dato de lo más interesante sobre el que quiero buscar más al respecto. Si es que contigo siempre aprendo algo nuevo :D.
Un abrazo bien grande 😀
¡Muy buenas! Si es que no falla, siempre tienes algun entrada que directamente se nos clava tanto en la nostalgia como en el corazón, pero esta se ha llevado la palma, ya que Mortadelo y Filemón fue la primera referencia que hizo que nos adentrasemos en el mundo del comic(TBOS por aquellos entonces) y dándonos multitud de buenos momentos y risas, añadiendo el aliciente de tener un modo de iniciarnos y engacharnos a la lectura.
Ojalá que Ibañez siga teniendo cuerda y tirón para seguir dibujando y publicando y que muchísimas más generaciones puedan seguir disfrutando de estos personajes.
Un saludazo y abrazos, amigo T. A. LLopis.
Nos seguimos leyendo.
¡¡Eh, Presstartcook!!, ¿que tal todo compa?, que alegría más grande de verte por aquí :D. ¿Como estás pasando el verano?, disfrútalo y pásalo bien, que lo tienes bien ganado :D.
Lo admito… tienes toda la razón del mundo, y soy muy consciente de que este post va directo a la nostalgia. Imagínate, que mientras lo estaba redactando se me ponía una carita sonriente de la emoción por escribir sobre dos personajes tan queridos para mi *^_^*. Y es que he llegado a reírme tanto con ellos, y a disfrutar tanto de sus aventuras, que no es para menos.
Y nostalgias aparte, hay que ver lo que dan de sí estos dos, no veas la de material que hay al respecto. Eso por no hablar de sus increíbles historias que no se ven en las viñetas: problemas con la censura, polémica con el número «El tesorero» (inspirado en Luis Bárcenas), la lucha de Ibáñez por recuperar a sus personajes, todas las editoriales en las que trabajó, lo que implicó la aparición de famosos y las reacciones de algunos de ellos, la anécdota de «los hotentotes» en el programa de televisión «50×15″… vamos, tela marinera.
Que tiempos aquellos en que comprábamos el TBO, o que a los cómics los llamábamos «tebeos». Y que buenas eran estas revistas tipo «Súper Mortadelo» y demás. De nuevo coincido contigo, y es que el impacto fue tal, que muchos seguro aprendieron a leer o se engancharon a tan noble afición gracias a estas publicaciones, y lo bien que lo pasábamos leyéndolas.
A mi me da que Ibáñez es de aquellos que aguanta hasta el mismo final, porque con ochenta y pico años, y el ritmo de trabajo que lleva este buen hombre, es increíble. Que dedicación y que energía lleva el tío. Es más que admirable.
En fin compañero, que podríamos hablar de estos grandes largo y tendido :D. Que a Ibáñez le vaya todo bien, y tengamos nosotros el sentido común de seguir disfrutando de sus divertidas historietas por muchos años.
Un abrazo bien grande compa 😀
Hey señor. Recuerdo algo.Muchos personajes y agencias de Mortadelo y Filemón tienen nombres tales como Mortadelo, Filemón, el Rana, Mantequez, Gang el Chicharrón, etc. Esto se debe porque cuando hizo los primeros tomos, aun había crisis económica en España
Vaya, no había oído nada al respecto de esto. Creo que es un tema que vale la pena investigar. Gracias por el soplo 😀